Lágrimas de Afrodita

CAPÍTULO 7

#MALDITOLUNES

Estoy muy a gusto durmiendo cuando mi puerta es azotada y mi cuerpo zarandeado como si estuviera en una licuadora.

—Llegó su divo, así que comiencen a mover sus traseros señoritas— jalo la colcha para que no me del sol en la cara, pero es arrancada con tanta fuerza que casi caigo de la cama. Escucho risas y luego pasos desaparecer, pero ya no hago el intento de volver a dormir, sino volverá por mí.

—¡Maldito Hugo de donde sacas tantas copias de la casa! ¡Maldito pasivo!— escucho gritos de la habitación de Ali y me rio al no ser la única que malogran el sueño.

—Se dice el milagro, pero no el santo, ahora levántense mis princesas que les he preparado un desayuno para chuparse los dedos— entro al baño de mi habitación y me cepillo los dientes para después peinarme y ponerme la bata encima para bajar.

—Agrega un plato más Hugo, tenemos un invitado— grito mientras bajo a la cocina.

Hugo tiene la creencia que un buen desayuno y buena compañía es el mejor motivador para empezar una buena semana, por eso viene cada lunes a "ayudarnos a tener buena cara" pero quien puede tener buena cara un maldito lunes si viene un maniático levantándote como si estuvieras en el ejército. Ali y yo ya no sabemos cómo obtiene copia tras copia de la llave de la casa, todas las malditas semanas le quitamos una copia nueva, pero él no se rinde. Lo mataríamos, pero su comida latina es lo que hace que nos mantengamos bajo control.

—¿James paso la noche aquí?— se acerca y me da un abrazo de oso como saludo y Ali lo ignora como todos los lunes en la mañana para sentarse directamente en la mesa.

—No, es mi primo ¿Qué nos preparaste hoy, pasivo?

—Unos ricos omellete de champiñones con queso mozzarella y pimientos rojos acompañado de jugo de papaya para limpiar sus lindas barriguitas— Yo y Ali hacemos una mueca de asco a pesar de la sutileza de Hugo al decir que el jugo nos mandara a nuestros bellos traseros a descargarse —Nada de muecas, gracias a mi ustedes tienen sus hermosos cuerpos.

Es cierto, Hugo estudia nutrición y el ya acabo la carrera, con una especialización de nutrición deportiva y ahora se va por su segunda especialización por nutrición infantil. No es que nos haga el almuerzo todos los días, pero sus programas alimenticios que nos da a Ali y a mí nos ha funcionado de maravilla, sin contar que al terminar su primera especialización comenzó a trabajar en el gimnasio como el nutricionista estrella.

Ahora le va bien, está en una residencia de estudiantes cerca de la universidad, mantiene su beca gracias a sus buenas notas, tiene un trabajo estable en el gimnasio y así puede ayudar a sus hermanas que siguen en su país natal.

Su infancia fue dura, fue el hermano mayor e hizo el papel de papá para sus dos hermanas pequeñas, su papá murió en un accidente de tránsito cuando él tenía 15 años, a pesar que su madre trabajaba doble turno como enfermera en el hospital de su colonia no era suficiente para mantener cuatro bocas por lo que él trabajó y estudió al mismo tiempo, se esforzó mucho por obtener una beca para entrar a la universidad, decidió el intercambio porque no solo tuvo que soportar carencias económicas, sino también discriminación por su orientación sexual ,hace 3 años llego a España y según sus palabras se siente muy cómodo en este país.

Es la persona más extrovertida que podrás cruzarte en la vida, es un amor de persona, ama a los animales, sabe y le encanta la cocina, está loco, pero es un excelente amigo, pero todo lo demás lo compensa.

—Huele delicioso ¿Hiciste de más? — el comienza a servir los omellet y pone los pone en la barra junto al jugo y los cubiertos.

—Si, como siempre ¿No vas a llamar al invitado a desayunar con nosotros— Yo y Ali nos miramos de reojo, algo me dice que no es una buena idea —¿Pasa algo?