Sr. y Sra. Uzumaki

Capítulo 5

—¿¡Como pude ser tan idiota!? —Se reprochaba con coraje el azabache mientras conducía.

6 años, ¡habían sido 6 años! Y nuca se había dado cuenta, se reprochaba en su mente. Era inconcebible, en especial para un Uchiha, que se caracterizaban por su inteligencia.

—Maldito, maldito Naruto. —Meneaba su cabeza con enojo—. Usuraton... kachi... —Pero esto ultimo, lo dijo más bien con decepción y tristeza.

De pronto piso el pedal del freno, frenando en seco, se quedo un minuto así, pensando, y luego sin más, se echo en reversa. Había decidido regresar a donde el rubio estaba, conociéndolo seguro seguiría ahí, como el bobo que era.

Y asi fue... Lo encontró ahí, en medio de la calle, justo como pensó, esperándolo, él sabia que aria eso, le tenia medidos los pasos, por eso, sabia que era un tonto, porque era tan predecible, que sabia lo que iba a hacer, pero no era el único tonto, puesto que el rubio se había quedado esperando porque también sabia que él iba a volver, así que no era tan bobo después de todo o ambos eran un par de tontos. No, es que era que se conocían demasiado bien.

—Sasuke... —Le leyó los labios a través del vidrio, puesto que no lo alcanzaba a escuchar.

Sin embargo, no paro, siguió andando, pisando más el pedal, estaba a punto de arroyarlo, pero una fuerza interna, le hizo pararse abruptamente a solo 1 metro de él, provocando que se estampase contra el volante. Cuando miro hacia arriba, se sorprendió en demasía, no vio al rubio, pero si el impacto de bala que había atravesado su cristal.

Miro el hoyito con odio, el había frenado justo a tiempo para no hacerle daño, y así le pagaba. Estaba claro, le había declarado la guerra. Y cuando el rubio se dio cuenta, ya era muy tarde.

El rubio se levanto de donde estaba, se había arrojado hacia un lado, pensando que lo atropellaría, y en el proceso, una bala se le había escapado. Cuando miro, el auto estaba a ún metro de él, así que se dio cuenta que el azabache se había detenido incluso antes de siquiera rozarlo, sabiendo así, que no lo iba arroyar. Pero ahora que ya estaba de pie y mirando el oyó en el cristal, también se dio cuenta que la había regado, en especial, al ver la mirada furiosa del azabache.

—¡Naruto! —Lo escucho gritar al tiempo que volvía escuchar rugir el motor.

—Fue... ¡Fue un accidente dattebayo! —Levanto las manos en forma de rendición, aun con la pistola que lo había llevado a ese aprieto, en el que ahora estaba—. Sas... ¡Sasuke! —grito viendo como el azabache había vuelto acelerar, directo hacia él impactándolo de un momento a otro.

Por suerte, y por todo su entrenamiento realizado, había sabido como impulsarse para caer sobre el auto, y no volar por lo aires, así que había terminado cayendo justo en el parabrisas del azabache, sosteniéndose de este.

—¡Uzumaki Naruto! —le gritaba furioso el azabache, casi podía verle destellos rojos en su mirada.

—¡Sasuke por favor! ¡Fue un accidente ttebayo! ¡Deberás! —Decía como podía viendo al azabache, el cual cada vez fruncía más el entrecejo—. ¡Sasuke detente! No querrás que durmamos enojados... —Sonrió el rubio bobamente, tratando de aligerar el ambiente. Pero no hizo más que hacer enfurecer aún más al pelinegro—. ¡Waaaaa! ¡Sasuke! —El azabache había acelerado más tratando de tumbar por fin el rubio, pero solo logro que este se deslizara hasta quedar arriba de la capota del vehículo. Se había agarrado muy fuerte, y al parecer no se iba a rendir.

—¡Suéltate, suéltate Usuratonkachi! —Le grito, golpeando el techo del vehículo.

—¡No lo voy a hacer!

—¡Maldito dobe!

—¡Tenemos que hablar! —gritaba el rubio desde arriba. Pero el azabache no le hacia caso y seguía manejando.