Y de la nada aparece alguien especial | Marco Asensio

Realidad y confirmaciones

Sara | 10:00 | Madrid

Hace dos semanas desde que volvimos de Holanda, volver a la rutina ha sido duro para todos. Sin embargo, Marco cogió rápido el ritmo. A Isquito le costó algo más, pero cuando vio a sus amigos dejó de renegar.

En cuanto a mi, he enviado algunos currículums a empresas de comunicación, para ofrecerles mi servicio de creación de contenidos para redes sociales a deportistas. He tenido algunas entrevistas pero nada más. De momento continuó con la web de mi hermano y algunos contenidos de su Instagram. También hago cosas para Marco y los chicos del equipo. Me lo paso muy bien y a ellos les fascina.

Sin embargo, no todo ha sido así de fácil. Tuvimos una sesión con la psicóloga Isquito, Marco y yo. Allí básicamente tratamos el tema de ser hermano mayor. Y ahora parece entenderlo mejor, además ver los hijos de Ramos o de Nacho también ha influido en su cambio de opinión.

Por otro lado, no se lo he dicho a nadie aún, pero hace unos días me realicé algunas pruebas para salir de dudas sobre si podría estar embarazada. Así que estoy a la espera de los resultados, estoy un poco nerviosa la verdad.

Y a eso le sumamos la carta del juzgado. Sabía que no se iban a rendir tan fácil. No sé cómo pero han admitido la demanda de la que un día fue mi madre, sobre la custodia de mi hijo. Y como Isco ya es mayor, lo más seguro es que le hagan hablar en el juicio y me aterra esa posibilidad.

Ahora estoy en casa acabando unos montajes que he estado haciendo para Marco, dice que se los quiere enseñar a la marca para que vean mi trabajo, y porque se trata de una publicidad.

- ¡Buenos días cariño! - dice Marco cuando entra en casa antes de darme un beso - dejo las cosas arriba y preparo la comida, no tardo.

Una de las cosas que hablamos cuando nos vinimos a vivir aquí es que nos repartiríamos las tareas. Y como yo trabajo mejor por la mañana y me despierto pronto, de la comida se encarga él que le chifla y así yo me centro en trabajar.

- Perfecto mi amor - le grito ya que ha subido corriendo las escaleras. Así que  reviso el trabajo y lo preparo para enseñárselo.

Marco baja cambiado y se sienta mi lado.
- ¿Que tal día deportista de élite? - digo mientras me acomoda en su pecho
- Muy duro, reina este cuerpo no se trabaja solo sabes. - y no puedo evitar reírme con su humor.
- Mira ya tengo la publicidad acabada, he estado toda la mañana trabajando- me levanto para coger el ordenador y refunfuña hasta que vuelvo a la posición con el ordenador encima.
- Sara, mi vida, ¿eres consciente que esto es para viernes y estamos a lunes?
- Ya lo sé, pero me gusta trabajar con antelación si tengo margen. Por si queréis modificar cualquier cosa.
- No pienso modificar nada. Esta perfecto así, si lo has hecho así - y me da un beso en el pelo- luego lo envío a la marca, pero no van a poner pegas.
- Bueno por si acaso, ya sabes como soy.
- Una hiper mega perfeccionista, lo sé y por eso me enamoré de ti.
- Ay Marco, como puedes ser tan adorable.
- Porque te quiero - se levanta - venga vamos a comer.

Tras comer llevábamos un rato en el sofá descansando y antes de que llegue Isco con mi hermano decido hablar con Marco.

- Marco - le acaricio el pelo- podemos hablar un momento, por favor
- ¿Qué pasa cariño? - se gira para mirarme - uy esa carita...
- A ver.. es que no se como empezar, porque es bueno, pero no lo sé si mucho y luego hay otra cosa que no y no sé... me enteré la semana pasada, pero quería estar segura
- Ey ven aquí anda -me abraza- tranquila
- Después de lo de Holanda, el jueves fui a mi médico para que me hiciera unas pruebas por si acaso fuera posible... eso..
- ¿Estas embarazada Sara? - me pregunta ilusionado
- No lo sé, me hicieron algunas pruebas y me tienen que dar los resultados. No me hicieron ecografía debido a mi historial, prefieren hacerlo así de momento... - le miro a los ojos - Marco tengo miedo, pero estoy muy ilusionada
- No tienes que tener miedo, ya lo hemos hablado. Si viene seremos los más felices. Y si esta vez no es, ya habrán otras.
- Ya pero si es que si, pueden haber muchos riesgos y tengo miedo.
- Cuándo nos digan que si, iremos al médico y vigilaremos todo amor, ahora tienes que estar tranquila
- Gracias Marco.
- Gracias a ti amor, me hace mucha ilusión agrandar esta maravillosa familia en algún momento.

Y yo no puedo hacer más que esconderme en sus brazos y cerrar los ojos. Sería tan bonito todo.

- Qué más querías contarme Sara.. se que eso no es todo lo que preocupa
- Ha llegado una carta del juzgado - digo muy muy bajito
- Si te escondes en mi cuello, por mucho que me guste, no me entero de lo que dices mi vida...
- Qué ha llegado una carta del juzgado - repito esta vez separándome de él
- ¿Del juzgado? - dice Marco preocupado
- Me quieren quitar la custodia de Isco, sabía que con la boda no se iban a rendir...
- No te van a quitar la custodia de tu hijo - me abraza- No te la van a quitar.
- Si me quitan a mi hijo me muero, Marco me muero. - me rompo en sus brazos
- No, no eso no va a pasar - intenta contenerse- ahora mismo llamamos a los abogados del club y que empiecen a trabajar en lo que sea.
- Van a hacer hablar a Isco en el juicio, imaginármelo ahí sentado me desgarra por dentro. 
- Si eso pasa, lo preparemos primero. Hablaremos con él, se lo explicaremos. Iremos con la psicología y con lo que haga falta. Pediremos medidas para que el enano no lo pase mal ni les vea. Lo haremos juntos.
- No te quiero arruinar la vida
- Mi vida sois vosotros. Si os pasa algo a vosotros me pasa a mi también.
- ¿Por qué no paran ya? Por favor...
- Van a parar, esta vez es la última. Vamos a ganar ese juicio y se van ir de nuestra vida.
- Sin ti no voy a poder hacerlo. Eres el pilar que me sostiene pese a todo Marco.
- Vamos a hacerlo juntos. Los cuatro. Tu hermano, el enano, tú y yo. Mírame - me levanta el rostro- vamos a hacerlo juntos, repítelo
- Vamos a hacerlo juntos
- Siempre juntos, mi vida - me abraza
- Te amo Marco, mucho muchísimo.
- Yo también te amo muchísimo Sara, ahora vamos a descansar un rato hasta que venga tu hermano.
- Abrázame mientras por favor, no me sueltes... - me escondo en su pecho
- Nunca, mi vida nunca- me dice Marco antes de tumbarnos en el sofá y taparnos con la manta como estábamos antes de la conversación.

Volver a la realidad nunca ha sido tan duro, pero se que junto a ellos nada puede ir mal.