"Los Escorpiones Negros"

9. A: Oscuro

Caenon... Caenon...

Ya es tiempo...

La luz tenue del amanecer me había despertado. Los matices cálidos del sol en el balcón se mezclaban a la perfección con el blanco de la habitación, las cortinas casi transparentes se movían con el suave viento del día. Me levanté levemente para no despertarla. Ella yacía dormida de forma tierna en su gran cama con sábanas de seda. Mis patas tocaron el suelo frío del la habitación y sin pensarlo dos veces me lancé por el balcón.

***

Me encontraba a las afueras de la ciudad, afuera de la cabaña de Lara esperando alguna respuesta por su parte.

Pum... Pum... Pum

-¡Lara! ¡Se que no es un buen momento pero necesito hablar contigo ahora! -exclamé.

No respondió.

-¡Lara! ¡Todos nosotros podríamos estar en peligro! -exclamé nuevamente sin respuesta.

Una parte de mi sabía que en cualquier momento abriría la puerta.

-Necesito hablar contigo, necesito... te necesito -hablé rindiéndome al fin, poniendo mi frente en su puerta y frunciendo el ceño.

Me dí la vuelta para marcharme cuando sentí una fuerza que me jalaba hacia abajo. Luego caí de espaldas y aparecí nuevamente de pié, pero en este momento, enfrente de Lara, tan rubia como siempre, pero con los ojos rojos y semblante decaído.

-Me necesitas... -afirmó.

-Si -asentí mientras ella caminaba ,me quedé parado en mi sitio, y la observé debajo de mi hombro-. ¿Estás en las condiciones adecuadas?

Mi pregunta le descompuso el rostro. Podía hacerme una idea de lo que estaba pasando, ya que, no la había visto seguido ni a Beylic.

-Dependiendo de que se avecine.

No respondí, mi mirada vagó por su cueva de libros, estaba desordenada y sucia, algo muy común cuando sucede éste tipo de cosas. Fijé mi mirada en ella y pareció darse cuenta de mi inquietud.

-Pasó otra vez...

-¿Cómo?

-No sé cómo fui tan descuidada -sus ojos se cristalizaron-: después de que Lya saliera de la cabaña, me dí cuenta, él había escuchado todo. Y no pude contener mis lágrimas.

"Estaba llorando y él se acercó...

-¿Por qué nunca me lo dijiste?

-Lo sabes más que nadie.

-Te amo y siempre te amaré, siempre estaré a tu lado.

-No lo digas como un simple sentimiento vacío.

-No es así, desde pequeño me pregunté siempre: por qué debías ser tu mi cuidadora y protectora... al fin me doy cuenta que ésta es la razón.

-¿Sabes que si haces esto olvidarás todo?

-No me importa. Quiero pasar lo último que me queda contigo."

Había sido un descuido fatal, ahora con Beylic bajo el sueño de la maldición, iba a ser un miembro menos en la batalla que se esperaba.

-Esperaba que durará más el secreto, quizá hasta el final de la batalla...

-Eso ya no importa -le miré a los ojos-, debes ver algo.

Asentí levemente dando a entender que en mis recuerdos estaba. Ella avanzó hacia a mi y colocó sus pulgares en mi frente. Los recuerdos de la noche anterior aparecieron en mi cabeza, mientras ella tenía los ojos perdido en el vacío y los movía de un lado a otro. Cuando terminó casi se derrumba en el suelo como una pluma, tomé su hombro rápidamente.