Capítulo IV

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- Nos podría decir a qué hora lo viste así.- Cerca de las 15:00- Genial. Eso es todo por hoy. Ahora le aconsejo que se vaya a dormir.- Está bien.No me lo podía creer. Después de ver a mi padre muerto llamé a la policía de inmediato. Vinieron más rápido de lo que me esperaba. Me llevaron fuera de la casa, en la calle, donde todo el mundo salía de sus casas rápidamente para averiguar lo que pasaba. Me hicieron una serie de preguntas que para mí eran innecesarias. Era cómo:¿Viste un cambio de personalidad últimamente en tu padre?¿Alguna vez te dijo algo que sonó irracional?¿Te dijo como un tipo de despedida?Yo respondí no a todas, ya que sabía que mi padre no actuaba raro, aunque lo sea. Y entonces me di cuenta de que la policía creía mi padre se había suicidado, pero eso era imposible. No noté nada raro en él, sino lo normal. No sentía depresión, insomnio. Se le veía vital y saludable. Por eso sabía que no pasaba nada. Y ahora veo a mi padre muerto, con señales de que ha sido suicidado. Mañana es el primer día de vacaciones y tengo que sobrellevar que soy huérfana y no tengo amigos. Un 2 x 1. A la mañana siguiente me levanté con dolor de cabeza y con arcadas así que me dirigí al baño, no vaya a ser que vomite encima de mi cama. Cuando abrí la puerta del baño, choqué con algo que me lanzó para atrás. Casi me rompe la nariz.-Quítate del medio niña Cuando por fin pude abrir los ojos vi a varios policías en mi cuarto de baño y el que me había tirado era uno de esos gorilas que salen por la tele en Energy. Y ahí es cuando me puse en cólera,porque no me podía creer que unos policías entraban así como así en mi casa. Todos creían que se había suicidado, y nadie me iba a creer. No era posible que de repente me creyeran, esto era la vida real, no una partida del Fornite, donde haces aliados que creen en ti. Era el primer día vacaciones, y ya creo que debería ir a un manicomio.-¡Pero qué hacéis en mi casa! -Disculpe señorita, pero esto es propiedad policial-me dijo el que parecía el inspector por la placa que llevaba en su traje.-Disculpe pero no. Esta es mi casa, y aquí no hay nada que ver. Todos vosotros creéis que mi padre se suicidó, y ahora no vengáis a diciéndome que ahora os interesa su muerte. Y lloré. Porque la presión era demasiada. Un policía me acompañó a la salida de la casa. Yo seguía teniendo la misma ropa de ayer, porque no me había molestado en cambiarme. Me llevaron a un buen hotel, y ellos pagaron los gastos. Cuando ya llevaba unas horas en el hotel, cogí mí portátil que me trajeron con mis demás pertenencias.Estaba muy triste y desolada, y lo peor era que ni siquiera tenía a nadie que me pudiera consolar. Entré a ver el New York Times. Y ahí estaba. En primera portada el gran título, del pobre científico que se suicidó. MIENTRAS Tenía que correr, ponerlo donde debía y esperar su efecto. Todo eso en menos de 4 minutos, o sino podría correr el riesgo de ser descubierto. Lo había hecho bastantes veces antes en otros países, como Argentina, Perú, Canada, etc. No sería tan difícil. Además,mi rastro lo he cubierto.Y lo hice. Fui corriendo, llegué y lo enterré lo más profundo posible. Y volví a esconderme en los matorrales. Había tardado 2'55 minutos, nuevo récord. Me alejé unos 200 metros o más. Esperé 7 minutos, hasta que estalló, en pedazos. Sonreí y dije:-Misión cumplida.

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