Confesiones

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Sara | 21.30 | Mallorca

Estábamos sentados en la playa escuchando el sonido del mar y dejando que la brisa nos acaricie. Mi hijo se ha quedado dormido en mis piernas.

- Marco - le llamo - antes estuve hablando con padre mientras os cambiabais

- ¿Qué te ha dicho mi padre? -pregunta mientras me abraza.

- Pues me ha dicho que te he devuelto la sonrisa...

- Es que me la has devuelto, y más estando aquí. Ojalá estuviera mi madre con nosotros también.

- Tú si que me la has devuelto a mi. - me muevo para mirarle a los ojos- No tengas ninguna duda que te esta cuidando, seguro que está súper orgullosa de ti.

- Os hubieras caído genial, estoy seguro. Sabes mi padre al principio cuando le hablaba de ti, me dijo que lo hacía igual que él cuando hablaba de mi madre.

- No tengo ninguna duda, ahora ya sé porque eres tan buena persona conociendo a tu familia.

- Cariño, en estos meses nunca has hablado de tu familia, ¿por qué?

Y tras esa pregunta me tenso, muchos recuerdos vienen a mi cabeza y la mayoría negativos.

- Es que ya conoces a mi hermano Marco, no sé de qué más quieres que te hable. Mi familia son mi hijo y mi hermano.

- Ey cariño tranquila soy yo -me abraza- si no quieres hablar de ello te comprendo, era solo que me extraña que tus padres no hayan estado por aquí estos años.

- Es que yo no tengo padres - me rompo - o eso es lo que dijeron tras despertarme del coma y haber denunciado al padre de mi hijo. Ellos siempre estuvieron de su parte, me decían que la culpa era mía y que algo habría hecho. Le tapaban hasta que mi hermano se enteró de todo y se posicionaron de su parte. Hasta en el juicio. - Noto que me falta el aire y no puedo continuar- y tras el juicio.

- Mírame cariño -me coge la cara- sigue mi respiración, imitame -intento acompasar mi respiración con la suya- así muy bien, poco a poco. Estoy contigo, no me voy.

- Sabes llegue a creérmelo. Todo. -exteriorizo una vez he recuperado la respiración- Yo no quiero saber nada de ellos, pero me duele por Isco.

- Mi amor, sabes que tú no tienes la culpa de nada verdad -asiento levemente- tu hiciste lo que tenías que hacer. Eres una persona muy valiente. -me besa- Sé que quizá no será lo mismo, pero estoy seguro que mi padre estará encantado de ejercer de abuelo postizo.

- Gracias Marco por cuidarme tan bien, siempre sabes que hacer o decir para hacerme sentir bien. Te quiero tanto. -Le abrazo- No será lo mismo, será mucho mejor solo hay que ver cómo ha tratado al bichito nada más llegar a casa.

- Ahora que ya estás mejor, es hora de volver a casa para cenar. Seguro que nos están esperando. -dice antes de coger a Isco en brazos y levantarse- volvamos a casa cariño.

Tras las confesiones a orillas del mar volvemos a casa, a descansar y para que Marco pase tiempo en familia que lo necesita mucho aunque no lo exprese.

Y de la nada aparece alguien especial | Marco AsensioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora