Capítulo 9

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Hola ^^, disculpen si tarde, ya tenia el capitulo escrito y no se que paso, cuando venia a subirlo, resulta que ya no estaba u_u, el documento estaba en blanco y bueno tuve que reescribirlo, me frustre un poco pero al fin aquí esta n_n, espero que les guste//

El primero en llegar fue el rubio. Llego a toda velocidad sintiéndose vencedor, pero no se percato de la presencia del azabache, hasta que ya lo había chocado, el cual también llego a toda velocidad.

—¡Ah maldición Sasuke! —le grito enojado pero el otro hizo caso omiso, poniendo la reversa en marcha y giro, para dirigirse hacia la cochera trasera—. Teme... —Arranco de nuevo su coche, el cual se le había apagado por el impacto y lo siguió.

Cuando por fin lo alcanzo, el coche del azabache estaba sobre el césped estacionado, el rubio se aparco detrás de este y de inmediato se bajo para ir hacia el vehículo, cuando se asomo por la ventana, se dio cuenta que no estaba, el coche estaba vacío. Entonces supo que el azabache ya se encontraba dentro de la casa.

No perdió tiempo y se dirigió hasta la puerta, percatándose, que estaba cerrada con llave.

—¡Maldición! —Pateo la puerta con desespero.

Luego de unos segundos pensando y sin ocurrírsele nada, intento derribarla con todas sus fuerzas, golpeándola con su cuerpo hacia adentro. Pero no cedió.

—Ay que comprar una puerta más gruesa... —Arremedo con irritación las palabras del azabache de lo que una vez le había dicho—. Rayos Sasuke... y tenia que hacerte caso. —Se reprocho.

Después de algunos intentos más en los que no hubo logro alguno, decidió rendirse. Entonces se fue contra las ventanas, pero estas también se encontraban cerradas.

—¿Es enserio? ¿Pero cuanto tiempo te tomo hacer esto? Eres rápido ttebayo. —Soltó con rabia.

Reviso todas y cada una y todas se encontraban cerradas, por un momento pensó en quebrar una y entrar por ahí, pero si lo pensaba bien, revelaría su ubicación, y lo más seguro es que el azabache ya se encontrara armado. Así que desistió de la idea.

—Buenas noches Naruto-kun.

No hizo falta voltear a verlo, para saber de quien se trataba, o para saber que componía su característica sonrisa falsa.

—¿Qué quieres Sai? Estoy ocupado. —Siguió con su labor de encontrar una manera de entrar a la casa.

—Es solo que, sus coches están sobre el césped. —Siguió sonriendo.

—Ah si, luego los muevo. —Estaba totalmente concentrado en su tarea, que apenas y le ponía atención al pálido azabache.

—De acuerdo Naruto-kun, descansa.

—¡Si Sai, igual! —dijo y se fue corriendo hacia el otro lado de la casa, para tratar de encontrar una entrada, sin importarle haber dejado ahí la presencia del pelinegro. El cual se había quedado parado en el mismo lugar, mirando por donde se había ido el rubio aún con la sonrisa ene sus labios.

El rubio que ya se encontraba revisando las demás ventanas, se frustro aún más al darse cuenta que también estaban cerradas. Se alejo un poco de la casa, para visualizar alguna otra entrada, un punto que le fuera de ayuda, y entonces la vio, una ventana abierta en la parte de arriba, la ventana del ático, pensó que quizás al azabache se le había pasado esa. Así que la aprovecharía para entrar. Tratando de ser lo más rápido posible, corrió hasta la casa y se posiciono pegado en la pared, sigilosamente avanzo hasta la escalera pegada ala pared escondida entre ramas y hojas verdes, que la cubrían casi por completo. Comenzó a subir por ellas, hasta que llego al final, entonces levanto la ventana y entro por ella.

Sr. y Sra. UzumakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora