El Colapso

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Me sentía prisionera, no creo que exista otra palabra para describir mi situación en este lugar. Las dudas seguían rondando por mi cabeza, y no podía tan siquiera aclararlas ya que cuando intentaba llamar a mi casa, para pedirle explicaciones a mi madre, nunca contestaban. No sé qué ocurrirá pero llevo seis largos meses y tan siquiera ha intentado saber de mí, algo extraño está pasando, porque no es habitual. Algunas chicas si han hablado con sus familias como es el caso de Lidia y Keila, pero al intentar sacar el tema, estos ignoran las preguntas o cambian la conversación, eso me hace desconfiar aún más de todo. Ya estamos a final del mes, lo que significa que la chica con menos puntuación será eliminada y tendrá que abandonar este entrenamiento para Debutar. Una cosa tengo clara, ya lo he comentado con mi compañera de habitación, si esta situación paranormal sigue, yo misma suspenderé los exámenes y mi rendimiento para que me echen.

No me gusta presumir, pero soy consciente de ser de las mejores, hasta el momento, los profesores me han alabado por mi desempeño, algo que envidian mucho las demás, lo sé porque se lo noto en las miradas y en sus conversaciones burlonas en el baño o en el comedor. Nada de eso me ha importado o me importará, a pesar de que he tenido fuertes discusiones con algunas de ellas, específicamente con Verónica, que se pasa cada segundo intentando hacerme la vida un martirio. Mi única motivación para seguir es debutar y callarle las bocas para que se ahoguen en su envidia.

Hoy es la prueba, por lo que estoy muy nerviosa. El resultado del día lo unirán con el del rendimiento de todo este tiempo. Espero que si se tiene que ir alguien no sea Keila, no sé qué sería de mí sin su apoyo.

-Chicas, espero que den hasta su última gota de sudor para seguir aquí, cuando acabe el día, una de vosotras tendrá que despedirse, así que trabajen duro- dijo la vieja de la regla.

Comenzamos haciendo el examen de idiomas, largo como esa profesora solo sabe hacerlos, y después nos dirigimos para demostrar la rutina de baile y canto. Todas estábamos juntas en la habitación donde examinaban esta última prueba, por lo que podíamos ver las presentaciones de todas. Algunas se veían muy preparadas, trabajaron muy duro, luego habían otras que me daban pena, porque como me pasó a mí en la audición, se quedaban por breves segundos en blanco y no conseguían seguir. Al llegar el turno de Keila, comencé a sentirme mal, me dolía mucho el estómago, sudaba frío y tenía ganas de vomitar. Lo primero que pensé es que eran los nervios ya que al rato se me alivió. No me fijé casi en su presentación por la dolencia. Ahora me tocaba a mí, me levanté del asiento bastante segura, cuando me dan el micrófono para comenzar empecé a ver borroso, los dolores estomacales volvieron. Intenté respirar profundo pero no se iba, no podía hacer el ridículo de nuevo y quedarme callada o a medias, por lo que reuní todas mis fuerzas y comencé. Pasaron veinte segundos cuando no sentía ni las puntas de los dedos, al parecer en mi cara se notaba la decadencia y una de las chicas dijo:

-Cuidado, se va a desmayar-

Y fue lo último que recordé, sentí un dolor inmenso y me desplomé, todo se tornó oscuro.

Me desperté en la clínica del centro de entrenamiento, junto con la enfermera que me estaba poniendo una inyección en el brazo.

-¿Que me pasó? - pregunté con voz bajita, me dolía la cabeza.

-Te desmayaste en medio de la prueba, llevas más de 4 horas inconsciente- dijo ella con su voz incómoda de pito, no sé si era por causa de mi dolor que la escuchaba así o ese es tono natural.

-¿Y porque me desmayé, porque me paso en ese momento, fueron los nervios? - pregunté preocupada, ya que era la primera vez que me pasaba algo de esa magnitud.

-No fue eso, tengo otras sospechas, cuando te trajeron a la enfermería tenías espuma de la boca, como si hubieses convulsionado-

-Que!! - dije impactada- pero yo no tengo ninguna enfermedad, no soy epiléptica ni tengo alguna complicación de ese etilo- me temblaba la voz.

- No tienes que tener ninguna enfermedad para poder convulsionar, intentaré hacerte varios análisis para saber cuál fue la causa, mientras, dime que has comido en los últimos días- me preguntó mientras cogía un bolígrafo y una agenda para anotar lo que dijera.

-La verdad no he comido nada fuera de lo que me han dado aquí-

-¿Estás segura de eso? -

-Sí, estoy completamente segura-

Luego de terminar el interrogatorio, me dirigí al mi habitación, al entrar vi que Keila estaba acostada con la almohada en la cara, como si estuviese preocupada. Al instante de notar mi presencia fue corriendo hacia mí, me abrazó y comenzó a llorar.

-Priscila, me asustaste mucho, pensé que no te recuperarías-

-Pues aquí estoy, tranquila, solo fue un susto- dije segura para tranquilizarle.

- ¿Qué pasó? , porque te pusiste así- me dijo mientras me soltaba del abrazo y se secaba las lágrimas.

-Aún no se, la enfermera me hizo algunos análisis para estar segura- soltó un suspiro de alivio al escuchar esto.

Al momento vuelve a poner una cara de pucheros y comienza a llorar, tapándose la cara con las manos.

-Pero Keila, que pasa ahora, cuántas veces hemos hablado acerca de la lloradera- dije, y creo que se notó mi enfado por eso.

-Había olvidado que no has visto la tabla de puntuaciones, lo siento Priscila, quedaste en ultimo- dijo esto casi sin poder terminar, y al instante me volvió a abrazar.

Me quedé congelada, pero como iba a quedar en última si no pude ni hacer mi presentación.

-Me puedes llevar a la tabla para verla- le pedí aún sin creerme lo que había dicho.

Fuimos a la habitación donde hicimos el examen, y en la pizarra estaba la hoja con las puntuaciones.

Promedio de las notas del examen escrito y de la presentación:

Scarlett 92

Frida 91.6

Catalina 89

Antonella 87

Lidia 86

Maria Jose 85

Maria Cristina 85

Veronica 83

Keila 81

Salome 80

Regina 77

Nayla 75

Chloe 73

Violet 72.3

Valentina 67

Priscila 62


No podía comprender, no era justo. No fue falta de preparación. Sentía una rabia interna tan fuerte, estos meses de agonía y sufrimiento en vano, para al final ser eliminada por un problema de salud, necesitaba defender mi puesto aquí dentro, aunque fuera lo último que hiciese.

La Historia De Una IdolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora