Capítulo 16

13 0 0
                                    

-¡Linda! No esperaba que vinieras a visitarme. Aunque ya que estás aquí, podríamos ir a mi habitación.-habló Devon acercándose y dándome un beso en la mejilla.

-No vino a verte, idiota-espetó Laurent tensando su mandíbula mientras miraba con molestia a su hermano mayor.

-¡Chicos, no se peleen! Saben que no tolero la violencia y menos en mi propia casa.-dijo Mason calmado llamándole la atención a los chicos, para después toser sonoramente.-¡Me alegra verte pequeña!

Mason se acercó a mi y me abrazó; olía a perfume y té de limón.

-Mason, necesito saber la verdad.-hablé respondiendo mientras le mostraba la foto que hasta ahora no le había mostrado a nadie. Su rostro palideció y no pudo evitar convertir su alegre expresión en una mueca de tristeza. Devon se acercó preocupado a él y le acarició la espada.

¿Por qué tenía que ser tan jodidamente dulce?

-¿Estás bien papá?-preguntó preocupado mirándolo. Nunca había escuchado a ninguno de los hermanos, llamar a Mason papá. Oír a Devon llamarlo así con tanto cariño, me hizo sentir muy melancólica.

—No te preocupes Devon, lo estoy. Necesito que te encargues de lo que te pedí y que ambos nos dejen para hablar a solas—respondió Mason aún pálido.

—Pero no deberías...—replicó Devon exasperado por la respuesta de su padre, pero no puedo terminar porque éste lo interrumpió.

-¡Ahora Devon! Por favor, necesito hablar con Jude-aseveró Mason logrando que su hijo mayor lo soltara y se fuera de la sala de estar, no sin antes arrojar una silla contra la pared.

¿Por qué se había puesto de ese modo? Solo esperaba que no se enojase conmigo. Miré a Laurent, quien se encogió de hombros y se retiró.

-Los chicos de hoy en día suelen tener graves problemas de furia-intentó bromear Mason refiriéndose a Devon. Aunque más que hacerme gracia, me preocupaba. Quería asegurarme de que él estuviera bien, pero no había venido a eso.

-Necesito saber qué significa esta foto. Necesito saber qué fue lo que le hiciste a papá. Porque la nota era para él ¿No?-espeté hablando con molestia. Mason me escuchó atentamente, por su expresión me di cuenta de que él sabía que lo que fuera que ocultaba, ya no podía hacerlo más. Tomó aire y comenzó a hablar.

-Tienes razón pequeña Jude, no fui honesto-suspiró mientras en su miraba podía ver culpa, tristeza y alivio.-Conocí a tu padre hace muchos años, demasiados como para contarlos. Él me ayudó durante el peor momento de mi vida y nos volvimos muy buenos amigos. Nunca voy a poder pagarle por lo que hizo.

Mason hizo una pausa para tomar un sorbo de agua mientras me miraba como recordando algo doloroso.

-¿Qué hizo mi padre?-pregunté dándole a entender que quería que siguiera hablando.

-Laurent tenía un año y Devon dos años. Una tarde salimos con mi esposa, Anabeth, a pasear al parque con nuestros hijos. Por aquel entonces, Devon nos traía muchos problemas ya que era muy inquieto. Pero esa tarde nos dio el susto de nuestras vidas; estaba correteando, fingía ser un ladrón y escapar de la policía cuando tropezó y se golpeó la cabeza. Le llamamos pero no despertaba y como no habíamos ido en auto, no podíamos llevarlo al hospital. Por eso pedimos ayuda, pero nadie nos quería ayudar. Teníamos tanto miedo de perderlo, porque no reaccionaba.

Tu padre se acercó con una pequeña niña de un año a su lado y nos ofreció su ayuda.

Devon estuvo unos meses inconsciente, pero tu padre le salvó la vida porque si no hubiese estado ahí, nuestro hijo habría muerto. Eso nos dijo el médico que lo atendió.-Mason hizo una pausa respirando con dificultad, como si se le estrujara el corazón al recordarlo.

No podía creer lo que acababa de escuchar, ¿Devon casi había muerto de niño? ¡Y papá le había salvado la vida! Eso había unido a nuestra familia para siempre.

-Después de que todo lo malo pasó, tu padre y yo nos volvimos inseparables. Pero la desgracia parecía perseguirnos y cuando Devon tenía siete años y mi pequeño Laurent seis años; mi esposa falleció. Estuve deprimido por mucho tiempo y cometí el peor error de mi vida. Después de todo lo que tu padre hizo por mi, lo traicioné y me metí con tu madre. Ella había estado para mi todo este tiempo y nos llevábamos de maravilla; habíamos tomado de más y nos vamos a arrepentir por el resto de nuestras vidas.
Tu padre decidió cortar todo tipo de relación con nosotros, a pesar de que le supliqué que me perdonara. Comprendí que no iba a hacerlo y de entregué esa foto para que recordara que a pesar de haberla cagado, iba a estar agradecido de por vida con él.-finalizó su relato y esta vez su mirada no se veía triste, sino aliviada. Y lo entendía, debía sentirse bien haber confesado todo esto después de haberlo guardado por tanto tiempo.

Simplemente no sabía qué decir, así que hice lo mejor que se me ocurrió. Me levanté de mi lugar y le dí un fuerte abrazo; porque a pesar de lo que me habían ocultado, Mason era uno de los hombres con las intenciones más buenas que había conocido en toda mi vida.

-Lamento que hayas sufrido tanto Mason. Siempre voy a estar para lo que necesites, te quiero como si fueras mi padre.-hablé sinceramente mientras veía cómo lloraba emocionado por lo que le había dicho y me volvía a abrazar fuertemente.

-Gracias pequeña Jude, me reconforta saber que mis hijos van a tener a una mujer tan buena en sus vidas. Ellos están pudriéndose y sufro mucho por ellos.-habló con remordimiento Mason mientras acariciaba mi mejilla.

-¿Cómo que se están pudriendo?-pregunté intentando entender a qué se refería.

-Devon se va a quedar a cargo del negocio familiar y me preocupa lo mucho que le puede afectar eso. Es un chico cariñoso y atento, pero por el ambiente en el creció, suele tener ataques de furia; en vez de refugiarse en su familia, lo hace en el alcohol. Que no te engañe su sonrisa y su personalidad bromista, él sufrió mucho y tiene sus inseguridades.-dijo frustrándose nuevamente. Pobre hombre, desde que había empezado esta conversación, su rostro solo reflejaba tristeza.-Por su parte, Laurent está mucho peor. Se mete en problemas todo el tiempo y por diversión, además suele ser bastante frio con todos; tienes suerte, he visto que te trata muy distinto Jude. Está metido en peleas ilegales, algunas veces consume droga y para rematar todo, fuma como un escuerzo.

Mis hijos están jodidos, soy un padre pésimo.

No iba a dejar que se dijera eso a sí mismo. Nunca pensé que detrás de esos nombres que estaban volviéndome loca, hubiera tanta desgracia; pero de lo que estaba segura era que Mason los amaba e intentaba llevarlos a un mejor camino. Eso ya lo convertía en un padre excelente.

-No digas eso Mason. He visto lo mucho que te preocupas por ellos y lo mucho que te esfuerzas por hacer que sean mejores personas. Esa es la definición de buen padre.-dije para abrazarlo fuertemente.

Después de estar una hora entera hablando con él, decidí pedirle Laurent que me llevara a casa. Esa larga conversación también me había afectado de cierta manera.

Dime que me quieresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora