Sinfonía
Liam cerró la habitación. Su mirada no paraba de seguirme y debía admitir que estaba bastante nerviosa. Podía sentir su mirada recorriendo mi cuerpo, deteniéndose en mi espalda. La duda reflejada en su rostro. Había dejado mi obligación para este asunto en particular; uno de vida o muerte.
Suspirando me tumbe en la cama boca arriba y lo mire. Aprecié cada pequeño detalle de su belleza, desde su cabello hasta la punta de sus dedos. Podía sentir el aura del lobo de Liam intentar salir, queriendo marcar a su pareja, y el intento de Liam para batallar contra su horrible final; convertirse en un Roger.
Observé con calma como caminaba hacia mi, acortando la distancia que nos separaba en un instante. Se posicionó encima de mí, soltando un gruñido. Sabía perfectamente que estaba provocando lo que sería inevitable en cualquier pareja de predestinados. La mordida. Y sin embargo, aquí estábamos; llevando acabo un acto que ha tardado mucho en darse. Mis manos pasaron por su cuello, dándole una ligera caricia llena de calidez. Me aferré a él mientras cerraba los ojos y exponía el lado derecho de mi cuello. Para mi sorpresa, no sentí asco o desaprobación de mi misma por ese acto, así que dejé mi cuello expuesto, esperando sentir los colmillos de Liam hundirse en mi piel.
Sentí a Liam jadear ante la muestra de sumisión y a su vez de aprobación ante la idea de la mordida. Sentí su cuerpo agacharse hasta notar que rozaba su nariz con mi clavícula, para acto seguido lamer la piel de mi cuello, varias veces. Me estremecí y suspiré.
— ¿Es-Estas segu-segura?— Pregunto Liam con todas las fuerzas que tenía. Abrí mis ojos y lo miré de reojo. Notaba con claridad como se esforzaba para mantener la poca cordura que le quedaba, para evitar dañarme.
— Nunca estuve más segura.—Contesté. Y me sorprendí al notar que aquellas palabras eran verdaderas. Al menos en ese momento, en ese preciso instante, me sentía tan segura respecto a él, respecto al lazo que formaríamos y lo que eso indicaría para nuestro futuro.
Él volvió a lamer mi cuello y sentí sus colmillos alargarse contra este. Una pizca de dolor hizo que hiciera una mueca, pues sentía como se incrustaba en mi piel a cada centímetro. El pequeño dolor que sentía no era comparable al que debía sentir Liam en los momentos anteriores a este instante. Y sin embargo, me sorprendí cuándo me di cuenta que él estaba siendo cuidadoso conmigo aún cuándo ya no tenía control sobre su lobo.
Sentía la conexión empezar a formarme; notando como se fortalecía a cada segundo que notaba los colmillos de mi pareja en mi cuello.
"Marchense"
Gemi cuándo sentí los dientes de Liam dejar mi cuello. Acaricié la piel de su nuca hasta subir hasta su cabello; enredando mis dígitos sobre los mechones de pelo. Enseguida deje de sentir la presencia de los chicos abajo. Respiré hondo antes de volver hablar, algo agitada por aquella sensación de paz que de pronto me inundaba.
— ¿Mejor?— Pregunté. Él asintió, regalándome una pequeña sonrisa. Ya más relajado. Podía jurar que me derreti al verlo sonreír. — Bien, ahora hay que firmar el entrelace.— Dije con una sonrisa traviesa.
— Como quieras, Sinfonía. —Contesto igual que travieso que yo. Reí. Liam sonrió y posó sus labios en los míos.
Nuestros labios encajaban perfectamente. Cerré los ojos y dejé que el tomará con libertad mi boca. Sus manos quedaron en mi cintura mientas el beso se volvia más lujurioso. Gemi en el beso y él gruñó.
Podía sentir su sabor, su olor y su tacto amplificados. La sensación me tenía atontada, queriendo más y más de aquello.
Levanté la vista y vi a Liam abrochandose el pantalón. Me abroche mi camisa estando sentada, procesando lo sucedido entre nosotros. Me realice una coleta alta a continuación, lamiendo mis labios cuando una imagen me vino a la cabeza. Liam me miró y sonrió, regalándome otra vez una sensación de calidez en mi pecho.— Bueno, mejor vamos. Debemos rescatar a Juliet.— Susurró besando mi mejilla.
Asentí, levantándome con cuidado pues sentía las piernas débiles. Bajamos las escaleras con calma, dirigiéndonos a la planta principal de la casa para salir de la misma. Nos transformamos y entramos en el bosque; Pau había dejado el aroma de ella para que nosotros pudieramos rastrearla. Aunque ella olía bien, no era nada comparado a como Liam podía a oler.
Una intensa necesidad de frotarme contra mi pareja y marcarlo con mi olor me invadió, aunque intenté evadir la necesidad de ello, me resultaba imposible pues era tan pesada como una bola de demolición.
De forma instantánea habíamos creado un enlace mental después de marcarnos mutuamente, por lo que la información correspondiente de la situación era de conocimiento mutuo.
"Si después de ésto no quieres tener contacto conmigo, lo entenderé."
La voz de Liam resonó en mi cabeza como un susurro suave y tierno.
"Ahora somos parejas y... yo lo deseaba tanto como tú. Aunque suene casi imposible de creer, no me arrepiento de lo que ha pasado."
Esas palabras habían salido solas aún cuándo no me lo había propuesto, noté un gruñido de aprobación por parte de Liam y no pude evitar sonreír mentalmente. Por un momento, me di una palmadita en la espalda en mi mente; orgullosa de haber dado un paso tan importante con Liam aunque hubiera sido casi obligada por la culpa que sentía y la situación.
"Prepárate. Ya hemos llegado y no son amigables."
Cuándo salimos del bosque nos detenemos delante de Bob que nos miraba en su forma humana; su mirada pendiente de mis movimientos y de los de Liam. Volvimos a transformarnos en humanos y en el mismo instante de ello, me cruce de brazos.
— ¿Qué pasa?
— Están acorralados pero están amenazando con matar a Juliet. Y Luck no parece muy alegre.— Lo último fue un sarcasmo puro. Suspiré y caminé hasta el principio de las filas.
Los lobos de mi manada se abrian para que yo pasara. Me detuve al lado de Luck que gruñía y le rasqué la cabeza. Un pequeño punto débil que tenía y que sólo conocía Julieta, su pareja, y yo. Aunque para muchos parecía algo insignificante, para Luck significaba que era apoyado en aquel duro momento.
— Os mataré. — Gruñí dirigiendome a los vampiros y cazadores que estaban delante nuestra. Atrapados por una enorme roca que les hacia parecer ratones.— Devuelvan a la miembro de mi manada, y me pensaré el dejarles ir. —Hablé con calma, aunque por un momento mis colmillos se alargaron, haciéndolo ver como una amenaza.— Si por un momento pensáis que saldréis con vida de aquí si le pasa algo, estáis equivocados... ¡Devuelvan a la loba, ahora!
Continuará...
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Alfa Roger - Actualizando
Fiksi Remaja- Soy Sinfonía, Alfa de los Roguers. ¿Alfa de los Rogues? No, eso es imposible. Era posible que ella fuera el líder de aquellos renegados. Se suponía que los lobos solitarios, que abandonaban la manada o que eran expulsados de la misma no tienen...