Annilation (Young Avengers AU)

08. Industrias K.I.N.G.

12 de Mayo del 2040        6:00 P.M

Instituto Charles Xavier for Gifted Youngsters

...

-Ah no, por supuesto que no- reclamaba Ren. Estaban subiéndose todos a la recién descubierta nave. Habían acordado que dos personas se quedaran protegiendo a Quill y designado a Ren, pero la chica estaba equipada intentando subir al jet.

-Es tu papá...- Decía Morgan, pero la chica negó de nuevo con la cabeza.

-Quiero quedarme a cuidarlo, pero tengo más ganas de arrancarle la cabeza al que le hizo esto. No van a dejarme, no de nuevo. Además, si no soy yo, ¿Quién va a pilotear la nave?

-Eso es cierto- dijo Tristan, apoyando a la chica. No quería que lo odiara por no querer llevarla en las misiones, así que la apoyaría.

Ren sonrió victoriosa. James, que no había participado demasiado los últimos días, se detuvo fuera de la nave. No se sentía a gusto yendo a la misión, a decir verdad, no se sentía demasiado bien desde el día de la explosión. Había pasado la mayoría del día durmiendo y era porque, en realidad, no se sentía con ánimos de hacer otra cosa. Se temía estar enfermo, pero hasta ahora no había presentado ningún síntoma.

-Yo me quedaré. Torunn aún no está del todo bien, y me quedaré con ella y Quill. Tengo el comunicador por cualquier cosa.

Tristan asintió, Ren sonrió de oreja a oreja y se subió a la nave, dirigiéndose directamente hasta el cuarto de mando. Tuvo que hacer su mayor esfuerzo por no sacarle la lengua a Morgan al pasar.

Los demás ya estaban sobre la nave, cada quién poniéndose un cinturón que lo ataba a la silla, cruzados sobre su pecho en forma de 'x'. Iban divididos en asientos de dos, aunque Oliver Danvers se encontraba de copiloto. Su madre le había heredado el gusto por volar, y a pesar de que podía volar gracias a los poderes que tenía, acompañar a su madre cuando volaba en naves siempre había sido una de sus cosas favoritas en la vida.

-Bueno, llegó la hora, Vengadores- dijo Tristán y cerró la compuerta posterior con un botón. Ren accionó unos cuantos botones, y el avión cobró movimiento. Se elevó por los aires, con un rumbo fijo: Washington, DC. Llegarían en dos horas volando a ese ritmo, y se detendrían unos metros antes de llegar al edificio King para bajar y dividirse desde ahí. Sería una misión difícil, todos en ese avión lo sabía. Hasta ahora, habían tenido la ventaja de los ataques sorpresa y la mayoría en número, pero eso estaba a punto de cambiar.

La chica estabilizó el avión después de elevarlo. Era como andar en bicicleta, el avión se movía exactamente donde ella quería ponerlo, y era para nada difícil. Querría hacer puesto música en ese momento, pero no tenía forma de saber si el avión estaba equipado con alguna clase de música.

Se volvió para mirar a Oliver, si viajaría por horas, más valía ir hablando con alguien.

-Hey, ¿ves por ahí cómo poner música?

-No soy tu asistente- respondió el chico, extrañado por que le dieran tareas tan insignificantes. Estaba acostumbrado a hacer las cosas pesadas.

-Bueno.., no, pero eres mi copiloto. Uno de tus trabajos es poner música.

-Hey, mira, usualmente viajo en naves del ejército, o fuera de ellas, no tengo ni idea de cómo poner música en esta nave.

-Déjame ayudarte con eso...- dijo Emma, entrando a la cabina. Al igual que su hermano, había viajado muchísimo en naves durante toda su vida. Tomó una parte de la consola del estéreo y sacó de su traje un pequeño chip. Era un aditamento donde guardaba su propia música para viajar más cómodamente, lo había instalado en su traje bajo las objeciones de su hermano de que debía concentrarse completamente. Un poco de música nunca hacía mal.