Capítulo 31

23 3 0
                                    

Narrador

Todos iban en completo silencio.

Nadie quería decir nada y la albina tampoco iba a dar explicaciones de la nada siendo que no era su obligación, había hecho lo que había podido para proteger a todos en algún futuro.

No quería que nadie pasara por lo mismo que Takeru.

El trato con Zeus estaba hecho y si en algún futuro el dios del cielo se negaba tendría que pedir ayuda de sus dos respaldos.

—¿Por qué lo hiciste?

—Necesitaba alguna manera de protegerlos a todos puede ser que no era la mejor idea pero fue lo que se me presentó—explicó sin más—además solo son unos grilletes Yui, todos han estado con ellos en este tiempo.

—Pero...

—Gracias Kusanagi.

—¿Qué?

—Tus sentimientos son tan firmes para ayudar a aquellos que lo necesitan mientras yo...—detuvo sus palabras pero no sus pasos como sus amigos y solo les sonrió—a diferencia de ti, yo soy alguien voluble, nos vemos chicos.

Y así siguió su camino sola.

Realmente siempre había pensado que ella era alguien firme y segura, que no dudaba en sus propias decisiones de ahí el tema de que se había ido a vivir con su tía pero ahora había logrado demostrar lo contrario.

Una chica con sentimientos cambiantes.

Alguien que no podía apegarse mucho a sus amigos ya que quizás en algún momento los abandonaría.

Esta vez había hecho lo correcto en el trato con Zeus, ese debía de ser el primer paso para lograr mantenerse sería en los siguientes movimientos que realizaría

No debía de vacilar ahora.

Ya no más.

Al pisar su salón dirigió una brillante sonrisa a los demás dioses que se había quedado en el lugar sin ir a presentarse ante Zeus para defender a Takeru.

Loki y Thor hablaban tranquilamente y aunque la habían visto de reojo no la saludaron y siguieron en lo suyo. Ella fue hasta su lugar con su maletín en un lado que dejó en su pupitre para tomar su silla y sentarse junto a los dioses nórdicos.

—¿Qué ocurre Diosa japonesa?

—Nada realmente—respondió tranquilamente—deseaba solo conversar con ustedes, se acerca pronto el invierno. ¿En qué bromas estás pensando?

—Ohh, pienso lanzarle una bola de nieve a alguien de seguro en medio de la guerra a otro le caerá una.

—Interesante, ¿qué más?

—No tengo muchas ideas—apoyo su cabeza en el pupitre—¿Me das alguna idea, diosa japonesa?

—Dime Hikaru y... en invierno... quizás puedas hacer algún tipo de regalo con alguna broma dentro se lo das a alguien y, ¡listo!—le comentó—aunque quizás ya se te haya ocurrido.

—Pss, puede ser. La idea no están mala lo apuntaré para navidad.

—Oke~ Loki-san. ¿Y que cuentas Thor-san?

—Nada

—Tanta frialdad podría cortar el metal.

El Dios no comentó nada y siguió con el rostro neutral que saco una risa a la albina y quien le acompañó fue Loki.

Era increíble la neutralidad del dios.

Mientras ellos seguían riéndose del pobre el dios del trueno, él dejo a relucir una pequeña sonrisa.

Un ambiente amigable.

La albina nunca había logrado estar en ese ambiente parecido junto a los dioses nórdicos, incluso había dado una amenaza a Loki aunque no quería que cometiera una locura y por eso lo había hecho, no había sido lo mejor pero ya estaba hecho.

—¿Ustedes son muy buenos amigos, no?

—Siempre—respondió Loki—hemos estado juntos siempre así que somos grandes amigos.

—Ohh~ que envidia—sonrió la chica mientras apoyaba sus brazos en el pupitre y luego su cabeza entre ellos—debe ser increíble tener una amistad con lazos tan fuertes. Thor-san, Loki-san y Balder-san son muy afortunados.

—¿Y tú no tienes amigos?

—Fuera de aquí no—solto una risa seca—he estado ocupada siempre con mis propias responsabilidades y nunca e hecho amigos. Me hubiera gustado tener una amistad como la que tienen ustedes.

—Quizás no sea lo mismo pero somos amigos ahora, ¿No?

—Claro reforcemos nuestra amistad en el futuro Loki-san.

—Bueno ahora qué somos amigos serás mi víctima principal de mis bromas—sonrió en grande el pelirrojo—¿Estás de acuerdo verdad Hikaru-chan?

—Ahh... me lo suponía... Okey Loki-san.

La chica se había levantado de donde estaba para volver a acomodar la silla en su lugar para cuando el profesor llegara no fuera regañada.

—Hikaru~.

Ella se giró para ver al pelirrojo.

El dios del Fuego había lanzado un caramelo de envoltura azul con puntos blancos idéntico al color de los ojos de la muchacha, ella lo atrapó con facilidad confundida pero al recordar que también era el dios del engaño quiso regresarlo.

Ella volvió a tirarlo aún estudiante de los espíritus que lo atrapó y al ver su rostro de miedo volvió a tirarlo.

El ciclo se repitió un par de veces.

Al final había terminado en el dios nórdico del trueno que sin ninguna expresión lo tiró hacia la albina que lo atrapó e iba a volver a tirarlo de no ser porque el dulce se agrandó para explotar dejando aparecer un humo azul.

Ella tosió agitando su mano.

Después de un rato el humo se dispersó lo suficiente dejando ver la sonrisa burlona del dios pelirrojo, apretó los puños pero al final borro su semblante molestó.

No iba a molestarse.

Ella había aceptado ser la víctima principal a causa de una amistad.

Al menos esperaba que la amistad que formaría con los nórdicos valiera la pena, quería que por lo menos la ayudarán, la saludaran y estuvieran a su lado en momentos críticos.

—¿Qué ha ocurrido?—hizo acto de presencia Yui junto a los demás dioses.

—Una broma mía, koneko-chan.

—¿Hikaru?—se acercó el dios del mar y el del vino—¿Estás bien?

—Si te refieres a la broma yo la acepte así que no me importa mucho—les sonrió a todos—y con lo respecto a lo otro tampoco me interesa, necesitaba una manera de protegerlos y si hacia falta iba a hacer eso.

—Pero...

—Apolo-san no debería preocuparse por ello... ustedes han estado con los grilletes más tiempo que yo. No es la gran cosa.

Todos se quedaron sin que más comentar.

Ella alzó su muñeca dejando relucir la pulsera con una amplia sonrisa en su rostro. Ella se veía normal sin importarle que llevaba la restricción a sus poderes después de todo había vivido toda su vida como humana y no tener poderes no era cosa del otro mundo para ella.

Se sentó en su pupitre y les indico a todos con un ademán que se sentarán haciendo notar que el profesor había llegado.

—Sentaos.

ᴠɪɴᴏ ᴅᴇ ᴜᴠᴀs ⁕ Kamigami no Asobi ⁕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora