Capítulo X

1 0 0
                                        

Cerré el portátil. Nunca me hubiera esperado que la conversación acabara así. Me alegro saber que se las apañaba. Sabía que tocaba hacerle caso. Pero yo no sabía hacer lo que me pidió. Era de noche, así que me acosté e intenté dormir, cosa que me fue imposible. Por la mañana me encontraba bien, como si el insomnio no hubiera ocurrido. Bajé las escaleras con energía. Cuando llegué al comedor, me preparé un café mientras pensaba como mejorarlo. Se me ocurrió escribir algo con letras grandes. Pero me diría que sería muy infantil. Tenía que ser la bomba. Cuando el café estuvo listo, me lo bebí. Subí arriba, me cambié, cepille los dientes y duché, y finalmente bajé a la calle. Me dirigí a la casa de mi amigo. Al parecer a él sí le afectó el insomnio.-¿Qué tal, tío?-Bien, ¿y tú?- dije yo- No dormí. Es pesada de cojones. Me dice que mejore y bla bla bla-Sabes que tienes que hacerla caso. O sino...-Lo sé, lo sé. Pero se me hace pesado. -Es lo que tiene nuestro trabajo.-Ya. Por cierto ¿a qué has venido?-A mí me insiste que lo haga a la bomba. Pero no se me ocurre nada. ¿Me ayudas?- A mí no me metas. Ya tengo suficiente trabajo.-Por favor. Te pagaré.- No quiero tu dinero. Preguntáselo a el viejo.-¿Eres tonto o qué? Solo con acercarme a su puerta sería un suicido.-Pues no se me ocurre nada más. Ahora lárgate antes de que se entere.Me echó. Cuando sentía la fría brisa de verano, pensé en mi vida antes de empezar a dedicarme a esto. Y al pensar en eso, milagrosamente o para mí desgraciadamente, supe como mejorarlo. Corrí a donde quería ir. Cuando llegué, cogí pintura y lo pinté entero. Dibujé algo, que ni yo mismo podría definir. Sospeché que a ella le gustaría. Cuando acabé volví a mi piso. Me senté en mi silla preferida mientras miraba a las personas pasar por la calle con una humeante taza de café. Pensé en lo que había hecho y supe que tenía que seguir con esto. Me gustara o no.

TIC TACDonde viven las historias. Descúbrelo ahora