Titanomaquía: La traición de Helios.

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Los titanes se hallaban reunidos en la cima del Monte Otris. Ese había sido un día bastante beneficiosos, pues habían logrado vengarse del traidor de Prometeo y, a la vez, lograron sacarle información. Ahora conocían el refugio de los dioses y pronto ejecutaría su ataque principal. Aún así, ese día también tuvo consecuencias,  Atlas y Cronos se encontraban bastante dañados por la pelea contra los dioses, especialmente por el ataque combinado que recibieron, les tomaría varios días recuperarse completamente, pero lo peor es que perdieron a la titanide Tea, hermana y esposa de Hiperión, quien era el único de los titanes que no se encontraba en la junta.

Hiperión se hallaba en la base de la montaña, torturando a Helios, Selene y Eos, sus hijos, por no haber salvado a su madre. Los atacaba con rayos de energía solar y a puño limpio, atacándolos sin contenerse en lo más mínimo. Helios, el mayor y más poderoso de los hermanos, podía resistir los ataques de sus hermanos pero eran ellos quienes se estaban llevando la peor parte, al no ser tan poderosos ni resistentes.

- ¡Alto padre! por favor- dijo a borde de la lagrimas- ¡Los mataras!-

- ¡¡No me levantes la voz!!- Hiperión empotro a su hijo contra el suelo de un puñetazo, para luego tomarlo y levantarlo a la altura de su cara - ¡Tenían una misión! ¡¡Una!! Proteger a su madre, no fueron capaces de hacer eso, no merecen misericordia- dijo para comenzar a aplastar a Helios unicamente con la fuerza de sus dedos.

- Pa, padre- los huesos de Helios comenzaron a crujir- Por favor, torturame a mi, dejalos-

- Jajaja, tu madre era la única que sentía algo por ustedes, sin ella aquí, no tengo razón para mantenerlos con vida- Hiperion arrojo a su hijo contra la montaña, provocando que esta temblara, dirigiendose a donde Eos y Selene, comenzando a atacarlos de manera brutal a pesar de las suplicas de su hijo. Helios se levanto y comenzo a acumular energía solar para atacarlo, pero en eso Cronos aterrizo junto a su hermano, provocando un gran terremoto.

- ¡¡Hiperión!! ¡Detente!-

- No pienso dejar que queden impunes, la sangre de Tea esta en sus manos hermano-

Cronos observo a sus sobrinos, para verificar que estuvieran inconscientes, aunque Helios solo fingia, antes de decir- Necesitamos soldados para la batalla. Una vez derrotemos a mis hijos y a los traidores, permitiere que hagas lo que se te antoje con ellos, pero hasta entonces, deben vivir- Hiperión se levanto, tenía un deseo incontenible de matarlos, pero las palabras de su hermano eras ciertas, por lo que solo asintío y regreso junto a el a la cima de monte, dejando a los tres dioses en el suelo.

Helios se acerco cogeando a sus hermanos, aún seguían con vida, pero sus aliados no harían nada por ellos, por lo que decidio recurrir a los Olimpicos, en una maniobra desesperada. Llevo sus dedos a la boca para chiflar y en cuestión de segundos, dos caballos dorados con melena y cola de fuego, llegaron al lugar tirando de un carruaje, también dorado. Helios subio a sus hermanos y luego tomo las riendas, dirigiéndose al Olímpo a raz de suelo, para que los titanes no se percataran de sus intenciones.

Una vez estuvo lo suficientemente lejos de la base titan, elevo su vehículo y en poco tiempo diviso el Olímpo, al cual se acercaba rápidamente. 

Poseidon se encontraba caminando por las orillas de su montaña, reflexionando, cuando vio a lo lejos una bola de fuego acercandose rápidamente hacía ellos, por lo que se dirigio sin prisa a donde sus hermanos se encontraban - Oigan hermanos, una bola de fuego se acerca a rápida velocidad- - ¡¡¡Bola de fuego!!!- Demeter corrió rápido a la orilla del templo, siendo seguida por sus hermanos, confirmando sus sospechas al ver lo que se acercaba - Es el carruaje de Helios-       - En ese caso. Debemos derribarlo. ¡Júpiter!- el ave respondio al llamado, posandose sobre el hombro de su amo y dirigiendose a donde este le señalo.

