CAPITULO 5

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La pequeña punzada en mi cabeza hizo que me fuera despertando poco a poco, me estire en mi cama aun sin abrir los ojos y dios, ¿Desde cuándo mi cama era tan incómoda?

Me quede unos segundos analizando lo que había pasado ayer, realmente no me acordaba de nada después del vaso con liquido rojo que me había ofrecido Sara… ¿O era de mi ida al baño?

Abrí mis ojos poco a poco y vaya sorpresa que me lleve. Esta no era mi cama. Me levante rápidamente y me di cuenta de otra cosa ¡Esta no era mi habitación! Estaba acostada sobre un sofá ¡Que tampoco era mi sofá! Mire a mi alrededor, este definitivamente no era mi departamento.

El lugar de miraba bastante bien. Todo era negro, plateado y rojo. Frente a mí había una gran pantalla plasma y los sillones alrededor eran de cuero. Un comedor de cristal para seis personas junto con una vitrina llena de copas y vasos de cristal así como un pequeño bar. El lugar se miraba bien, deseaba que Elliot me haya encontrado y me haya encontrado y me haya traído a su departamento, se miraba bien como para una persona como él. Pero eso es imposible, ni siquiera había hablado con él en todo el día de ayer. Además el chico es gay, ¿No? Y esto se veía muy… masculino, lujoso pero masculino.

Una puerta detrás de mí se escuchó. Por favor que sea una persona conocida, por favor.

—Despertaste —dijo una voz masculina y no era para nada conocida. Mierda— Pensé que habías muerto o algo así.

Voltee inmediatamente. Dios mío, que hago aquí… ¿Y con él?

—¿Por qué estoy aquí? —pregunté asustada brincando brutalmente de su sofá. Inmediatamente sentí el cambio brusco de temperatura en mi cuerpo, lo que hizo que mi cabeza se agachara a mirar, y vaya sorpresa que se llevó, era un cuerpo semi desnudo ¡Era mi cuerpo en ropa interior! ¡¿Dónde estaba mi vestido? Tome rápidamente la cobija y la envolví a mi alrededor. Mire aquel chico con furia y medio a la vez, él se encontraba con solo pantaloncillos para dormir y estaba sin camisa ¿Qué había hecho la noche de ayer?

—¿Que mierda has hecho? —volví a preguntar.

El chico levanto las manos y levanto sus pobladas y bonitas cejas. Oh, cállate Alexa, este tipo pudo a ver abusado de ti.

—¿No me vas agradecer que te salve la vida?

—¿Salvarme la vida? —pregunté extrañada.

—Unas chicas te iban asesinar, creo que te besaste con el novia de una de ellas, te saque de la pelea antes de que te mataran —Tan cómodo y normal se fue a sentar al sofá.

—¿Y cómo explicas el hecho de que este aquí y sin mi vestido? Que por cierto, ¿Dónde está? —pregunté mirando a mi alrededor, no había rastro de él.

—Te daré una corta explicación de cómo paso todo —dijo antes de inclinarse y entrelazar sus manos para ponerlas debajo de su barbilla— tú te empezaste a pelear, y en esa pequeña pelea te cayó encima bueno más bien, te lanzaron varios vasos con bebidas, oh y uno te cayó encima, te saqué de ahí y traté de buscar a tu amiga, esa que vive contigo porque supuse que venía contigo y no la encontré, o sin olvidar de que te saque de ahí desmayada, te desmayaste a mitad de la pelea, tu simplemente cerraste los ojos, así que como yo me iba ya decidí traerte a casa, cuando llegamos aun seguías inconsciente, busque las llaves en tu bolso y no las encontré, así que te traje a mi departamento, te informo —me apuntó— que espere a que llegara tu amiga y no llegaba y bueno, soy un ser humano, necesito dormir así que ni modo tuve que dejarte aquí y al tema de tu vestido, cuando despertaste dijiste algo como: apesto a borracho y aplasta mis pechos y simplemente te lo quitaste —Esa no era Alexa Brooks, esa no era yo, ¿Dónde había quedado? — Y tu vestido se está secando, sentí un poco de pena por ti y lo lave.

¿Where your heart is directed?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora