Era de noche y había salido del hospital directamente a casa pero preferí sentarme en la entrada y pensar un rato. Nunca había sido de fumar pero cuando lo hacía era porque realmente lo necesitaba, así que saqué un cigarrilló y lo encendí para darle la primera calada dejando que el viento frío pegara en mi cara. Subí la cremallera de la chaqueta y continué pasando el cigarrillo por mis labios una y otra vez hasta que ya casi no quedaba nada. Oí unos pasos y abrí mis ojos para dejarlo caer en el suelo y pisarlo de inmediato.
Mi madre abrió la puerta y me vio allí sentada en el sillón del proche de piernas cruzadas.
- ¿Hace cuánto estás ahí, hija?
- Acabé de llegar es sólo que el clima aquí es mejor - Mentí cruzando mis brazos por el frío.
Ella suspiró y apretó los labios para cerrar la puerta de la casa y sentarse justo a mi lado - Huelo a nicotina - Murmuró subiendo sus piernas al sillón.
- Tal vez es Ethan - Hablé rápidamente.
- Ni ha llegado - Ella alzó una ceja.
- Entonces debe estar llegando - Me defendí y ella negó con su cabeza de forma reprobatoria.
En el fondo sabía que ella tenía idea de que yo había fumado y no sólo por la nicotina, sino por el olor de mi aliento esparcido cuando había una calada de aire frío luego de hablar. Sin embargo, prefirió guardar silencio y agradecí internamente.
- Cariño, ¿Por qué tienes esa cara? - Ella me miró expectante y de nuevo esa sensación en mi pecho apareció. Tragué en seco esperando contenerme pero sólo dejé resbalar varias lágrimas. Me tomó de la cabeza y me recostó sobre su pecho mientras me acariciaba - Llora todo lo que quieras, así te sentirás mejor - Susurró en mi oído.
- Yo sabía - Me separé y solté el aire contenido de mi pecho, ella frunció el ceño - Muy en el fondo sabía que esto iba a pasar mamá, yo no era lo que él quería ni lo que esperaba tener y es que cómo me puedo comparar con las chicas con las que ha estado, son perfectas y yo... Yo soy yo.
- Tú no eres lo que él quería porque eres mejor de lo que él esperaba que iba a tener. Amor vales tanto que no tienes idea lo que daría yo por ti y por tu hermano, duré nueve meses contigo adentro para que en dos días te eches a morir por un hombre, así que debes ser fuerte y afrontar las cosas como una mujer que eres. Él perdió algo tan valioso como lo eres tú - Me tomó de la barbilla - Y no permitiré por nada del mundo que te hagan daño. Así que si me disculpas iré por una pistola - Se levantó pero la tomé del brazo.
- No puedes matar a Liam - La regañé y bufó.
- Entonces le diré a tu padre - Se cruzó de brazos.
- ¡Ni se te ocurra! También lo matará.
- Es lo que merece - Se encogió de hombros y reí para luego de sorber y ella abrazarme.
- Te amo - Besó mi frente y justo sonó el pito de mi auto. Allí estaba Ethan bajandose, caminó a paso rápido hasta la entrada y su sonrisa se esfumó al verme.
- ¿Qué pasó? - Preguntó y apreté mis labios para no llorar de nuevo, negué con mi cabeza y simplemente caminé hasta entrar a casa y encerrarme en el cuarto. Sólo pasaron un par de minutos cuando Ethan ya estaba abriendo la puerta con mucho silencio e intriga en su mirada, volvió a fruncir el ceño al verme y se acostó en la cama mirándome fijamente. Estuvo en silencio un par de minutos hasta que habló - ¿Le contarás que te pasa al imbécil de hermano que tienes?
Sonreí con nostalgia y tragué en seco - Sólo que hoy iba a ver a Liam para hablar y preguntarle la razón por la cual estaba tan distante conmigo y justo cuando llegué estaba con Stella - Se me quebró la voz por un momento - Se besaron - Mordí mi lengua con el fin de no llorar y él cerró sus ojos para suspirar con total molestia.
ESTÁS LEYENDO
Hasta el mas mujeriego se enamora [Secuela De VCMH]
Teen FictionHan pasado diecisiete años desde el nacimiento de los hermanos White Styles. Para Emily la escuela nunca fue un problema, pero desde que se muda con su familia a Chicago, lo comienza a hacer. Tendrá que conocer gente nueva, hacer amigos y sobre todo...