●◇ Capítulo 18 Final◇●

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Win volvió a levantarme para llevarme hasta la ducha y cuando entramos a su habitación, me encontré con muchos cuadros con mi retrato en ellos.

—¿Qué es esto? —cuestione sorprendido.

—Estas son de todas la veces que nos cruzamos, cuando no te recordaba, incluso sin conocerte me resultabas familiar —respondió con una sonrisa—. Cada vez que volvía pintaba tu rostro, porque no podía sacarme tu imagen de la cabeza, por eso hoy había tomado la decisión de hablar contigo si nos volvíamos a cruzar.

—Nunca fue una casualidad que nos crucemos —mencioné mirándolo a los ojos—. ¿Lo sabes cierto?

—Ahora lo sé, gracias por seguir buscándome.

—Aunque mi decisión de quedarme en la tierra nunca cambio, el que me hayas hablado hoy me ayudo a soportar el dolor hasta que apareciste tú... en ese momento me diste la esperanza que no había tenido en los últimos días.

—Basta de hablar —sonrió—. Necesitas limpiarte.

Entramos al baño, me quito la camisa y se metió a la ducha conmigo para lavar la sangre y las cenizas de lo que habían sido mis alas.

—¿Cómo es que llegaste a mi hoy? —cuestione mientras me paraba debajo del agua.

—Después de despedirnos en el ascensor entre al departamento y encontré en el balcón el dibujo que hice de ti esa noche en la playa, cuando lo vi fue como si una catarata de recuerdos cayeran de repente en mi cabeza —respondió mientras limpiaba mi espalda—. Y entonces fui a buscarte.

—Ese fue el ultimo regalo que mi hermano mencionó al despedirse, el más hermoso regalo —murmure.

—¿Dijiste algo?

—Nada.

Mientras el agua caía sobre mis heridas Win notó que estas comenzaban a desaparecer como si solo fueran manchas en mi espalda.

—¿Cómo es posible? —cuestionó asombrado.

—No debe quedar nada en mi de lo que fui antes —afirme sonriendo—. Por eso esas marcas desaparecen, ahora ya no hay nada en este mundo que pueda separarnos, estaremos siempre juntos.

—Siempre.

Lo escuche susurrar y voltee hacia el, puse mis manos sobre su rostro y lo bese, ya nada me detenía, quería besar cada centímetro y el me correspondía.

Había visto muchas veces en los humanos ese sentimiento de posesión que tienen con la persona que aman, quererlo solo para ellos y nunca lo había entendido, con Win ahora frente a mi lo entiendo.

—Ahora que soy un humano, me has convertido en uno muy egoísta —dije acariciando su rostro.

—¿Por qué? —cuestionó sonriendo.

—Porque quiero que seas mío, solo mío —respondí y sujete con fuerza su cintura—. ¿Puedes ser solo mío?

—Lo soy —sonrió—. Pero en mi trabajo tengo que besar y tocar a otras persona —afirmó—. ¿Que piensas de eso?

—Mmm... esta bien lo aceptare, solo porque cada vez que tengas que besar a alguien, vas a volver a mi y yo te voy a besar tanto que cualquier rastro que quede en ti por más pequeño que sea de ese beso desaparecerá —afirme sonriendo—. Empezare hoy para demostrarte como va a ser de ahora en adelante.

Me aferre más fuerte a su cintura y volví a besar sus labios hasta casi dejarlo sin aliento.
Después de ello baje hacia su cuello quitándole la camisa, acariciando su pecho y luego desabroche su pantalón, escuchar la forma en la que comenzaba a respirar hacía que quiera más de el.
Ese sentimiento era igual de nuevo para mi como todos los otros, pero fue como si supiera lo que tenía que hacer, mi cabeza, mi cuerpo y mi corazón querían lo mismo, entonces seguí bajando con mis labios hacia su pecho, volviendo su respiración cada vez mas fuerte, baje hacia su abdomen, viendo como mordía su labio inferior y luego fui aún más abajo, hasta su miembro, no podía evitarlo quería besar cada parte de el, sentía como temblaba cada vez que movía mi cabeza mientras que el agua seguía cayendo por su cuerpo y el mío, sus gemidos hacían que mi corazón se acelere cada vez más, sintiendo mi cuerpo arder.

Soy tu GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora