Ahora que lo pienso el ya pasaron 3 días desde que salve al rey y reina de Tunk- dice Quetza mientras se para e inicia a caminar.
Maestro ya se va- dice Nora tranquila mientras lisa duerme con ella.
Si, quiero ir a ver a los humanos- dice Quetza tranquilo para luego iniciar a volar lejos del lugar con mucha velocidad.
Un rato después.
Silbido.
Alerta de misión- camino de la neutralidad.
Salva a los humanos del ataque de los dragones- unos dragones de la raza Brucp están atacando un campamento militar del reino de Tunk ayúdalos y tranquiliza a los dragones.
Objetivo.
Tranquilizar a 10 Brucp 0 de 10.
Recompensas.
500 puntos de amistad con los humanos.
La gratitud de los militares.
Fracaso.
Los dragones huyen.
Opción 2.
Mata a los dos bandos.
Recompensas.
Se desconoce.
Fracaso.
Menos 200 mil puntos de amistad con los humanos.
Esto esta muy desbalanceado pero supongo que es para que no destruyas a lo bruto y luego quieras recomponer las cosas para luego destruirlo todo- dice Quetza entendiendo el sistema que tiene, es para que no te aproveches del bug- dice Quetza riendo en su mente mientras vuela al campamento donde esta la misión, después de ayudarlos iré a ver a las demás razas- dice Quetza en su mente mientras ve el campamento desde lejos.
En el campamento.
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Sujeta lo rápido- dice un hombre mientras un dragón tiene una cuerda en el cuello he intentan tranquilizarlo pero no pueden y se suelta.
ROOOAAAAAARRR- un poderoso rugido hizo que los dragones se calmaran y miraran al cielo, los soldados miraron al cielo y vieron descender ha Quetza tranquilamente, los soldados estaban en shock.
Que pasa aquí- dice Quetza hablando en el idioma de los dragones el cual tiene de nacimiento.
Solo nos incomodan las sogas, estos humanos las aprietan mucho- dice un dragón enojado.
Si que la aprieten menos, los ayudamos y así nos pagan- dice otro dragón enojado.
Que mal servicio- dice otro dragón.
Humanos- dice Quetza mirando a los humanos quienes estaban en shock ante el dragón que les podía hablar, ellos solo quieren que no aprieten las sogas tanto- dice Quetza tranquilo.
