Capítulo 33

37 4 0
                                    

Narrador

Fuera de la academia estaban los espíritus esperando en el exterior y como personaje central estaba Tsukito que sostenía un saco.

Balder fue el primero en notarlo, Yui y Apolo fueron los siguientes.

—¡Tsukito-san!

El mencionado se acercó a los tres con aquel semblante inexpresivo característico de él y saludó a la chica.

—¿Qué está pasando aquí Tsukito-san?

—Thoth Cacudeus me ordenó reforzar la disciplina de los estudiantes.

—¿Y te encargaras de todos solo?

—¿Qué significa reforzar la disciplina?

—Bueno... verificar que no haya objetos o ropa que sea inapropiada para la escuela.

—¿Inapropiada para la escuela?

Al parecer nadie notó el paso sigiloso del dios del inframundo que iba a adentrarse a la escuela abrazado su maletín con recelo al parecer escondiendo algo, cosa que notó Tsukuyomi.

Mencionó su nombre y al instante se detuvo.

Se le notaba nervioso y en ningún momento hizo contacto alguno con Tsukito haciéndolo aún más sospechoso.

—¿Q-qué pasa?

—Muestrame tus pertenencias.

—¡No! Si te acercas, la desgracia...

El dios no logro a concluir su frase y al querer alejarse del encargado de la disciplina se le terminó cayendo una pequeña bolsa con algunos pastelillos de arroz en el interior.

¡Vaya que que le gustaban!

Por desgracia al parecer no iba a poder mantenerlos con él.

—¿Qué es esto?

—Mi almuerzo.

El silenció del dios lunar mostró que aquella respuesta no le convencía para nada.

—¿Es apropiado para un dios mentir?

—Lo siento—se disculpó Hades.

Una vez resuelto aquello guardó la bolsa en el saco que llevaba para girarse a ver a Loki que entraba bien campante como si no tuviera nada escondido.

Todos sabían que el bromista siempre tenía un as bajo la manga.

De seguro llevaba encima un monto de pequeñas bromas y juguetes que no eran para nada permitidos en la escuela.

—Loki Laevatein, muestrame tus pertenencias.

—Lo siento pero como veras yo no llevo una mochila.

—No, pero también llevas objetos prohibidos—aseguro el japonés que le hecho una rápida mirada—lo veo por las arrugas de tu ropa.

—Demonios.

Una vez el dios confesó comenzó a sacar un montón de objetos de sus bolsillos.

Podía verse cartas y pequeños dulces entre las cosas.

—Ara~ara de seguro pensabas en utilizar alguna de esas cosas en mí para hacerme una broma—entro en escena la albina que salía del edificio—vaya que decías la verdad al mencionar que sería ru víctima número uno.

—¿Hikaru-san?

—Buenos días a todos.

Ninguno entendía que hacía la diosa ahí temprano y muchos menos ya en el interior de la academia pero todos pensaban que quizás solo se había cruzado con el dios de la luna y ya había sido revisada. La muchacha solto un bostezo y se estiró un poco acercándose al pelirrojo quitándole a Tsukito el saco que tenía.

ᴠɪɴᴏ ᴅᴇ ᴜᴠᴀs ⁕ Kamigami no Asobi ⁕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora