Lucem ac tenebras (Drarry)

Capítulo 29: Arrancando de raíz

Harry esa noche no durmió, ni siquiera cerró los ojos más de cinco minutos. Tenía un sentimiento desagradable. No por matar a Albus, no, eso lo tenía muy claro. Lo tenía mal que Sirius y Remus se enteraran de lo que iba hacer. No soportaría ver la decepción en sus caras, no hacia él. El rubio que dormía en su pecho se removió bostezando y abrazándolo con más fuerza.

- ¿Has dormido? Tienes ojeras.- Harry dejó un beso en la cabeza. El olor de su colonia le hizo sonreír antes de acariciar la mejilla con su nariz. Draco se sentó mirándolo curioso mientras acariciaba el pecho del chico.- ¿Harry que sucede?- Preguntó preocupado mientras Harry negaba suavemente y se sentaba apoyándolos en sus manos.

- ¿Me querrías aunque hiciera cosas horribles?- Draco frunció el ceño sin apartar las manos del pecho del chico. Harry miró a los ojos de Draco intentando descubrir el más mínimo gesto.

- ¿Qué sucede Harry? Me estás asustando.- Dijo Draco sentándose más cerca de él, Harry acarició la pierna de Draco antes de apoyar ambas frentes juntas. Harry besó los labios de Draco escuchando los golpes en la puerta.

- No es nada Draco.- Susurró con una sonrisa antes de levantarse y abrir la puerta, no se sorprendió al ver a Dobby con una pequeña tarta de limón en sus manos. Harry le sonrió aceptando el postre .- Gracias Dobby, te avisaré si necesito algo.- Dijo dejando que el hombre se fuera haciéndose una suave reverencia.

Harry entró con el postre bajo la mirada curiosa de Draco, este se acercó a los pies de la cama mirándolo todo más de cerca. Harry no dijo nada antes de abrir el cajón superior viendo el pequeño bote de morfina. Lo sacó, aun sabiendo que Draco lo miraba, y llenó la jeringuilla un poco más de 10 ml no podía fallar en esto. Se acercó al pastel e inyectó por dos partes diferentes la morfina. Se detuvo al sentir dos manos en su cintura mientras que la cabeza del rubio se apoyaba en su hombro.

- ¿Estás seguro de esto?- Preguntó con suavidad mientras abrazaba a Harry apoyando sus manos en su abdomen.- No es lo mismo que la última vez.- Susurró Draco mirando su perfil, Harry mordió su labio soltando la aguja y acariciando las de Draco. Claramente estaba seguro de hacerlo, pero eso no quitaba el miedo a ser descubierto.

- No puedo dejarlo salirse con la suya, provocó la muerte de  mis padre, corrompió a un hombre y lo esta haciendo contigo.- Dijo cerrando los ojos.- Aunque su fantasma me persiga durante mi vida lo haré.- Susurró seguro.

Draco sonrió obligándolo a girar para poder quedar cara a cara. Draco cogió las mejillas de Harry y besó sus labios de forma lenta. Acarició sus mejillas intentando calmar los fantasmas que no dejaban tranquilo a su novio antes de separarse.

- Compartiremos fantasmas entonces.- Susurró enseñando su antebrazo, ahí donde la marca estaba tatuada. Harry se acercó y dejó un beso en ella con dulzura. Draco suspiró alejándose y sentándose en la cama.- Mi padre vendrá a buscarme esta noche.- Susurró el rubio mientras miraba por la ventana más calmado.- Iremos a la tumba de mamá.- Susurró con lentitud antes de girar su cabeza para ver a Harry. Este asintió mientras se apoyaba en el escritorio.

- Está bien, aprovecharé que te vas para hacerlo, no quiero que te culpen.- Susurró con una sonrisa dulce, Draco asintió suspirando mientras se levantaba y se metía en el baño. Harry miró el pastelito y lo tapó para que no se estropeara, esa noche acabaría todo por fin.

*

Harry caminó con tranquilidad por los pasillos hasta el despacho de Albus, se había asegurado de concretar una reunión con él a solas, así no habrías testigos ni interferencia. Entró al despacho con una sonrisa antes de sentarse delante del anciano y dejó el pastel delante de él viendo la mueca sorprendida mientras lamía su labio.