Sr. y Sra. Uzumaki

Capítulo 1

Antes de comenzar a leer, ay algo que me gustaría decir.

Devo decir que la historia que aquí les traigo no es 100% fiel a la película, pues la adapte según sus personalidades y situaciones que me parecieron mejor realizarlas a mi manera o inspiración, sin embargo la razón de hacer esta adaptación por la cual me inspire, si es por las personalidades de los personajes, ya que aunque no son exactamente iguales, pues difieren un poco, por lo cual tuve que cambiar un poco la historia, si se asemejan mucho. Brad Pit o John, simpático, carismático y sexy como nuestro querido rubio Naruto, y Angi o Jane, bella, sensual, sofisticada, seria y con porte como nuestro lindo azabache Sasuke. Y bien ya no los abrumo con más palabras, espero les guste.

Sr. y Sra. Uzumaki

—Nos casamos hace 5 años —comenzó a hablar un rubio bien parecido, de piel morena y unos impresionantes ojos azules, con una sonrisa que deslumbraba.

—6 —lo corrigió cortante un azabache de hermosos ojos negros, piel blanca, con hermosas y finas facciones, que estaba sentado al lado de él.

—5 o 6 años... —continúo el rubio ignorando la interrupción. Sabía que cada metida de pata le costaba un buen sermón, así que prosiguió—. Y eso es igual ah, una revisión, revisar el motor, revisar el aceite, remplazar una banda...

—Por favor —siseo el azabache al tiempo que se masajeaba su sien rogando porque se callara.

El rubio noto esto y de inmediato se silenció, no quería enfadar a su marido, ya sabía cómo se ponía después.

—Bien —dijo el hombre de cabello blanco con peinado en punta, que hasta el momento solo se había limitado a escucharlos—. Comencemos.

Ambos presentes le pusieron toda su atención al hombre de cabello blanco que se encontraba sentado frente a ellos.

—De una escala del 1 al 10, ¿Qué tan felices son?

—8 —contesto de inmediato el azabache sin inmutarse.

—Espera —intervino el rubio—. ¿10 es perfectamente felices y 1 es sentirse... miserables? —Se dirigió al peli blanco.

—Responda instintivamente. —Fue lo único que le contesto.

—De acuerdo —dijo el rubio y voltio a ver a su pareja—. ¿Listo?

El azabache hizo un movimiento de cabeza en seña de afirmación.

—8 —Contestaron al mismo tiempo.

—¿Cada cuando tienen sexo? —pregunto el Terapeuta tomándolos por sorpresa, haciéndolos que se sonrojaran al instante.

—No entiendo su pregunta —contesto tajante el azabache.

—Emm si... tampoco yo —dijo el de ojos azules rascándose la nunca—. ¿Es en cuestión de escalas?, porque si 10 es mucho y 1 sería poco entonces...

—0 —contesto el azabache nuevamente sin inmutarse, el rubio ya estaba decepcionando de qué ni siquiera lo pensara y lo dijera como si no le importara.

—Díganme... ¿cómo se conocieron? —pregunto el Psicólogo cambiando de tema. Pues se comenzaba a formar una atmósfera de depresión.

—En Colombia —volvió a hablar el Azabache.

—Bogotá —completo el rubio—. Hace 5 años.

—6 —le volvió a corregir el azabache con molestia.

—Cierto, hace 5 o 6 años... —dijo nervioso el rubio con una sonrisa. Mejor se iba haciendo a la idea que dormiría con  el perro.

"Hace 5 o 6 años antes"