Helios pensaba en las palabras que utilizaría para hablar con los dioses, debía ser sumamente cuidadoso para no provocar una pelea, pero en eso, algo lo saco de sus pensamientos. Júpiter volo directamente a su rostro, comenzando a arrañarlo y picotearlo. Helios trato de defenderse, pero noto que era el aguila que siempre acompañaba a Zeus, si mataba a su mascota, este no lo recibiria precisamente con los brazos abiertos, por lo que, en un ágil movimiento, sujeto al animal del cuello y lo inmovilizo, sin dañarlo, para dejarlo en el piso del carruaje. A Zeus le pareció que había dañado a su amigo, por lo que no dudo en lanzar montones de rayos contra el Helios, quien a duras penas era capaz de esquivarlos, pero al estar tan distraido evitando los relampagos, no se percato de que Neptuno lanzo su tridente, impactando de lleno contra el carro y destruyendolo, provocando que los corceles y los dioses se impactaran en el Olimpo.

Hestia se apresuro a sujetar a los animales, Hades se acerco a Eos y Selene, pero estos no representaban peligro alguno, mientras Poseidon y Zeus se posaron frente a Helios, uno amenazándolo con su tridente y el otro con su cuerpo envuelto en electricidad. 

- Oh gran Zeus, me presento ante usted con completa devoción- los dioses quedaron sorprendidos por las palabras salidas de la boca del hijo de Hiperión. 

- ¿Qué haces aquí Helios?- dijo Zeus con una voz imponente.

- He venido a ofrecerles un trato, mis señores-

- ¿Y te atreviste a matar a Júpiter?- Zeus sujeto del cuello al dios y lo levanto sobre su cabeza.

- ¿Jú-Júpiter? ¿El ave?- Zeus apreto más fuerte- Yo no osaría dañar al animal, solo lo inmovilize-

- Zeus, aqui esta- Hades encontro al animal y lo libero de sus ataduras, permitiendole volar hasta posarse en el hombro de Poseidon. Zeus soltó a Helios y se tranquilizo un poco antes de volver a hablar.

- ¿Cuál es ese trato? ¿Y que le paso a esos dos?-

- Mi padre nos culpo por la muerte de nuestra madre y nos torturo hasta este punto. Fue la intervención de Cronos la que los salvo, pero lo escuche decir que después del ataque contra el Olimpo, permitira nuestra muerte-

- Entonces si planean atacar ¿Cuándo?-

- No, no, no estoy seguro pero se tomaran un par de días para que las heridas de Atlas y Cronos sanen- - Ofrezco mi ayuda, puedo ser su informante hasta que la invasión suceda, en ese momento, luchare a su lado- los dioses mostraron interés en la oferta - lo único que pido, es cuidado para mis hermanos- los dioses le dieron la espalda a Helios y comenzaron a dialogar. Al final, se dieron vuelta y Zeus pronuncio lo siguiente:

- Aceptamos tu oferta Helios. Brindaremos atención médica a tus hermanos a cambio de información y tus servicios-

- Se, se los agradezco enormemente- Helios no pudo contener su felizidad, esvozando una gran sonrisa, hasta que observo de nuevo la cara seria del rey del Olimpo.

- Pero te advierto una cosa, titan del sol. Si nos traicionas, tus hermanos pagaran el precio-

- Jámas los pondría en peligro- Zeus solo asintio.

- Llevenlos junto a Prometeo, que Leto arienda sus heridas. Hades y Hera cargaron los cuerpos y obedecieron a su hermano- Tu, vienes conmigo- Helios paso las siguientes dos horas frente a los seis olimpicos, comunicandoles todo lo que sabía sobre los planes en su contra, antes de volver sobre su carruaje reconstruido, por el propio Zeus, a las faldas del monte Otris, donde junto dos montones de tierra y coloco frente a ellos dos lapidas, para simular las tumbas de sus hermanos. A la mañana siguiente, Atlas descendío de la montaña, observando a Helios al lado de las "tumbas" de sus hermanos.

- ¿Donde estan Eos y Selene?-

- Aquí- dijo tocando los montones de tierra.

- Cronos quiere que te prepares, atacaremos en tres dias- dijo antes de subir de nuevo al monte. Al poco tiempo, Júpiter aterrizo en la rama de un árbol cercano a Helios el cual, al verla, sonrio. 

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