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No era una misión complicada, tan sólo una misión tipo C que les tomaría no más de una semana completar. Debían ser la escolta de unos importantes pergaminos, aunque no eran papeles comunes y corrientes; muy pocos sabían del valor y la existencia de estos, asique en teoría debía ser una tarea fácil.

Y si algo salía mal, Kakashi estaba ahí y eso dejaba al Tercer Hokage mucho más tranquilo.

Por esto, Sakura sentía que no estaría mal tomar la oportunidad y acercarse a Sasuke tanto como le fuera posible (sin interferir en la misión, por supuesto). Las últimas semanas el pelinegro parecía estar de mejor humor, ya no tan serio y reservado como antes; ahora no se frenaba en reír con ellos y seguir los juegos tontos de Naruto.

Quería pensar que era por ella, pero Sakura estaba muy lejos de poder adivinar la razón real detrás del cambio de Sasuke. Como siempre, tan ciega.

Sabía que podría esperar hasta que terminaran la misión y volver a la aldea, pero la chica se volvía un tanto impaciente cuando se trataba del Uchiha. No quería verse como un fastidio, pero tampoco podía evitar la ansiedad que le causaba querer estar con Sasuke todo el tiempo.

¿Eso la hacía patética?

No quería saber la respuesta, no podía distraerse con nervios o el miedo de ser rechazada otra vez. Debía ser directa y fuerte, ir segura hasta Sasuke y comenzar una charla amena. Ella podía hacerlo, eran amigos y cada vez más cercanos; podía hacerlo, pan comido.

El pelinegro estaba a un par de metros frente a ella, con Kakashi liderando el pequeño escuadrón y los pergaminos seguros en la mochila de su espalda. Naruto estaba detrás de ella, vigilando si algún enemigo se aproximaba y practicando en su mente los jutsu que había estado tratando de dominar esa semana.

Pero estaba aburrido, porque Sakura nunca respondía cuando intentaba hablar con ella (diciéndole que "Debo concentrarme en la misión, Naruto, no me molestes") y el bosque estaba tan tranquilo que apenas se oía una que otra ave volando sobre sus cabezas. Nada de que preocuparse, se estaría quedando dormido si no fuese porque debían caminar por otras tres horas.

Sakura apresuró su paso, con la intención de alcanzar a Sasuke al mismo tiempo que el rubio de pronto sentía a alguien acercarse con intenciones de atacar y no tuvo tiempo de gritar para alertar al resto del equipo.

Fue en un pestañeo, dos ninjas enmascarados apareciendo de la nada, uno se fue contra Kakashi terminando rápidamente en el suelo inconsciente y el otro trató de matar a Naruto; pero Sasuke fue más rápido, empujando al rubio sobre un arbusto que sabía detendría su caída y se encargó del otro criminal.

Sakura se quedó de piedra por el miedo y Naruto se quejó escandaloso, pero para cuando se acercó con su kunai en mano dispuesto a luchar, ya el tipo estaba en el suelo inconsciente también.

-¡¿Qué demonios fue eso, Sasuke?! ¡Yo podía con él!-gritó Naruto viendo furioso al más alto, arrugando la nariz y guardando su kunai otra vez con cierto berrinche.

-No, estabas tan distraído que lo dejaste acercarse demasiado y él iba a lanzar un ataque directo, no habrías podido siquiera esquivarlo-respondió Sasuke con sencillez, encogiendose de hombros y alejándose del hombre que había puesto a dormir en el suelo, pisando su mano "sin querer" en el camino.

Eso sólo hizo enfurecer todavía más al rubio, quien tenía las mejillas enrojecidas de la ira y apretaba los puños como si tratara de contener las ganas de lanzarle uno a Sasuke en la cara.

No sería la primera vez que lo hiciera, esos dos vivían discutiendo y peleando aunque a la hora volvieran a reír juntos como si nada hubiese pasado.

-Soy un ninja, idiota, ¡claro que habría podido!-insistió Naruto, siguiendo a Sasuke con pasos fuertes para demostrar lo molesto que estaba y parecía casi gruñir.

Los dos genin pasaron de largo a Sakura, mientras que Kakashi se encargaba de los dos criminales que habían tratado de atacarlos y seguían discutiendo. O bueno, Naruto siguió discutiendo y enseñándole sus dientes como un zorro rabioso a Sasuke por todo el resto del viaje.

Los cuatro ninjas estuvieron más atentos el resto del viaje, porque después de todo sí habían personas al tanto de lo valiosos que eran aquellos pergaminos. Pero por suerte no tuvieron más complicaciones que esa y una confusión en sus habitaciones de la posada en la que se quedaron.

Naruto y Sasuke teniendo que compartir un futón entre insultos, mientras Kakashi dormía en el sofá tranquilo con su pequeño libro de Icha Icha y Sakura dormía en un individual para ella sola; pero aún con la tranquilidad, se sentía derrotada.

Había fallado en acercarse a Sasuke, porque el pelinegro había estado únicamente cerca de Naruto con la explicación de que otros bandidos podían venir y tratar de atacar el punto más debil. Eso siempre terminaba en el rubio tratando de matar al Uchiha y este tan sólo lo miraba no muy impresionado.

Cuando volvieron a Konoha fueron recompensados por su buen rendimiento en la misión y como una venganza, Naruto obligó a Sasuke a comprarle un plato de ramen con todo lo que el señor Teuchi ofrecía para acompañar los fideos.

Debería estar molesto por la actitud infantil ajena y lo fingió muy bien al resistirse por unos buenos cinco minutos hasta que el rubio lo amenazó con una de sus shuriken, no dejándole otro remedio que ceder y comer con él (sí, claro, fue toda una tortura).

Pero la verdad era que, Sasuke sabía ocultar bien lo felíz que estaba, porque sin siquiera saberlo había cometido el plan de cierta pelirosa a la perfección.







Espero que les haya gustado el capítulo, si fue así pueden votar o comentar, amo mucho leer sus opiniones🤗💕

Luv u all,

Claude💜

𝐓𝐑𝐈𝐀́𝐍𝐆𝐔𝐋𝐎 𝐀𝐌𝐎𝐑𝐎𝐒𝐎 | 𝐍𝐀𝐑𝐔𝐒𝐀𝐒𝐔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora