Epílogo

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Harry estaba expectante, no solo se iban a graduar, sino que en su bolsillo tenía un anillo de oro blanco con una pequeña inscripción. Miró el pequeño escenario donde todos sus profesores estaban de pie, llamando a los alumnos y entregando diplomas.

- Draco Malfoy.- Harry sonrió aplaudiendo con fuerza cuando su rubio subió cogiendo el diploma, se giró y le guiñó un ojo poniendo uno de sus mechones detrás de la oreja. Dejarse el pelo largo había sido la mejor decisión que nunca había tomado, no solo Draco se veía increíble sino que a Harry eso le ponía más.

El rubio volvió a sentarse mientras los demás iban subiendo, su mirada se deslizó a sus tíos. Los tres habían venido a verle, Severus, Sirius y Remus habían dejado sus trabajos durante esa semana para estar con ellos, juntamente con Lucius. Este estaba sentado al lado de Severus, que si bien ya no tenían una relación tensa, aún no acaban de arreglar sus rencillas.

- Harry Potter.- Dijo la voz del director, Harry se levantó escuchando los gritos de su padrino haciéndole reír, cogió el diploma y después de estrechar muchas manos volvió a su sitio.

Ya era oficial, él era abogado y Draco médico. Volvió a mirar a su novio y le sonrió mientras le guiñaba un ojo. Harry aguantó que el director acabara el discurso de despedida. Una vez el director dio por finalizada la celebración se acercó a Draco besándolo mientras abrazaba su cintura. Estaba emocionado, tenía a su familia allí y en unas horas le pediría matrimonio a su novio. Draco se separó riendo feliz dejando una serie de pequeños besos en sus labios.

- Felicidades abogado Potter.- Harry sonrió volviendo a besar al rubio.

- Felicidades Doctor Malfoy.- Draco se separó cogiendo su mano y caminando donde su familia los esperaba.

Harry fue abrazado con fuerza por Sirius y Remus mientras que Draco era abrazado suavemente por su padre. Severus felicitó al rubio antes de acercarse a Harry que ya había sido liberado por sus dos novios antes de abrazarlo con rapidez. Draco también fue abrazado por los tíos de Harry mientras que este recibía un apretón del patriarca de los Malfoy.

- Hemos reservado una mesa en un restaurante de aquí cerca.- Dijo Lucius apoyándose en su bastón dirigiendo una mirada cómplice al de gafas, este sonrió asintiendo mientras rodeaba los hombros de Draco para caminar con su familia.

Severus cogió su codo tirando de él para que se quedara rezagado con él, los demás siguieron caminando mientras que Severus suspiró consiguiendo que el joven tragara saliva.

- No fuisteis a la ceremonia por los cinco años de Albus.- Harry se tensó apartando la mirada enfadado. Había recibido las invitaciones, cada año, pero ninguno había vuelto a visitar la tumba de ese desgraciado.- Lo entiendo, pero la Orden no.- Harry rodó los ojos molesto mientras negaba con suavidad metiendo sus manos en los bolsillos de la chaqueta sintiendo la caja del anillo.

- Me da igual Severus, soy feliz junto con mi novio, acabamos de graduarnos y ese hombre nos jodió la vida, no esperes que vayamos a llorar a su tumba.- Severus resopló negando mientras hacía una mueca molesta antes de mirar el perfil del de gafas.

- Créeme que yo lo odiaba más que vosotros, se que tu fuiste el que le diste la morfina.- Harry se detuvo mirándolo sorprendido tragando con dificultad.- Pero está bien para mí, él también me arruino mi vida, en parte.- Susurró  mientras su mirada iba a Sirius y Remus. Harry lo miró unos segundos antes de asentir volviendo a caminar.- Pero deberíais ir, para no levantar sospechas.- Harry resopló molesto asintiendo de forma distraída mientras veía a Draco y los demás entrar en el restaurante.

- Está bien, igualmente después de que le pida matrimonio decidiremos si quedarnos aquí o volver a Londres.- Severus lo miró sorprendido deteniéndolo, Harry sonrió sonrojándose mirando a Severus, este lo abrazó antes de entrar dejándolo solo.

Respiró hondo arreglándose un poco el pelo antes de entrar y sentarse al lado de Draco. Comieron en un ambiente muy bueno, aunque hubieron pullitas en todas direcciones, todo fue bastante bueno. Harry en el postre empezó a notar como sus palmas sudaban y se empezo a mover nervioso en la silla, y la sonrisa que Lucius y Severus ocultaban tras sus copas de champagne no ayudaban nada. Harry se levantó mirando a sus tíos antes de mirar a Draco.

- Realmente nuestro comienzo fue malo, pero no tardé mucho en darme cuenta que te amaba. Te amaba de verdad, no solo por lo guapo que eres, sino por que me dejaste ver tu parte vulnerable y ayudarte.- Dijo Harry mirando a los ojos grises de su amado, Draco frunció el ceño sin entender porque su novio estaba haciendo ese discurso.- Después de que todo en nuestra vida se calmara y no mudáramos aquí pudimos disfrutarlos, cuidarnos y conocernos a fondo. Y puedo decir orgullosamente que haber comenzado a salir contigo es lo mejor que he podido hacer en esta vida.- Dijo con una sonrisa dulce mientras llevaba la mano a su bolsillo.- Pero eso ya no es suficiente para mí Draco...- Dijo consiguiendo que el rubio pusiera una mueca triste, que cambió a una de sorpresa al verlo arrodillarse sacando la caja de su bolsillo.- Por eso quiero que dejes de ser mi novio y te conviertas en mi prometido.- Dijo abriendo la caja y enseñándole el anillo al chico.- ¿Draco Malfoy te quieres casar conmigo?- El rubio asintió riéndose lanzándose a los brazos de Harry y besándolo de forma emocionada. 

Harry lo separó riendo poniéndole el anillo en el dedo dejando un beso en sus nudillos antes de besar los labios de Draco de nuevo. Escucharon los aplausos de su familia y de la gente que estaba en el restaurante pero no les importó ese estaba siendo el momento más emocionante de su vida. Harry ayudó a levantarse volviendo a sentarse en las sillas cogiendo una copa.

- Por nosotros, nuestro futuro matrimonio y nuestro futuro.- Dijo Harry subiendo su copa para hacer un brindis, todos los de la mesa chocaron sus copas con una sonrisa feliz mientras que Draco no dejaba de mirar su anillo.

Acabaron la cena y ambos chicos se sorprendieron al saber que su familia se iría a un hotel dejándolos solos en el apartamento. Harry entró con Draco cogido mientras se besaban con una sonrisa, Draco pegó más al moreno mientras mordía el labio de este con suavidad y separándose para verle a la cara. Acarició la cicatriz de su frente con cariño volviéndolo a besar.

- Nos vamos a casar.- Susurró Draco a centímetros de la boca de Harry. Este sonrió dejándolo en la cama y acariciando su mejilla bajando su mano de forma delicada hasta los labios del rubio.

- Nos vamos a casar.- Le dijo Harry con una sonrisa acercándose para besar al rubio pero este lo evitó sentándose en la cabecera de la cama con una sonrisa ladeada.

- Debemos hablar.- Dijo ganándose un resoplido de Harry que se acercó gateando hasta sentarse delante de él mirándolo con una mueca de pena.- ¿Vamos a volver a Londres?- Preguntó Draco cogiendo las manos de Harry y acariciando con cariño, este suspiró mirando por la ventana distraídamente.

- La verdad es que llevo tiempo queriendo volver.- Dijo Harry mientras lo miraba a los ojos de nuevo.- Los amigos que tenemos aquí son geniales, pero echo de menos a los Weasley y a Hermione.- Draco asintió con calma mientras tiraba de Harry dejándolo tumbado encima de su pecho. El pelinegro se puso cómodo acariciando la cintura de este.

- Lo cierto es que yo también echo de menos a Pansy, Blaise y a Nott.- Dijo Draco acariciando distraídamente el pelo de Harry.- Podríamos volver.- Confirmó Draco, Harry sonrió levantando la cabeza para mirarlo, se acercó besando los labios de este con cariño antes de volver a la misma posición.

Volver a Londres, en esos momentos de sus vidas, no era dar un paso atrás, sino otro más hacia delante. Ambos habían superado los fantasmas que los perseguían, Harry nunca tuvo remordimientos por lo que hizo, había superado la muerte de sus padres y se había olvidado de sus tíos. Draco en cambio, se había decantado por esconder el tatuaje con otro, teniendo ahora una gran cabeza de león en vez de la marca tenebrosa. Y el rubio había superado la muerte de su madre con la ayuda del patriarca de la familia y de su novio, ahora prometido. Así que la idea de volver a su ciudad era mucho más atractiva con cada año que pasaba.

La decisión ya había sido tomada, lo prepararían todo esos días para volver con su familia, volver a su origen y seguir allí caminando hacia el futuro.




* F I N *

Lucem ac tenebras (Drarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora