Lucem ac tenebras (Drarry)

Capítulo 14: La caída duele

Harry llevaba una semana sin hablar con Ron, no porque no hubiera querido, sino porque Ron le evitaba. Incluso se había ido a dormir a la habitación de Dean, cambiándole la cama a Seamus, que ahora dormía en su cuarto. Este salió del baño antes de mirar con lástima a Potter. Harry le sonrió antes de vestirse para pasar el sábado con Hermione.

- Se le pasará, sea lo que sea que le hayas hecho.- Dijo haciendo que Harry resoplara mientras negaba cogiendo un mochila con algunos de los trabajos que debía entregar a la semana siguiente.

- No le he hecho nada, simplemente no se ha tomado bien algo.- Dijo antes de salir de la habitación y bajar a la sala común. Su teléfono empezó a vibrar en el bolsillo y suspiró con pesadez. Harry descolgó sin mirar el número y siguió bajando.- Mione estoy bajando.- Al otro lado se escuchó una respiración débil y Harry se detuvo y miró el numero quedándose tenso en medio de la escalera.- ¿Draco?- Preguntó con suavidad, desde el otro lado se escuchó un jadeo suave, Harry esperó que el otro hablara.

- Me han llamado, ayer fui.- Dijo antes de que la línea se quedara en silencio unos segundos.- Llego en veinte minutos a la academia ¿Podemos vernos?- Harry sonrió antes de tragar saliva y suspirar.

- Claro que si Draco, en la sala del otro día.- Susurró antes de que el otro colgara. Harry suspiró antes bajar y encontrándose a Hermione esperándolo. Él se acercó y cogió ambas mejillas mirándola con culpa.- ¿Podemos ir mañana? Me necesitan en otro lado.- Hermione asintió antes de que Harry dejara un beso en su frente.

Harry salió corriendo mientras se ponía bien la mochila. Estaba contento, no por el motivo de la llamada, pero si de que Draco hubiera dejado atrás eso que le había hecho huir. Harry entró en la sala y se sentó en el sofá antes de sacar los libros y comenzar hacer deberes. No sabía en que estado se iba a encontrar al rubio, esperaba que no estuviera mal herido. Harry hacía los trabajos mirando cada minuto la puerta. No iba a mentir tenía miedo, Malfoy no dejaría de lado su orgullo por nada. La puerta se abrió y Harry se levantó corriendo cogiendo a Draco antes de que cayera al suelo. Este lo miró necesitado antes de pegar la frente al hombro de Harry. El de gafas lo ayudó a levantarse y lo llevó a la cama que había detrás del sofá, quitó la manta de arriba y tumbó a Draco ahí. Él se acercó a la puerta y la cerró antes de acercarse a la cama tumbarse al lado del rubio. Este tenía los ojos cerrado mientras mantenía su mano apoyada en el pecho. Harry acarició el pelo de este provocando que los ojos grises lo miraran.

- ¿Te han hecho algo?- Draco asintió antes de cerrar los ojos de nuevo su mano levantó despacio la camiseta dejando ver varios golpes, causados por puñetazos y patadas. Harry se levantó y cogió una crema, que tenía en su mochila siempre, y la aplicó en las marcas moradas ganándose varios siseos.- ¿Por qué pareces tan agotado?- Preguntó Harry volviendo a poner bien la ropa de este. Draco suspiró antes de abrir los ojos con cansancio.

- Me han mantenido toda la noche despierto, al parecer es forma preferida de tortura, privación del sueño.- Susurró antes de respirar con dificultad. Harry se tumbó a su lado y acarició su pelo con una mueca.- Pero no he podido, esta vez era un hombre de la edad de mi padre, me había dicho que lo matara.- Susurró antes de negar mientras susurraba negaciones.- Me temblaba tanto la mano que los demás mortifagos solamente se reían de mí.- Dijo antes de mirar a Harry, este suspiró antes de acariciar la mejilla de este con una sonrisa suave.

- Descansa, después podemos hablar lo que quieras, pero ahora descansa.- Draco lo miró unos segundo antes de asentir y cerrar los ojos acomodándose quedando pegado al cuerpo de Harry. Este siguió acariciando el pelo mientras notaba a Draco relajar sus músculos. Cuando estuvo seguro de que estaba dormido sacó su teléfono marcando el número de Blaise. Esperaba no molestar al moreno. Este se lo cogió al tercer timbre.- Hola Blaise soy yo.- Dijo Harry en apenas un susurro, desde el otro lado se escuchó alguien mandar a callar a otra persona.