CAPÍTULO 4 "EL REENCUENTRO"

4 0 0
                                    

Las dos,se dieron la mano e introducieron una pierna dentro,y sin pensarlo entraron con los ojos cerrados y bastante nerviosas.

Cayeron por un túnel resbaladizo que se dividió en dos partes, por los que fueron una por cada parte, y el túnel se paró en un lugar bastante extraño, quedaron dormidas por el golpe que se dieron al ascender al suelo.Estaban en una especie de ciudad en la que todo era diferente,los colores eran distintos,se veían frutas y alimentos extraños ,los sonidos que se oían,no se veían personas...

-¡¿Avril?!-dijo Mía abriendo los ojos asustada.

-¡¿Mía?!-gritaba Avril a unos metros de Mía.

-¿Qué ha pasado?-gritó Avril,escuchandose su voz con un extraño eco.

-Parece que hemos cruzado un pequeño pasadizo que yo no conocía,y ¡estaba en mi propio cuarto!-exclamó Mía.

-Esto es muy raro, como vamos a volver, mis padres se van a asustar.-dijo Avril.

-Tranquila,si hay entrada debe haber salida.-pensó Mía.

Hablaron, pero no se dieron cuenta de el lugar en el que estaban, no se habían fijado en las características que tenían ese lugar.Al momento,empezaron a visualizar todo.

Avril, al darse cuenta del paraje en el que estaba,comenzó a citarlo todo,todas las cosas que le impresionaban.

-Pero, que lugar tan extraño, y que bonito todo,hay árboles azules,y...¿qué fruta es esa Mía?,¡es rosa chicle!,¿¡el agua es morada?!-cambiaba de humor rápidamente Avril.

-Sí Avril, es todo bastante extraño y muy bonito, pero sigo pensando que esto no es muy normal,tenemos que salir de aquí sea como sea.-sospechaba Mía.

-Lo sé Mía pero es una gran oportunidad para conocer cosas nuevas,seguro que hay forma de volver,pero...vamos a ver un poco ésto,¿y si hay personas?,o no se...podría haber gente atrapada aquí dentro, venga Mía,porfavor.-manipulaba con la mirada y las palabras.

-No se yo Avril, mientras buscamos la salida podemos ir viendo qué es esto.

Comenzaron a andar por esa hierba de color amarillo, con flores de todos los colores y aromas,y cruzaron un pequeño riachuelo de color morado, acompañado de una cascada.De repente:

-¡Mía, la sombra, la veo reflejada en el agua, detrás tuya!.-dijo Avril.

Mía se giró de momento para ver qué o quién era esa pequeña sombra, porque esta vez ,no había ningún espejo; consiguió ver que era.

DETRÁS DEL ESPEJODonde viven las historias. Descúbrelo ahora