Capítulo 18

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Narra Hikaru

Lograba sentir una mano cálida recorrer mi mejilla con suavidad, sonreí levemente y abrí mis ojos lentamente viendo a Dionisio con una sonrisa plasmada en su rostro, sentado en mi cama, alce mi mano y la pose sobre su pómulo. Se sentía tan suave al tacto y tan cálido.

—Buenos días Dionisio—salude sentándome en la cama aun sintiendo los ojos pesados—¿qué hora es?

—Hora de estar en clases, diosa del fraude—se burló soltando una pequeña risilla.

—Yui mañana nos va a regañar—recordé vagamente la anterior vez—bueno ya no importa seguiré durmiendo. Hasta mañana.  

—Hay que salir—opinó Dionisio, lo miré de reojo y quise burlarme de él—¿qué te causa tanta gracia Hikaru? Tienes una gran sonrisa en tus rostro y pareciera que estas aguantando la risa.

—¿Tanto quieres salir conmigo?

El solo asintió avergonzado. Había despertado mas tarde lo usual, había tratado de mantener el horario que tenia antes pero hoy me había sido imposible, supongo por la repentina aparición de Artemisa y el extraño poder de mi canto y las flechas habían causado mi agotamiento.

Hoy no quería moverme.

Quería quedarme en la cama y dormir todo lo posible para estar bien despierta para cuando fuera con Thot a la biblioteca.

Eso era lo quería

Pero al girar mi mirada hacía Dionisio sentí esa necesidad de salir de la cama e ir a donde quisiera ir. Llevaba en la mirada ilusión. No entendía porque pero al ver esa mirada sentí el anhelo de ir con él.

—Me cambiaré y nos iremos—murmuré con una sonrisa caminando hacia el armario.

—¿A donde vas Karu-chan?—la pregunta de Melissa me detuvo y me gire hacia el escritorio donde estaba frotando su ojo. Miro hacia Dionisio y mostró sorpresa—¿qué hace usted aquí, Dionisio-san?

—Melissa-san—musito mientras un pequeño rubor aparecía en su rostro—yo solo... yo.

—Es mi novio Melissa. Voy a cambiarme así que no me esten mirando.

Los vi darle la espada al armario y con ayuda de la puerta logre cubrir mi cuerpo completamente.

Me coloque un vestido sencillo amarillo, trence mi cabello y me coloque las sandalias que tenían un tacón bajo. Salí y cerré el armario acercándome a Dionisio y Melissa que hablaban en voz baja.

—¿Qué tanto murmuran ustedes dos?

—Melissa-san esta preguntándome por ti. Al parecer te tiene un gran aprecio—contesto Dionisio bajando la cabeza desordenando su cabello.

—Debemos de irnos Melissa. Nos vemos mas tarde, si Kusanagi pregunta no me viste hoy en todo el día—ladeo la cabeza con confusión—es un secreto, después te contare.

Salimos de mi habitación cerrando la puerta, me sujete el brazo de Dionisio y apoye mi mejilla en su brazo con cariño, el sonrió avergonzado desviando la mirada. Salimos del gran edificio caminando hacia el bosque, el camino estaba cubierto de hojas amarillas y anaranjadas. A lo lejos podía distinguir el único árbol verde prueba de mi encuentro con Artemisa.

Tranquilidad.

Este era  la sensación que siempre había querido tener.

Ahora me sentía ahogada con esa sensación porque me podía dar cuenta de que esa sensación de tranquilidad estaba ahí solo por mi soledad. Pero eso acabo con la llegada de Dionisio toda esa capa de aislamiento fue borrándose.

ᴠɪɴᴏ ᴅᴇ ᴜᴠᴀs ⁕ Kamigami no Asobi ⁕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora