Capítulo 6

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No recuerdo cómo logré salir de la habitación ni cómo pude regresar a la fiesta de Diane como si nada hubiese pasado entre Ban y yo. Esa pregunta que había dejado en el aire... ¿Cómo tendría que interpretarla? ¿Me estaba dando esperanzas? ¿Me decía indirectamente que le gustaba pero que también le gustaba Jericho? ¿Se estaba burlando de mí?

Ni lo sabía ni quería saberlo. Salí prácticamente corriendo de la habitación hasta perderme entre la multitud y encontrar a King bailando con Helbram de forma tan infantil y ridícula que no pude evitar reírme. La risa y las lágrimas se camuflaban debajo del antifaz y poco a poco me fui escondiendo dentro de una burbuja alejándome de lo sucedido para explotar nada más llegar a casa. Ahora lo único que me importaba era pasármelo bien con mi hermano, mis amigos y ¿Por qué no? También con Ban. Seguía siendo mi mejor amigo, aunque pasó de nosotros para ir directo al patio trasero dónde se encontraba Jericho.

No lo dudé. Fui tras él. Elizabeth, King, Helbram y Meliodas también me siguieron.

Me sentí mucho más segura, todo hay que decirlo.

-Veo que la nueva parejita va disfrazada conjuntamente. Qué monos. – dijo Jericho señalándonos a Helbram y a mí. -¡Se me ha ocurrido una idea genial! Podríamos tener una doble cita, sería divertido. ¿No crees? – le preguntó a Ban quien desvió la mirada y disimuló bebiendo su refresco para no tener que contestarle.

-Elaine y yo no somos novios. Vamos disfrazados iguales para ayudar a un pecado capital misterioso a recuperar su tesoro, aunque creo que más bien lo ha perdido.

-No lo he perdido, se lo he entregado caballerosamente.

-¿De qué habláis? – preguntó Ban. King le puso al día y por su rostro supe que le estaba doliendo que no hubiésemos contado con él - ¿Y por qué no me lo pediste? Siempre nos hemos disfrazado juntos para Halloween – lo dicho, estaba dolido y ofendido.

-Pues porque últimamente no tienes tiempo para estar con Elaine ni con tus amigos.

-¡King! –le di un pequeño codazo.

-Es cierto, tú siempre lo dices, además no estoy ciego. Ban pasa de nosotros por esa de ahí.

Señaló a Jericho y entró de nuevo a la fiesta seguido de Hellbram que dejó escapar un largo silbido cada vez más asombrado con el pequeño de la familia. Intenté quitarle hierro al asunto entre vanas risas pero finalmente fue Elizabeth quien cansada de tanta tontería, empujó a Ban para que fuese tras ellos.

-Venga vamos, la fiesta será más divertida si estamos todos juntos. – invité a Jericho.

-¿Crees que no sé qué pretendes? – si no llevase el antifaz Jericho habría visto como arqueaba la ceja izquierda y mi cara de boba – Por favor, sé que estás perdidamente enamorada de Ban.

-¿Vas a venirte o prefieres quedarte aquí sola?

-Paso de ir contigo y tu pandilla de estúpidos amigos.

¿Sabéis? Siempre he creído que Elizabeth tiene un sexto sentido multiplicado por 1000 y que está relacionado conmigo, porque cuando alguien consigue sacarme de quicio viene a salvarme antes de cometer una terrible estupidez. Como lo que estaba a punto de ocurrir. Elizabeth le pidió amablemente que se uniera a la fiesta pero de nuevo Jericho se negó. Sin embargo, no nos dejó regresar sin antes tirarnos una pequeña/gran bomba...

-Disfruta de tu poco tiempo que pasas con Ban porque muy pronto no lo tendrás más a tu lado.- me susurró antes de marcharnos.

Le di unos segundos la espalda lo cual interpretó que estaba llorando por la risita tonta y falsa que intentaba alzar por encima de la música de forma muy penosa, pero yo no estaba llorando, al contrario, me quité el antifaz y con una sonrisa de oreja a oreja le dije:

La Novia de Mi Mejor AmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora