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Era otro día tranquilo y soleado en Konoha, tal vez muy soleado para el gusto de algunos habitantes que sólo querían ya terminara ese verano infernal.

-Creo que podría morir derretido, ¿eso es siquiera posible...?-se quejó Naruto, tirado en el suelo de su pequeño departamento con el único ventilador que podía pagar casi pegado en su cara.

No tenía camisa y usaba los shorts más delgados que tenía, lo único que le detenía de símplemente desnudarse para tratar de conseguir más frescura era que no estaba solo.

-Claro que no es posible, dobe, como siempre estás exagerando-dijo Sasuke en su tono plano de siempre, sentado a tan sólo unos pasos de él y en una situación parecida; sólo que el pelinegro usaba una camisa sin mangas y unos pantalones cortos-Ahora suelta el ventilador, lo estás acaparando todo para ti-

Naruto entrecerró sus ojos azules hacia él y le lanzó una mirada afilada, pero aún así decidió ser benevolente y se sentó recto. Dejó el ventilador en su puesto original, donde los dos chicos podían recibir algo de aquella brisa suave.

-Para estar bajo mi techo y usando mis cosas no suenas muy amable...-se burló Naruto, estirandose hasta poder alcanzar la lata que afortunadamente todavía tenía soda fría y se la terminó en un trago-De todos modos, ¿qué haces aquí? Se supone que es mi día libre de ti, teme-

No era algo muy común, pero después de su última misión habían conseguido un día para hacer lo que quisieran. Normalmente lo usarían para seguir entrenando, pero hacía tanto calor que incluso Sasuke había optado por no hacer nada y descansar.

-Ya te lo dije, mi ventilador se estropeó y no pienso soportar el calor así-respondió Sasuke algo arisco, cruzando los brazos y evitando la mirada ajena, aprovechando la excusa del calor para el sonrojo que cubría gran parte de su cara.

Maldecia ser tan pálido, cualquier mínimo sonrojo se notaba a kilómetros en él y aunque antes no era un problema; desde que había hecho ese horrible descubrimiento todo se complicaba más de la cuenta.

-Como digas, la soda se acabó, ¿deberíamos ir a comprar más?-preguntó Naruto, volviendo a deslizarse hasta el suelo sin poder evitarlo y miró el techo relajado-¿Sabes qué? Olvidalo, de sólo pensar en salir con este calor me derrito otra vez-

Sasuke soltó una risita muy baja, una que por suerte murió en la palma de su mano cuando con esta cubrió su boca y no llegó a los oídos del rubio. No dijo nada, porque tampoco quería moverse de ahí.

No lo iba a admitir en voz alta, pero aún con el poderoso calor que hacía, el Uchiha se sentía tan cómodo que le mareaba (o tal vez se debía también al calor). Podía ver las gotas de sudor en la piel ligeramente bronceada del otro, deslizandose por los suaves músculos que comenzaban a aparecer gracias a los entrenamientos y aunque sabía que debía, no podía apartar su mirada.

Últimamente había estado tratando de bajar más la guardia, de ser más amigable con el rubio, no sólo atacarlo con insultos y a veces con patadas. También reír con él, seguirle las bromas, ayudarle en los jutsus que se le complicaban e ir a comer ramen juntos. Acercándose, porque eso era todo en lo que podía pensar desde hacía meses.

Todo de forma muy sutil, lento y preciso. No quería delatarse a sí mismo, Sasuke no era una persona de muchos miedos, pero sabía que no sería nada bueno quedar al descubierto.

Era su secreto, uno que debía cuidar muy bien si quería poder seguir pasando tardes así con Naruto. Si quería poder seguir estando a su lado, como algo más que un simple compañero de equipo.

-¿Qué crees que estará haciendo Sakura-chan en este momento?-habló el ojiazul con esa voz llena de ilusión que tanto le molestaba, siguiendo distraído los patrones del techo y sin notar la mueca que hizo Sasuke.

El más alto rodó los ojos, de todas las cosas "Sakura" no era una de las que quería escuchar salir de la boca ajena. No tan suave, no tan cariñoso, no con tanto anhelo.

-No me interesa-soltó Sasuke con simpleza, tratando de disimular su tono de voz agrio y más importante, la razón de él.

Naruto chasqueo la lengua y se giró sobre su costado sin darse cuenta que dejaba ver más piel de sus muslos gracias al movimiento, el pelinegro se tragó cualquier reacción. Alzó un poco el rostro para ver a Sasuke y arrugo la nariz sin darse cuenta; claramente irritado con su amigo.

Bueno, ahí se iba una tranquila y casi perfecta tarde de verano a la basura. De pronto Sasuke también estaba molesto, preguntándose porqué Naruto debía arruinarlo todo siempre.

-Siempre tratas tan mal a Sakura-chan, ¿no ves que a ella realmente le importas?-le reprochó, él en cambio sin molestarse en ocultar los celos que se colaban en su voz-Yo sería tan felíz si ella me mirara como te mira a ti y tú ni siquiera te das cuenta-

Y tal vez Naruto no debería quejarse demasiado, porque él también estaba en una situación muy parecida.

Idiota.

-Como sea, vamos por un helado-soltó Sasuke, sin querer dejarse llevar por la frustración de saber quién era dueña de los sentimientos de Naruto y se levantó con molestia. Miró hacia abajo, al rubio le fruncia el ceño todavía desde el suelo y estiró su mano hacia él-¿Vienes o no, dobe?-

Naruto fruncio el ceño, parecía querer decir algo y Sasuke por un segundo se sintió inquieto. No creía que de pronto sus avances también se irían al caño sólo por ser indiferente para con Sakura; pero cuando se trataba de alguien tan histérico como el Uzumaki, cualquier cosa podría pasar.

Pero no dijo nada, en cambio soltó un bufido y tomó su mano para ayudarse a levantar. Sasuke lo miró buscar su camisa negra sin mangas entre el desorden que había en su habilitación y no se molestó en ponerse otros pantalones.

-Eres insufrible... pero bueno, el último en llegar invita, ¿sí?-soltó Naruto de pronto, esa sonrisa deslumbrante renovada en su rostro y empujó a Sasuke a su cama en un "ataque sorpresa" para tener más ventaja-¡Te veo allá, teme!-

Y con eso, el rubio salió corriendo fuera del departamento y riendo mientras saltaba las escaleras de dos en dos. Sasuke se quedó quieto por unos segundos, viendo con impresión la puerta abierta por donde había salido el menor y de golpe entendió lo que había dicho.

No importaba qué tan fuerte se hacían cada día y el saber que el mal siempre estaba a la vuelta de la esquina, parecía que Naruto símplemente nunca se tomaría las cosas en serio. Porque nunca podría dejar de ver el lado bueno de todo y tratar de sacar un chiste de ello.

Tampoco lo admitiría en voz alta, pero el pelinegro envidiaba la forma en que Naruto no se dejaba llevar por el odio y siempre estaba sonriendo.

Aquello le hacía pensar que... tal vez sí era cierto eso de que los opuestos se atraían.

-¡Vuelve aquí, usuratonkachi! ¡No creas que vas a ganarme!-gritó Sasuke riendo al salir corriendo también de la casa, dejándose llevar por el alma infantil del rubio y sintiéndose libre por primera vez en mucho tiempo.

Sí, eran guerreros, pero también eran niños y como cualquier niño enamorado... Sasuke no podía evitar seguir a Naruto como las abejas a la miel, aún cuando a veces ni siquiera se diera cuenta.







Holis uwu

Hoy se cumplen seis años de la muerte de Neji y estoy triste por eso, entonces recordé actualizar esta kk con mucho fluff aunque no tenga nada que ver con mi bebé😔✌

Ah y sólo para aclarar, no logro recordar si en la época en la que se ambienta Naruto usaban ventiladores o ya existía la soda, ustedes hagan como que sí de cualquier forma lol

Espero que les haya gustado y si fue así, saben que pueden votar y comentar qué les pareció, amo leer sus opiniones🤗💕

Luv u all,

Claude💜

𝐓𝐑𝐈𝐀́𝐍𝐆𝐔𝐋𝐎 𝐀𝐌𝐎𝐑𝐎𝐒𝐎 | 𝐍𝐀𝐑𝐔𝐒𝐀𝐒𝐔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora