Hasta el mas mujeriego se enamora [Secuela De VCMH]

Somos amigos

- Señor, ¿Está seguro de que es por aquí?- Pregunté mirando las bellas casas a nuestro alrededor. Había oído de Liam que vivía en una residencia, pero en realidad no pensaba que fuera así de hermosa.

- Esa es la dirección que me dio señorita - Dijo llegando a la entrada de la residencia.

- Buenas tardes, ¿Que casa buscan?- Preguntó un señor por un megáfono.

Señor Jesús como se maneja esto

Bajé por completo la ventanilla del auto y presione el botón- Busco la casa 17, Liam Henman - Contesté y solté el botón.

El señor que se veía por la ventanilla, tomó un teléfono y llamó, después de un par de minutos abrió el portón y el taxi entró, llegamos a las casa y se me abrió ligeramente la boca al ver tan hermosa casa y su hermoso heredero enfrente de esta.

Le pagué al taxista y me bajé - Virgen de los pectorales, ¿Qué es esta hermosura?- Susurré para mi misma.

Liam sonrió y abrió sus brazos - Hola - Olí su exquisito perfume, salí de su cuello y lo miré alzando ambas cejas.

- No pensé que un niño rico necesitaba de carreras ilegales - Bromeé y alzó ambas cejas

- Ya te dije la razón por la cual lo hago - Besó mi cabeza.

- Ya te dije que no quiero que lo hagas, que no debes arriesgar tu vida - Contesté y él simplemente abrió la puerta para pasar luego de dejarme pasar a mí.

- Si bueno eso es algo que no voy a poder evitar - Cerró la puerta detrás suyo.

Si su casa por fuera era hermosa, por dentro era la octava maravilla en definitiva. Alcé mis ojos viendo los cuadros colgando en las paredes, podían costar más que todo el armario de Liza y créanme que en su ropero podrían haber al menos cuatro vidas seguidas.

- Tu casa es... Wow.

- Si, bueno a todas les gusta - Contestó y rodé los ojos.

Chico lindo destruido en tres segundos.

Siguió caminando, le seguí y llegamos a la segunda planta, allí habían varias habitaciones.  Mire a mi alrededor y había silencio, como si no hubiera nadie más aparte de los ayudantes de la casa.

Una señora muy dulce me sonrió cuando pasó por mi lado, le devolví la sonrisa y siguió su camino.

Que gente tan amable...

Mi madre ya me estuviera regañando por entrar a casa con los zapatos sucios.

-¿Y tus padres?- Pregunté curiosa.

- De viaje - Contestó entrando a la que suponía que era su habitación.
Entramos y me sorprendí, pensé que su cuarto era algo así como todo de negro, con posters de mujeres desnudas, cama sencilla... Bueno, lo de cama sencilla no lo creía ni yo porque allí no cabrían dos personas y ya saben, Liam no era de estar siempre solo.

En cambio, tenía una gran cama, un escritorio con algunos cuadernos, y una laptop. Tenía una puerta que daba al baño, un armario de una pared completa, y algunos cuadros en las paredes sobre un estante lleno de libros.

- Está linda tu habitación- Sonreí aligerando el ambiente e intentando ser cortés.

- ¿Linda? Mejor algo así como... Oh Liam, hay tensión sexual en esta habitación, ¿Por qué no me haces tuya encima del escritorio?- Imitó mi voz y le pegué en un brazo.

- ¡Eres un idiota!- Exclamé y tomé una de sus almohadas para luego tirarselas a la cara.

- Joder, mi rostro, mi arma de sensualidad - Dijo sobandose la nariz.

- ¿Sensualidad?-Me carcajeé.

-¿Qué no te parezco sensual?- Preguntó con la voz mas ronca de lo normal, se acercó y me acorraló contra la pared.

- No - sonreí y alzo una ceja.

Comenzó a dejar besos húmedos en mi cuello. Pasó un momento y comencé a sentir como perdía la cordura junto con rl orgullo y dignidad.

Comenzó a acercar su cara.
¿Si lo beso pensará que soy una de sus putas? ¿No lo beso? ¿Seremos novios? ¿Qué somos?

Me lamenté varias veces y le pedí disculpas a mi orgullo por no resistirme a Liam.
Acerqué mi cara también y justo cuando nuestros labios rozaron, se abrió la puerta de repente y aunque haya utilizado todas mis fuerzas para alejarlo de mí, ni se movió de su lugar.

- Vendrá Beli...- Dejó de hablar cuando me vio, me di cuenta de nuestra posición tan comprometedora y simplemente salí de su alcance.

- Hola - Saludé amablemente y ella rió.

- Tranquila ya me acostumbré a encontrar chicas en el cuarto de mi hermano - Contestó y rodó los ojos.

Joder eso si no me lo esperaba

Liam carraspeó incómodo y ella continuó - Vendrá Beli a casa- Cerró la puerta.

Miré a Liam, esto ers raro jamás habíamos estado tan incómodos juntos, suspiré e intenté dar mi mejor sonrisa.

- Traje la cera.

- ¡Oh por Dios me voy a depilar!- Exclamó como una chica y reí.

- Traeré un envase para colocarla- Murmuré y sonrió.

- Estás en tu casa - Dijo tirándose a la cama con su celular.

Salí de su cuarto y miré a todos lados, ¿Dónde podía quedar la cocina? Si hubiera sido mi cada, tan sólo con girarme encontraba mi casa.
Caminé hasta el fondo del pasillo y sólo me encontré con una pared, que daba al fin del pasillo.

Me devolví y vi una puerta abierta.
La medio abrí y vi dos chicas, toqué la puerta dos veces y ellas voltearon a verme.

- Hola - Sonreí.

- Si vienes a disculparte, no te preocupes, eso sí no hagas mucho ruido... Aunque no parece que seas como Stella - Lo último lo murmuró mirándome de arriba a abajo.

- No vengo a hacer lo que Stella hace con tu hermano - Dije incómoda y sonrió ampliamente.

- Es Genial, son novios - Dijo y negué rápidamente con la cabeza.

- Somos amigos- Aclaré y abrió ligeramente la boca- Vi la puerta abierta y me perdí en la casa buscando la cocina.

- Oh al final del pasillo derecho, las escaleras, pasas por la sala y allí está. Con el tiempo te acostumbras - Dijo la chica de su lado y sonreí de nuevo.

- Gracias, nos vemos - Iba a salir de la habitación pero me volteé a mirarla- ¿Tú eres Mía?

- ¿Cómo sabes mi nombre? - Preguntó y luego rodó los ojos- Liam- Murmuró con fastidio.

- ¿Quieres ver sufrir a tú hermano?- Pregunté y rió

- Si va a estar sin camisa si - Dijo la chica de su lado e intenté reír sin ser tan falsa.

Territorio ocupado perra

- Va a ser mucho mejor que un Liam sin camisa - Dije y bueno me reprendí a mí misma mentalmente porque claramente no hay nada más bueno que Liam sin camisa.

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