ᴠɪɴᴏ ᴅᴇ ᴜᴠᴀs ⁕ Kamigami no Asobi ⁕

Capítulo 32

Narrador

Las luna se mostraba ya en lo alto del firmamento nocturno, las brillantes estrellas la acompañaban mientras eran observadas por cierta muchacha albina.

Ella sabía su mala costumbre.

Generalmente no dormía por las tardes ya que en las noches no lograba conciliar el sueño y sin embargo esta vez había hecho caso omiso a eso y hace no mucho había despertado.

No podría dormir en lo que quedaba de noche.

Se arrepentiria mañana temprano pero ya no podria darle vuelta al reloj así que ahora solo mantenía su mente ocupada.

Observaba por la ventana sin emoción alguna hasta que vio a cierto dios japonés que caminaba entre la oscuridad de la noche. Ella se levantó de inmediato para sacar la cabeza por las ventana y ver que el joven se detenía justo a unos metros, se giró a verla y sus miradas se cruzaron.

Ella no lo pensó mucho y salto por ahí.

Ya lo había hecho anteriormente pero esta vez no estaba segura si Tsukito la atraparía.

¿Qué clase de manía tenía para saltar de aquella manera?

Era una humana y aún así saltaba sin miedo alguno sintiendo como un escalofrío le recorría por todo el cuerpo, cerró los ojos aún insegura y luego no logro sentir ni un pequeño dolor.

Al dejar mostrar sus orbes azules pudo ver al dios de la luna japonés.

Un semblante neutral.

Esa era la expresión que tenía, ella le regaló una sonrisa para bajarse lentamente de los brazos del dios. Una vez dio su espacio al japonés se paró derecha.

—Diosa de las estaciones Hikaru, ¿Por qué hiciste eso?

—Es una manía mía.

—No deberías haber hecho eso.

—Lo sé, ¿Y que haces tú aquí?

—He venido a ver la luna mi trabajo siempre ha sido ese por lo a que aquí también lo hago.

Hikaru asintió.

—¿Y puedo acompañarte?

El pelimorado asintió para seguir su caminó siendo seguido por la albina que iba curiosa detrás de él, había visto antes como Hades observaba las estrellas pero era algo que el dios griego disfrutaba nunca lo había hecho por ser un trabajo o una responsabilidad como Tsukuyomi.

Recorrieron el bosque hasta llegar a una glorieta en donde también Hades iba a ver las estrellas.

Una vez llegaron él se sentó al filo viendo la gran y hermosa luna que para mañana sería el perfecto día para verla llena.

Ella se quedó viéndolo.

Hasta el momento no había visto otra expresión en su rostro, siempre llevaba aquella inexpresividad. Tampoco era como si pudiera preguntarle ya que quizás no le respondería y... ella había sido así en su momento.

—¿Por qué protegernos de esa manera?

—Simplemente lo quise así—se sentó aun lado de él. No esperaba tal pregunta pero al final que costaba nada responder—los grilletes no te hacen daño alguno solo imposibilitan el uso de tus poderes. Ustedes han estado hasta ahora con ellos, no me será nada difícil llevarlos.

—¿Te gusta el cielo?

—Adoraba mirarlo en invierno. Es mi estación favorita después de todo.

—¿Por qué?

—Totsuka-san anda hoy muy curioso.

—Lo siento.

—No es para que te disculpes—solto una risa divertida por la disculpa innecesaria del japonés—y me gusta el invierno porque adoro la nieve, el clima y cosas así.

—¿Y a ti te gusta ver la luna?

—Es mi responsabilidad hacerlo, diosa de las estaciones Hikaru.

—Además de ello, ¿Te gusta ver la luna?

Tsukito se quedó en completo silencio ante tal pregunta siempre había visto ello como una tarea como el dios de la luna algo que debía de hacer.

Una responsabilidad más.

Nunca se había cuestionado si le gustaba o no hacerlo.

¿Y que más daba ahora si se lo preguntaba ahora?

En los años que llevaba como el dios de la luna no se lo había preguntado y hacerlo ahora no tendría mucho caso ya que si era un no debía de seguir cumpliendo sus labores como siempre.

—Nunca obligó a nadie a responder así que no le des muchas vueltas al asunto, ¿cuánto tiempo estarás aquí?

—No mucho aún estoy planificando todo para poder ver la luna.

—¡Oh cierto el proyecto escolar!—recordo pobremente la tarea que le había dado Thot al dios de la luna—Supongo que debe de ser tu primera vez haciendo algo así, ¿necesitas ayuda? No se que podría implicar una preparación como la tuya pero yo te puedo ayudar en lo que pueda.

—No necesito ayuda.

—¡Moo~! Puedo ayudarte en lo que quieres y necesite, no tengo ningún problema además de que siempre estoy desocupada.

—Si deseas ayudarme entonces... lo aceptaré.

—¡Bien! Y deberías solo decir mi nombre no me molesta y debe ser bastante largo decir diosa de las estaciones.

—Como digas... Hikaru.

—¡¿Y si vamos ahora?!

—Se ve lo emocionada que estas pero planeó aún quedarme a mirar la luna.

—Te seguiré acompañando entonces.

Las horas pasaron viendo la luna y para cuando llegaron a la habitación del dios japonés para la planificación de ver la luna se había hecho aún más tarde. Hikaru sentía las energías completas e iba de un lado a otro ayudando en lo que podía.

Comida, asiento y un poco de decoración ya todo estaba listo para ser preparado.

Pero cuando Hikaru planeaba seguir ayudando en ello y dejar la fase de planificación al ver por la ventana notó que ya era de madrugada.

Debería ser casi la cinco de la mañana.

—¿ Tsukito-san?—vio como iba hacia su armario sacando el uniforme colgado en un colgador bien arreglado y limpio listo para ser usado—¿Piensas ir a esta hora a la academia? ¿No es muy temprano?

—Soy el encargado de la disciplina.

—¿Disciplina?

—Me aseguro de que nadie ingrese a la academia con algún objeto extraño o con algo fuera de lo normal en el uniforme.

—Ohh, ya veo.

La muchacha se quedó quieta pensativa mirando fijamente al dios para luego dar una sonrisa.

—Ire contigo.

—No debería ir a dormir, haz estado ayudándome toda la noche.

—Bueno dormí toda la tarde ayer hasta unos minutos antes de lanzarme por una ventana, tengo energía suficiente para sobrevivir hasta la noche.

—Si tú lo dices Hikaru-san.

—Voy a prepararme, espérame en la salida del edificio.

Solo recibió un asentimiento por parte del chico pelimorado y salió de la habitación sin hacer mucho ruido era preferible no perturbar el sueño del otro dios, no sabía que cosas haría si lo despertaban por algún alboroto.