Capitulo 13

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Yesterday


Apenas las gotas empezaban a caer, eran muy finitas, pero se sentían la fuerza débil de ellas contra mi mejilla. Igualmente miraba el cielo, las estrellas eran mínimamente visibles. Solo esperaba que fuera una llovizna leve que durará pocos minutos.

Desde mis fosas nasales podía oler perfectamente ese olor a tierra mojada que era uno de mis aromas favoritos en el mundo. Lo malo era la brisa fría que acompañaba ese leve chaparrón, atacando mi cuerpo con un escalofrío provocando que me abrazara a si misma para intentar recuperar calor. Pero a pesar del frío, una cálida sensación inundaba mi vientre. Una realmente buena, pues mi cuerpo y mi mente fue conquistado por cierto chico castaño de sudadera roja.

Creo que esa sensación se llamaba "Maripositas en el estómago". Todas las chicas enamoradas sienten eso? Entonces, soy una de esas chicas. Lo que me sorprendió era que mi corazón aun no se había calmado, seguía latiendo desesperadamente queriendo salir de mi pecho por tanta presión como fue la primera vez que Marco recorrió cierta parte intima con sus manos queriendo escuchar por lo menos algún ruido mio.

Mágicamente lo había logrado. Ese sonido vergonzoso había salido de mis labios, por primera vez. Fue una enorme vergüenza que no pude evitar, pero para Marco ese ruido fue musica para sus oídos. Pues ÉL había provocado ese ruido.

De repente la lluvia paro, como dije fue una simple llovizna que no duro más de 2 minutos. La nube negra se fue dejando que las estrellas pudieran ser vistas nuevamente, pero lo que más destacaba de ese cielo era una luna mostrando extraños colores rojizos. Me había acordado que esa noche anunciaban un eclipse que tal vez para mala suerte de pocos no podrá ser vista por la lluvia. Pero por suerte, las nubes se despejaron dejando a la vista esa luna para que los vecinos que salían de las casas pudieran observar tal espectáculo con sus propios ojos, admirando una hermosa luna.

Yo igualmente la observé, se podía observar perfectamente como la superficie tenia favorables tonos rojizos. Sin embargo, ciertas manos abrazaron mi cintura por detrás mientras dejaba reposar su mentón sobre mi hombro, provocando cierto nerviosismo y un temblor provocado por el miedo.

Era demasiado sensible, desde esa noche lo supe. Sus manos hacían que mi piel se volviera terriblemente sensible con solo un simple roce que acariciaba las células de piel una tras otra mandando hermosas sensaciones que se acumulaban en mi vientre, convirtiendo un hermoso tacto que se volvió un recuerdo.

–Es una hermosa luna, no crees?–cuestiono tranquilamente acariciando la piel de mi cuello con sus carnosos labios, lo cual para aclarar besan bastante bien. Suspire un poco temblorosa y con un pequeño sonrojo, aun estaba avergonzada.

–Si-Si... Claro que lo es...–respondí con un poco de dificultad tocando un mechón de mi cabello ya que estaba nerviosa, lo cual era un gesto mío.

–Igualmente, tu no te comparas con esa vista del cielo...

–Po-Por qué lo dices?...

–Porque tu eres la más hermosa aquí.

Por qué me dice eso? Acaso hace un par de horas no era yo su enemiga? Por qué me había encantado lo que el había dicho? No puedo admitirlo. No creo estar enamorada de él... Oh... Tal vez si?

–Marco! No pensaba que vinieras a ver el eclipse. Por cierto, tu novia es muy hermosa–exclamo al lado nuestro una señora que según parecía, era la vecina de Marco.

Ambos nos miramos al escucharla decir la palabra "Novios", los colores rojos aparecieron en nuestras mejillas. Pero a pesar de sentirnos algo incómodos, formamos una dulce sonrisa que fue inevitable no hacer.

My Most Precious SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora