Capítulo 11

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—¿Orochimaru? —le pregunto sorprendido. El azabache solo asintió—. ¿¡El exitoso y millonario magnate de negocios!? —grito aún mas impresionado.

—... —El azabache permanecía en silencio mientras tomaba un sorbo de su bebida y volvía a asentir seguro.

—¡¿Entonces fuiste tú!? ¡¿Pero como?! ¡El sujeto tenia un montón de gorilas cuidándolo! —gritaba efusivo tanto por el asombro como por lo impresionado que estaba. No sabía que fuera tan fuerte y hábil. Tal vez debería tener más cuidado de ahora en adelante.

—Ya te dije que si usuratonkachi. —El azabache frunció el ceño al tiempo que cerraba los ojos con frustración.

Enserio no podía creer que lo creyera tan débil, le recrimino mentalmente.

Ya habían pasado algunas horas, desde... "que se reconciliaron" y ahora se encontraban sentados en el piso, hablando de todo lo que no se habían contado, conociéndose más, abriéndose uno al otro. Platicando de todo lo que se habían estado ocultando mientras bebían champagne.

Ambos sintiendo el suelo frio en sus piernas, con solo algunas prendas cubriéndolos para no estar totalmente desnudos.

El azabache traía puesta la camisa del rubio y su bóxer, mientras que el rubio solo traía puesto el bóxer, dejando ver sus tonificados pectorales.

Habían decidido que serian totalmente honestos de ahora en adelante, y que ya no habría más secretos entre ellos, habían echo una tregua.

Si, eran esposos después de todo, y ni el echo de que sus organizaciones fueran enemigas lograría separarlos o destruir el echo de ser esposos y mucho menos... el hecho de que se aman. Por eso decidieron que trabajarían en conjunto, es decir... se habían vuelto aliados, pero lo guardarían en secreto, ante todos, excepto entre ellos.

—Enserio, tienes que decirme como le hiciste —decía aún asombrado para después dar un trago.

—No me creas tan débil usuratonkachi —Dio otro trago y lo miro.

—No estoy diciendo eso... es solo que, incluso yo dudo que pudiera matarlo, con todos esos gorilas a su alrededor.

—Eso es porque eres un tonto.

—¡Sasuke! —se quejo haciendo un puchero. El azabache ni se inmuto y dio otro sorbo más.

—No fue tan difícil.

—Pues no imagino como... —De pronto se le prendió el foco, imaginado una manera—. ¿No me digas que... —Lo miro enojado. A lo cual el azabache le sonrió con sorna y un brillo en sus ojos que lo hizo enfurecer—. ¡Sasuke! ¡¿No me digas que tú?! —Se levanto sobresaltado y lo apunto. El azabache soltó una risita.

—¡Por supuesto que no idiota! —Le contestó como si supiera lo que se estaba imaginando.

—¡Sasuke! ¡Prométemelo, prométeme que no paso nada!

—¡Tsk! —Se quejo con molestia—. ¡No paso nada! —le grito fuerte para que le quedara claro y luego volvió a sonreír con sorna—. Le rompí el cuello antes de que siquiera pudiera tocarme—. Termino por decir y volvió a dar otro sorbo de su copa ya casi vacía. El rubio se volvió a sentar.

—Sasuke... ¿Nunca me as engañado verdad?—. El azabache lo fulmino con la mirada por tal pregunta, y supo que esa era su respuesta—. Esta bien, esta bien ttebayo, te creo.

Eso le había aclarado su duda, además ciertamente, sabía que no seria capaz, lo conocía muy bien, además sabía que lo ama. Dio otro trago sintiéndose estúpido por formular tal pregunta.

Sr. y Sra. UzumakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora