◇Capítulo 4◇

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Por alguna razón Jennie hizo que ese guardaespaldas se quedara en mi departamento, dijo que esa era la mejor forma de cuidarme y vigilar lo que pasaba a mi alrededor

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Por alguna razón Jennie hizo que ese guardaespaldas se quedara en mi departamento, dijo que esa era la mejor forma de cuidarme y vigilar lo que pasaba a mi alrededor.

—Es enserio Jennie —reproche al telefono—. ¿Por qué tengo que hacer esto? No quiero que viva aquí, es suficiente ya con que me siga a todos lados.

—Lo siento Win, pero hay muchas amenazas en tus redes sociales últimamente, ¿crees que no las veo? Recuerda lo que paso con tu amigo Gun y después de lo sucedido la ultima vez, esta es la única forma en que me siento tranquila con respecto a tu seguridad.

—Pero no quiero hacer esto, no voy a dejar que se quede aquí.

—Si no haces lo que digo entonces hablare sobre esto con tus padres y sabes lo que pasara si lo hago — dijo amenazante.

— ¡Ok, ok lo haré! —respondí molesto y corte la llamada.

Entonces escuche la puerta abrirse y era ese guardaespaldas entrando con una maleta, hace una semana que trabaja para mi, desde entonces siempre lo veo con la misma imagen, tan perfecta y pulcra, "debe dormir parado para mantenerse así", pensé y ríe por dentro.

—Parece feliz de que este aquí señor Metawin —dijo al verme sonreír.

—Mi habitación esta a la izquierda y la tuya a la derecha —hablé ignorandolo—. Mientras estemos aquí, por favor evita cruzarte conmigo y por ningún motivo te atrevas a entrar a mi habitación.

—Debo conocer cada parte del departamento, por su seguridad señor Metawin.

—Escucha, esta no fue mi idea y tampoco me gusta, así que no cruces la linea y no me molestes —advertí mirándolo a los ojos.

—Esta bien —respondió el asintiendo—. Respetare su espacio.

Me voltee después de escuchar eso, y camine a mi habitación, el debia estar pensando que era un caprichoso, pero no me importaba.

—Como me lo imaginaba, esto no sera tan fácil —dijo en voz baja, creyendo que no lo escucharía.

—¿Dijiste algo?

—Que descanse Sr Metawin —sonrío y fue hacia su habitación.

A la mañana siguiente tenía un día entero de grabaciones, así que debía levantarme temprano para cumplir con todo, pero como sucedía últimamente me costo demasiado despertar otra vez, me sentía tan cansado de nuevo.

Camine a la cocina con los ojos a penas abriendose, cuando entre se abrieron por completo al ver la mesa llena de comida y a el guardaespaldas parado al costado.

—Buenos días señor Metawin, por favor sientese y desayune —dijo corriendo la silla para mi.

—No creí que fuera tan considerado señor Vachirawit —mencioné con una sonrisa—. Incluso preparaste mi desayuno.

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