Unos golpes en la puerta resonaron por el pasillo, insistiendo hasta que Mikoto dejó la ropa que estaba lavando y se apresuró para ver quién estaba tocando con tanta urgencia. Debía ser una emergencia para que atacaran así la puerta de la casa donde vivía la cabeza del clan Uchiha.
Pero al abrirla, toda su preocupación se esfumó en un segundo y una sonrisa suave se instaló en su rostro apacible junto a un suspiro.
-¿Cuántas veces te he dicho que seas más paciente al llamar a la puerta, Naruto-kun? Por un momento pensé que algo malo había pasado-le regañó la mujer, pero igualmente acarició con cariño los siempre desordenados cabellos rubios y dejó pasar a Naruto.
-¡Disculpe, Mikoto-san! Es que estoy muy emocionado-se excusó el niño sonriendo avergonzado, mientras se quitaba los zapatos en la entrada y para después casi saltando siguió a la mujer; quién con tranquilidad se dirigía de nuevo a seguir con su labor-¿Sabe dónde está Sasuke?-
Mikoto le sonrió y asintió, sabía que a eso se debía su visita.
-Acaba de regresar de su entrenamiento con Kakashi-sensei, con los exámenes chunin la siguiente semana apenas pasa tiempo en la casa-comentó la mujer con cierta diversión, antes de entrar otra vez a la habitación de lavado se giró y miró a Naruto con dulzura. Tenía una debilidad muy grande con el hijo de su antigua amiga, para qué negarlo-¿Te quedarás a comer, cariño?-
Naruto no pudo evitar sonrojarse, tal vez nunca podría acostumbrarse al trato tan amoroso que recibía de la señora Uchiha. Aún cuando era un niño revoltoso y odiado por casi toda la aldea, Mikoto lo trataba como a un hijo y nunca le había visto como un monstruo.
Asintió con efusividad, sintiendo algo cálido en su pecho y la mujer se despidió con una sonrisa. Naruto quiso ofrecerle su ayuda, pero recordó que quería hablar con Sasuke y la emoción pudo más que todo lo demás.
No tardó ni medio segundo en correr hasta llegar a la puerta del Uchiha menor y se plantó con torpeza frente a ella, tocando sin mucho cuidado y mordiendose las uñas para contener su emoción; tampoco quería que Sasuke lo pateara fuera antes de siquiera entrar. No sería la primera vez que pasara.
-Estoy cansado, mamá-escuchó la voz del pelinegro al otro lado de la puerta, seria pero suave y escucharlo hizo a Naruto sonreír más grande.
-¡No soy Mikoto-san, Sasuke! ¡Déjame entrar, es una emergencia!-gritó Naruto sin poder contenerse más, golpeando otra vez sus nudillos contra la puerta como si las primeras diez veces no hubiesen sido un claro mensaje.
Sasuke fruncio el ceño y se levantó de la cama de inmediato, una ridícula pizca de alarma creciendo en su estómago. Miró a los lados buscando su camisa para ponersela otra vez; se había desvestido apenas llegó de sus entrenamientos porque estaba muriendo de calor y por un momento le preocupó apestar a sudor.
Pero recordó que era Naruto, el cabeza hueca que apenas se bañaba y se sintió estúpido por actuar de esa forma tan irracional. Aún así, no pudo evitar pasar los dedos por su cabello para darle un mejor aspecto.
Abrió la puerta y fruncio el ceño, aunque en realidad se sentía felíz de ver al menor ahí; sonriente y más brillante de lo usual. Sasuke supuso entonces que lo que tenía Naruto para contarle era algo bueno.
-Creí escucharte decir que era una emergencia, dobe, pero yo te veo entero-dijo Sasuke con un tono plano, ignorando las mariposas que sintió cuando Naruto entró a su habitación rozando su hombro y como si fuera suya se lanzó en su cama.
El pelinegro meneo la cabeza sin permitir que algo de eso le afectara, agradeciendo que Itachi no estaba en casa (ocupado en alguna misión de los Anbu o con Shisui, no le importaba) y cerró la puerta con cuidado.
-¡Lo es, de verás!-saltó Naruto, emocionado como no lo veía desde que pasaron el segundo exámen chunin y calificaron para el tercero.
-Habla, entonces, ¿qué sucede?-
-¡Es que hoy por fin logré dominar el jutsu de invocación y ahora puedo controlar mejor el chakra rojo! ¡Invoque al Jefe sapo, Sasuke y era gigante, fue asombroso!-gritó el rubio con una sonrisa que casi no le entraba en el rostro, sus ojos azules brillando como un par de faroles y Sasuke por un momento se sintió cegado.
Pero ni siquiera así pudo apartar la mirada, aún cuando sentía sus mejillas más calientes y no supo porqué ver tan felíz al otro podía causar una revolución en su interior.
Qué tontería.
-Eso suena genial, usuratonkachi, parece que por fin dejarás de morder el polvo-se burló Sasuke con su tono a punto de tambalear, porque necesitaba volver a poner los pies sobre la tierra y encontrar un poco de estabilidad.
Naruto entrecerro su mirada supuestamente amenazante, pero su sonrisa no se desvaneció en absoluto y pronto soltó una risita.
-Tienes suerte que me enfrentare a Neji y no a ti, teme, ¡o ya estarías acabado, de verás!-
-¿Ah, sí? Si sigues así de fanfarrón entonces no te diré nada sobre el jutsu que me enseñó Kakashi-sensei...-dijo Sasuke con una sonrisa cínica y una ceja arqueada como sabía al otro tanto le irritaba.
Y claro que Naruto cayó en el anzuelo, porque la curiosidad centelleo en sus ojos y dos segundos después lo tenía encima de él. Literalmente.
Sasuke fingió que le molestó ser abrazado y arrojado al suelo por el más bajo, pero no pudo engañarse ni a sí mismo cuando su corazón dio una voltereta y encontró el rostro de Naruto demasiado cerca del suyo. Estaba sobre su espalda, el menor arrodillado entre sus piernas y sus manos todavía sostenían sus hombros.
Por un segundo, olvidó todo lo demás a su alrededor, hasta su apellido y la vergüenza que sería para un Uchiha esa actitud sumisa tan patética.
-¡No seas así, Sasuke, dime! ¡No le diré a nadie, de verás!-suplicó el rubio y aunque le juraba secretismo, seguía gritando como el escandaloso patológico que era.
-Quítate de encima, dobe-se quejó Sasuke y aunque en realidad quería quedarse así un rato más, sabía que sería raro solo quedarse ahí acostado y disfrutar de ser aplastado por el otro.
-No lo haré hasta que me digas qué tanto te ha estado enseñado Kakashi-sensei...-sonrió Naruto malicioso y se sostuvo en el suelo con las manos a cada lado de su cabeza, su cabello rubio apenas cayendo hacia adelante.
Sasuke de pronto se sintió atrapado bajo esa mirada tramposa (casi como en un genjutsu, aún si era algo ridículo tomando en cuenta que era un Uchiha), un cosquilleo extraño apareciendo en su vientre como un mal augurio y supo que debía escapar. Aún si no era algo muy honroso de su parte.
Asique, sin perder tiempo empujó a Naruto lejos, el rubio cayendo sobre su trasero con un quejido y Sasuke aprovechó ese segundo para salir corriendo de la habitación. De la forma más agraciada y honrosa que podía tener un ninja, por supuesto.
Mikoto sonrió desde la cocina, escuchando los gritos del revoltoso par y sus pies corretear por toda la casa. La mujer miró por la ventana, buscando en el cielo alguna estrella rojiza y agradeció a Kami que su hijo tuviese un amigo tan bueno como ella la tuvo.
O quizás algo más que un amigo, Mikoto pensó con diversión al escuchar a su hijo amenazar a Naruto entre risas.
Holis uwu
MilagroOo de Navidad, por fin actualicé después de dos meses y no se porqué me gustó tanto escribir este capítulo ahre
Mentira, sí se, es que escribir sobre los Uchiha vivos y mi hc de que Mikoto sería un amor con Naruto me pone soft😳👉👈
Si ven algún error es que me dio flojera editar, pidoperd0n
Pueden votar si les gustó o comentar qué les pareció, me anima mucho leer sus opiniones🤗💕
Luv u all,
Claude💜

ESTÁS LEYENDO
𝐓𝐑𝐈𝐀́𝐍𝐆𝐔𝐋𝐎 𝐀𝐌𝐎𝐑𝐎𝐒𝐎 | 𝐍𝐀𝐑𝐔𝐒𝐀𝐒𝐔
FanfictionDonde Naruto está enamorado de Sakura, Sakura de Sasuke y Sasuke de Naruto. Hasta que el triángulo se viene abajo, y algunas cosas cambian. ✧ narusasu, mención del kakairu y otras parejas. ✦ fluff, intento de humor, lenguaje vulgar leve, violencia l...