Cuentos

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- Kate no necesito saber como te depilaste ayer - Me quejé cuando oí su refrán de la tarde - Oh mira a Ethan - Tomé del cuello a mi hermano que simplemente al ver a aquella rubia sonrió y se lo coloqué enfrente - Cuéntale que tu dona no tiene vellos.

Ella simplemente sonrió - Y fue rápido sabes, la cera duele tanto y es que por favor a que chico no le gusta que quede como bebé... ¡Y es que sabes...! - Tomó del brazo a Ethan y salieron caminando en dirección opuesta.

Kate estaba loca.

Continué caminando para mi siguiente clase y justo un cuerpo se detuvo enfrente por lo que salté al impacto.

- Lo siento no quería asustarte.

- No, fue mi culpa yo iba distraída - Balanceé mi cabeza de un lado a otro como si quisiera sacar ideas. Alcé mis cejas esperando que Sebastián continuara hablando y abrió levemente su boca.

- ¿Sigues teniendo química a la primera hora? Bueno que tonto claro que no cambian el horario - Susurró para sí mismo lo último.

- Creo que también tienes, podemos ir juntos - Él asintió y me acompañó hasta nuestra primera clase.

Minutos pasaban y el maestro aún no llegaba al aula - ¡No vendrá a clase! - Exclamó un chico con su celular en las manos - ¡Se intoxicó! ¡Si! ¡Wuuu! - Comenzó a reír y salió del salón. Algunos se quedaron en sus asientos conversando y otros aprovecharon para caminar en pareja fuera del aula sospechosamente.

- Ya que no vendrá podemos quedarnos a platicar - Sebastián me miró y le sonreí de vuelta.

- Claro no le veo problema - Saqué mi libro de lenguaje y comencé a anotar cosas que debía entregar mañana - Te escucho, puedo hacer varias cosas a la vez.

- Pero realmente quiero que conversemos bien, como la gente lo hace - Levanté la mirada con el ceño fruncido.

- Lo siento, debo adelantar muchas cosas que realmente no podré hacer en la tarde.

- Está bien, entonces dime si nos vemos cuando acabé el colegio podemos ir a un café - Propuso y yo volví mi vista al libro.

- No podré, debo hacer deberes - Respondí.

- Podemos cenar, tú y yo digo como una cita - Alcé ambas cejas cuando dijo eso.

- ¿Una cita? Sebastián no te ofendas, eres un buen chico con una personalidad genial y excelentes calificaciones, muy ejemplar puedo decir, pero te desapareciste de un día para otro, no volviste a responder mis mensajes, nisiquiera mis llamadas. Ya pasaron meses desde entonces y vienes un día a decirme que tengamos una cita - Volví la mirada al libro y continué con la actividad.

- Un simple no bastaba - Contestó y rodé los ojos cuando vi que intentó hacerse la víctima - ¿Es porque estás saliendo con él cierto? - Fruncí el ceño  - Con Hemnan.

- Liam no tiene nada que ver en esto - Mentí - Simplemente debo hacer cosas, estaré ocupada y la verdad es como si apenas te estuviera conociendo de vuelta - Rodé los ojos enojada de nuevo. Tomó sus cosas y simplemente salió del aula, yo continué con mis deberes y cuando acabó la hora caminé hasta mi siguiente clase. Literatura.
Divisé los asientos en los cuales usualmente Liam y yo usábamos para tomar clase pero abrí ligeramente mi boca cuando vi que ambos estaban ocpuados. Me senté en uno de enfrente y coloqué mis manos frustradas sobre mi cara.

Por mi lado resonaron tacones y vi la silueta trasera de Stella salir del aula. Tragué en seco con un nudo en mi garganta y sentí como a mi lado la silla resonaba, sin ver quien era la persona, podía admitir con total seguridad de que se trataba de Liam.

Hasta el mas mujeriego se enamora [Secuela De VCMH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora