CAPITULO 3

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Estaba pegando sus labios con los míos. Y no era un beso sutil. Dios… ¡¿Estaba metiendo su lengua en mi boca?! Inmediatamente interpuse mis manos entre los dos alejándolo.

—¡¿Qué mierda te pasa?! —le grité.

Una sonrisa juguetona se le dibujo en el rostro del chico. Vamos a ver a que entierre mi puño en su rostro para ver si le sigue pareciendo gracioso.

—Tranquila, tan solo fue un beso —respondió este tan tranquilamente.

—¡¿Tranquila?! ¡Casi metes tu lengua en mi garganta!

—Y apuesto que te iba a encantar —me guiño un ojo. Iba a matarlo.

—¡Obviamente no! ¡Eres un asqueroso! —le grité y quise salir huyendo de ahí pero fue imposible. Él se interpuso en mi camino impidiéndome salir.

—Oye tranquila —¿Era enserio lo que me estaba diciendo? — Me disculpo, perdón. No pensé que fueras actuar así, en verdad no pareces la clase de chica que reaccionaria así.

Mi mandíbula cayó hasta el suelo. Este hombre no tiene límites.

—¿Acaso me estas llamando zorra? O mejor, ¿Puta? ¿Me dices que tengo cara de puta?

—Hey hey, ¡Hola, aquí! —Sara se acercó hacia nosotros y se puso a mí lado— Hola.

—Hola —saludó el chico.

—¿Qué está pasando? —Sara me pregunto con cara de “Alexa, no eches a perder esto, es lindo”

—¡Este imbécil acaba de llamarme puta! —Había muchos chicos lindos por el mundo.

Sara abrió los ojos y lo volvió a ver.

—¿Es verdad? ¿La llamaste puta?

—Llamarla puta, o zorra, sinceramente no fue mi intención —contestó el— pero sí así quiere entenderlo ella, pues bien, la llame puta.

Seguramente estaba roja del coraje. Sara lo miro sorprendida y dio un paso hacia él. Oh, amigo de Sara no te salvas.

—¿Es enserio? —el chico asintió y Sara se acercó más— Pues debo de decir… ¡Que valentía la tuya amigo! —¿Se abrazaron? ¿Es enserio? ¿Dónde está mi amiga? — ¿Acaso no es un vestido bonito el que trae puesto? Es corto puta, pero puta linda y fina.

Wow. Prefiero no tener amigas.

—Cierto es muy bonito —contestó el chico.

—Y bien, ¿Cómo te llamas? —preguntó Sara. ¿Qué no ve que me llamo puta? Oh, claro, pero ella también lo hizo.

—Elliot —Contestó el.

—Sara —habló con una enorme sonrisa— Y ella, Alexa. Y bien amigo Elliot, ¿Qué intenciones tienes con… tus comentarios?

¿Where your heart is directed?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora