Una vieja canción decía: “Tú lo sabes todo sobre la realidad del mercado y yo en eso soy un negado. Pero para inventar lo que no existe quizás yo sea mejor… Tú tienes el dinero; yo la fortuna de encontrar flores en la basura. Porque para encontrar lo que no existe quizás yo sea mejor.”
Pues entonces, déjate ya de cuentas y de cifras. ¿Sabes decir cuánto amor llevas dentro? ¿Un kilo? ¿Un litro? No lo sabes, ¿verdad? Entonces, olvida las matemáticas. Inventa lo que no existe. Porque lo que existe es de todos. Pero si consigues encontrar lo que no existe, bueno, entonces tienes algo sólo para ti. Y si alguien ve lo mismo que tú ves, es que has encontrado a alguien que te vive. No lo dejes escapar. ¡Cógelo! ¡Vívelo! ¡Escríbelo! Las historias son como las personas. No están hechas para estar solas. En alguna parte del mundo hay alguien que vive una historia que se refleja en la tuya. ¡Mira a tu alrededor! Ese alguien no está tan lejos de ti. Es la otra mitad del libro. No pierdas el tiempo escribiendo más páginas… ¡Búscalo! El resto lo escribiréis juntos. Porque no hay nada más perfecto que dos historias que se entrelazan.
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Las estrellas se pueden contar (versión lésbica)
Novela JuvenilAlice está en el último curso en el instituto. Se está preparando para la selectividad y los últimos exámenes mientras, a su alrededor, están pasando cosas nuevas, excitantes y desconocidas : el primer amor, la primera vez… es difícil ser adulto, y...