Annilation (Young Avengers AU)

17. Finale (Segunda parte)

(...)

Todo sucedió en extremo rápido. De pronto, habían muchísimos robots rodeándolos, y cada quién se veía enfrascado en una pelea individual por su propia supervivencia.

Evelyn había decidido evitar el conflicto, y dirigirse afuera de la sala. Los demás estaban, de todas formas, demasiado ocupados tratando de sobrevivir a sus defensas como para percatarse de su ausencia.

William, quien aún se encontraba bajo el control mental de la chica, no paró un solo segundo. La energía azulada no tardaba demasiado en acumularse entre sus manos, y él se encargaba de direccionarla a sus antiguos compañeros de equipo.

Lanzó una descarga hacia Natalie, quien estaba ocupada luchando contra un Centinela. La chica brincó, para evitar que la golpease, y lo libró por poco. La descarga le dio al robot en el pecho, y éste cayó con un estruendo.

Will fue derribado antes de que pudiera volver a atacar a la pelirroja, y ésta vio con asombro cómo el más pacífico de todos ellos, Frankie, tacleaba a William como si de fútbol americano se tratase.

Frankie tiró a William al piso usando su propio cuerpo de arma, sabía que su amigo estaba bajo una especie de trance y estaba muy decidido a sacarlo de ahí. Antes de que William pudiera recuperarse y arremeter de vuelta, el rubio colocó una mano sobre su rostro, y entró a su mente, dejándolos a ambos dentro de la mente del mutante, fuera de batalla.

Cayó en la mente de William, y todo fue vacío por unos segundos. A su alrededor, no había nada, hasta que muchas luces se encendieron y revelaron una especie de habitación de entrenamiento con muchos artefactos en el centro y un sello que se leía 'SHIELD'.  Estaba en una de sus oficinas, pero no había rastro de William.

Sabía que ni siquiera Evelyn sería capaz de controlar una mente tan poderosa como la del chico, así que tenía que haber recluido su consciencia en algún lugar de su mente, y si lo liberaba, volvería a su sano juicio. Sólo era cuestión de encontrar el recuerdo en el que lo había puesto, probablemente algún recuerdo tortuoso al juzgar por el afán de la chica de hacerlos sufrir.

Se mantuvo en aquella sala, no tenía ni idea de por qué había caído ahí específicamente, probablemente era uno de los peores recuerdos de aquel chico. Sea como fuese, no se veían señales de que estuviera ahí.

Una figura masculina entró al cuarto, pero no era Kaplan. Era un hombre alto, moreno, con una jeringa en la mano. No vio a Frankie, en aquel mundo, era invisible si así lo deseaba. El hombre miró la silla vacía de aquel cuarto, golpeó una mesa con la mano y dijo 'Ese maldito bastardo' en voz alta. Frankie se apresuró a salir por la puerta que él había dejado abierta.

Pero no salió como esperaba, en lugar de salir al resto de Shield, ahora se encontraba de pie en una plaza. El techo de cristal explotó sobre su cabeza, y la gente de aquel recuerdo comenzó a correr desesperadamente a buscar refugio. No, recuerdo equivocado.

Corrió por aquella memoria, si bien era cierto que no podía morir ahí dentro, tampoco quería averiguar qué tanto daño podía causarse. Corrió hasta la puerta de una de las tiendas, y la abrió cruzándola sin dudar un momento. En el mundo de la mente ajena, las puertas eran mucho más que simples puertas. Con un sólo pensamiento, una sola intención, podían llevarte al lugar que más desearas de aquellos pasajes mentales. 

La cruzó de nuevo, pidiendo esta vez ir al peor recuerdo del chico. Llegó a una especie de ¿prisión? Pero no había señales de él, maldita sea, comenzaba a desesperarse más de lo que le gustaría admitir.

Y entonces, entendió.

Si Evelyn quería que él no se resistiera al control, entonces no lo enviaría a uno de sus peores recuerdos, si no al mejor. De esa forma, el chico no tendría intención de salir de ahí. Con esto en mente, el rubio cruzó una última puerta.