Capitulo 1

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Había pasado un año, desde la última vez que Lydia había visto a Bella, o a los Cullen, o a Charlie, aunque lo llamaba muy a menudo, el estaba interesado en sus nietos, nietos que en el transcurso del año, crecieron más rápido de lo esperado, tal vez tiene que ver el hecho de que son parte brujo/a, vampiro/a, licántropo y frío.

Ellos a vista parecían de 15 años, pero la verdad es, que tenían un año y cuatro meses, eran muy inteligentes, eran como una esponja, todo lo absorbían rápidamente, y aprendían muy rápido, a pesar de que ellos recibían educación en casa, sería raro que fueran a una escuela y crecieran a esa velocidad.

Josie y Lizzie venían a menudo y les traían regalos, la favorita de Lizzie era Cheryl, siempre le pasaba regalando ropa a la moda, y zapatos de tacón, labiales, en cambio Josie a pesar de que dice no tener favoritismo, todos saben que prefiere a Alec, y como el esta interesado en la música, le pasa regalando instrumentos, o cualquier cosa que le ayude a aprender más.

Todo en New Orleans iba bastante bien, todos eran felices, todos excepto una persona; Lydia.

Lydia se esforzaba por disfrutar, y lo lograba, por momentos, luego caía en la realidad, ella nunca tuvo tiempo para llorar por su corazón roto, nunca se pudo desahogar, nunca lo hizo por que tenía que ser fuerte para sus hijos, pero ella se estaba desmoronando por dentro, Lydia quería dejar de sentir, pero le daba miedo a que si dejaba de sentir, se apartará de sus hijos, o que les hiciera daño, esa era la única razón por la que no apagaba sus emociones.

Lydia sabe que Cheryl quiere saber más de su padre, pero no pregunta por qué su hermano no la deja, ellos en eso eran diferentes, Cheryl quería conocer a su padre, en cambio Alec parecía odiarlo, a pesar de que Lydia siempre trató de que no lo odiara.

Lydia estaba decidida a hablar con Cheryl y Alec, y contarles cómo conoció a Jasper  y por qué ya no están juntos, por que ellos no lo conocen.

–¡Cheryl! ¡Alec!, vengan un momento– la voz de Lydia se escuchó por toda la mansión.

Ella observó que el primero en llegar era Alec, el siempre había sido callado, serio, a uno lo analizaba con la mirada, seguía las reglas, era el responsable, a Lydia le recordaba a Jasper, pero trataba de no pensar en eso, al menos no cerca de Alec, quien había demostrado poder leer los pensamientos en una ocasión cuando leyó los planes malvados de Klaus.

A los minutos después, Cheryl llegó, como siempre con una entrada dramática, Cheryl era muy opuesta a Alec, tenía la lengua un poco floja, no le importaba decir lo que pensaba, era un poco dramática, no le gustaban las reglas, le gusta las fiestas, le gustaba la moda, pero era muy dulce y cariñosa, era carismática, Lydia trataba de estar feliz cuando estaba con ella, ya que Cheryl había demostrado tener el mismo don que su padre, empatía.

–Chicos, ¿qué les parece si caminamos un rato?– Lydia no espero respuesta y a paso lento salió de la casa, para dar una vuelta por Nueva Orleans, seguida de Cheryl y Alec, quienes compartieron una mirada.–Se que tienen preguntas, sobre su padre, voy a responderlas–

–Yo no tengo ninguna pregunta sobre ese señor– Alec camino recto, con la vista al frente, colocando sus manos en la espalda.

–Bueno mami, la verdad, yo si tengo preguntas, como ¿por qué no vivimos con papi, o por que no lo conocemos– Cheryl siempre se había dirigido así hacia Jasper, para gran molestia de Alec.

–Como ustedes saben, el es un frío, en el cumpleaños número 18 de su tía Bella -ustedes no la conocen- perdió el control por una gota de sangre, para el es fácil perder el control por que siente las emociones, siente el hambre de toda su familia, toda su familia decidió irse del pueblo, yo no estaba en Forks, estaba en el Internado Salvatore, ahí descubrí que estaba embarazada, cuando fui a Forks por que no contestaba mis llamadas y mensajes descubrí que se había ido–

–Ves Cheryl, el es un mal hombre– Alec trataba de que Cheryl viera las cosas igual que él.

–No Alec, tu padre no es malo, el pensó que lo iba a odiar, pensó que hacía lo correcto– Lydia intervino.

–Si pensaras eso de verdad, lo habrías perdonado, y viviríamos con él, el sabría sobre nuestra existencia, pero no es asi– Alec se marchó a velocidad vampírica.

–Tranquila mami, solo dale tiempo, y ahora, cuéntame como se conocieron, tiene que ser una historia fabulosa–

Así pasaron el resto del día, caminando por todo Nueva Orleans, mientras Lydia le contaba a Cheryl anécdotas sobre su noviazgo, y sobre cómo se conocieron. Cuando llegaron a la Mansión Mikaelson, Alec estaba esperándola.

–Mama, yo...quería disculparme, me desquite contigo, pero entiendeme, no me gusta hablar de él, a pesar de que no me falto nada, y que abuelo hizo un papel excelente, no es lo mismo, yo quería que el estuviera aquí y se que el no sabe de nuestra existencia, pero...todo fue por culpa de él– era difícil que Alec mostrara de esta manera sus emociones, con la única que lo hacía era Cheryl, y era por que ellos tenían un enlace, una unión más allá del entendimiento. Justo como Lydia y Hope, luego de que Lydia se quitara la pulsera.

–Yo te entiendo, crecí viéndome diferente a mi familia, luego descubrí que soy adoptada por alguien ajeno a mi familia, créeme, te entiendo y te perdono– Lydia se acercó a darle un abrazo, uno que el correspondido gustoso y al que Cheryl se unió.

Esa era una familia, a pesar de las discusiones o desacuerdos, siempre iban a estar el uno para el otro.

En Forks, los Cullen y la manada estaban preocupados ya que un vampiro entró a la habitación de Bella y se llevó una camisa, el olor del vampiro no era conocido para ninguno.

Jasper estaba devastado, estaba cansado ya, tenían que proteger a Bella, no era un trabajo fácil, y ya hace un año que no veía a Lydia.

El tenía que aparentar tranquilidad hacia su familia, no podía perder los nervios, el era el que les transmitía calma, si el no lo hacía, todo sería un desastre monumental.

En dos partes distintas, había dos personas con el corazón roto, una no lograba perdonar, y otra se arrepentía de su decisión.

𝑻𝒉𝒆 𝑶𝒕𝒉𝒆𝒓 𝑺𝒘𝒂𝒏 [𝑱𝒂𝒔𝒑𝒆𝒓 𝑯𝒂𝒍𝒆] EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora