Dame esos cinco

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DIÁLOGO:

— ¡ESOS FUERON LOS CIMIENTOS DE LA CASA! ¡NO TEMAN! ¡RECUERDEN QUE ES UNA CASA VIEJA! — Habla normal

— "¡USTEDES NO SE PUEDEN IR, TENEMOS QUE ESTAR JUNTOS! ¡Además, no hay garantía que acepte!" — Pensamiento

Ya está listo el té. Creo que iré por un café... — Furia desatada.

— "Eso no quita que las chicas sean pervertidas con él, Naruto estuvo como 2 horas sin decir nada... debería hablarles de cómo vivo." — Pensamiento en caliente.

El ninja que quería ser un héroe.

Al siguiente día, Naruto estaba como de costumbre sentado en una mesa del gremio. Ya eran las 8 en punto y nuestro héroe, en compañía de Megumin, se encontraban desayunando, preparándose para este nuevo día. El dúo, comía con relativa calma, era normal para Naruto comer su preciado ramen, lástima que para Kurumi, no lo era. Al chico se le había prohibido solo desayunar ramen, la influencia de su hermana mayor llegó a las camareras que le decían. "Kurumi nos dijo que solo podías desayunar una vez al día ramen". Naruto estaba algo destrozado, pero no podía ir en contra de la palabra de Kurumi. Las consecuencias no lo valían.

Naruto, solo en la mañana se permitía el lujo de comer el ramen. Megumin, no era tan amante del ramen, pero al menos cada 2 días lo comía. Algo que le había gustado más a la chica eran las bolas de arroz, que según Kurumi, esas sí eran más nutritivas. Siempre cargaba consigo misma algunas bolas de arroz para el camino, obviamente las cuidaba bien en una bolsa especial. Naruto, en cambio, el solo le daba una parte a Megumin de su dinero para que al menos llevara unas para él. Nunca se sabía cuándo se necesitaban.

Fue en ese momento que una chica llegó a ellos, ella era Luna. La cual les sonrió, recibiendo una misma sonrisa del dúo. Ella caminó a ellos y les pregunta.

— ¿Y cómo les fue ayer? — Naruto respondió rápidamente con.

— Muy bien, Aqua es sumamente fuerte, logró esquivar todos los golpes que le di. Y Kazuma, podía atrapar a Megumin... pero era una lástima que Megumin haya aprendido algo de defensa personal por parte de mi hermana. — Megumin asintió, sino hubiera sido por ese movimiento, probablemente todo hubiera acabado muy rápido.

— Yo sabía que serían una buena ayuda. Ya son un grupo de 4, ahora necesitan un crusader, a no ser no ser que tu puedas serlo Naruto-kun. — Dijo Luna, soltando una leve risa burlesca. Naruto también rio, este dice con calma.

— Es cierto que con otro más sería mejor, pero ya nuestras ganancias solo serán de un 25%. Si contrataremos a alguien más, las ganancias llegarían a un 20%. — A lo cual, Luna responde.

— Pero si tuvieran un equipo de 5, podrían hacer misiones más peligrosas. Esas que no pudiste hacer antes. — Eso era cierto, Naruto había ganado mucho dinero, pero haciendo misiones de un nivel medio. Normalmente no se las hubieran dado, pero con Kurumi, ella pudo convencer al jefe del gremio y Naruto la hizo. Completó esa misión con una rapidez inhumana, y eficiencia; y pudo hacer otra. Hasta que Naruto se dio cuenta que estaba haciendo una misión de 300000 eris por día. Más lo que ganó por el lobo. Como mínimo sus ganancias, en solo una semana, debieron andar en al menos unos 3000000 de eris. Más el dinero que lograba juntar Kurumi.

— ¿Estás hablando sobre las misiones del millón? — Luna le asintió a Naruto. Los ojos de Naruto se hicieron como el símbolo del dólar. Naruto recordó cómo era el dinero de su hogar, con respecto a este lugar. 10 eris equivalía a 0.10 céntimos de ryu, entonces 100 eris eran 1 ryu, 1000 eris eran 10 ryu y 10000 eris eran 100 ryu. Lo que Naruto pagaba por noche eran 29850 eris, que traducido al dinero de su mundo eran 298.5 ryu. Era muy caro, sabía que en este mundo las tarifas, en distintos ámbitos, eran excesivas, pero en otros costos, la alimentación, era lo estándar.

El ninja que quería ser un héroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora