Maria

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Sara | 12:00 | En casa

Menudo día, solo eran las 12 y ya estaba agotada. Nos hemos levantado pronto. He dejado a Isquito en la guardería y a Marco en la ciudad deportiva. Después me he ido a una entrevista de trabajo y posterior reunión.

Una de las marcas para las que Marco trabaja se interesó por el contenido de sus redes y cuando les dijo que era gracias a mi trabajo no dudaron en ofrecerme una entrevista. Tan bien ha ido que me han propuesto hacer una prueba creado unas piezas para redes sociales para una parte de la campaña y estoy muy feliz. Además si todo sale bien podría trabajar desde casa y ahora con el embarazo sería perfecto.

Esta tarde para Marco haremos una videollamada con su padre y su hermano, pero en verdad cuando vaya a buscarle de entrenar nos vamos para Mallorca. Una noticia así se tiene que contar en persona. Isco se queda con mi hermano y pasarán unos días de chicos grandes, o eso dice mi hijo.

Así que ultimo la maleta para los dos días que nos vamos, más no porque Marco juega el domingo. Pero una visita exprés a casa siempre está bien. Y pongo rumbo a la ciudad deportiva para darle la sorpresa.

Imagínate las ganas que tiene de contárselo a su padre y a su hermano que cuando voy a buscarle ya está fuera esperándome.

- Buenos días mi amor -dice Marco nada más subirse al coche- ¿cómo te ha ido la reunión?

- Tenias razón, me ha ido muy bien, más que eso. Me han propuesto crear unas piezas a modo de prueba.

- ¡Eso es extraordinariamente bueno! - la efusividad del mallorquín hace que me ría- lo vas a bordar y vas a ser la mejor trabajadora que van a tener jamás.

- Como para llevarte la contraria a ti mi amor- digo antes de darle un beso y arrancar por fin el coche. Marco esta tan pendiente del móvil que no presta atención al camino.

- Acabo de escribir a mi hermano para que esta tarde estén los dos juntos -dice Marco sin levantar la vista del teléfono- qué ganas de contárselo.

- ¿Tu crees que les hará ilusión? - en verdad temo un poco su reacción
- ¡Claro Sara por favor! -ahora si mira hacia la carretera y se da cuenta de que no vamos hacia casa- ¿Sabes que el camino a casa no es este verdad?
- ¡Porque me lo has dicho que si no no me doy cuenta!- digo riendo- anda abre la guantera del coche
- ¿Para que quieres que..
- Marco por favor, hazme caso -le indico que abra con la mano la guantera.
- ¿Y este sobre? - lo abre antes de que yo pueda contestar- ¿Nos vamos a Mallorca? Madre mía Sara.
- ¡Sorpresa! No pensarías que algo tan importante se lo ibas a contar por teléfono...
- ¿Te he dicho alguna vez que eres la mejor? Por si acaso, eres la mejor persona que podría tener a mi lado y con quien formar una familia.

Una vez pasamos los controles, nos vamos a la zona de espera.

- Vamos a comer algo antes de embarcar -dice Marco- Así se hace más amena.
- Vamos donde tú quieras
- Por cierto ¿Isquito se queda con tu hermano?
- Si van a tener unos días de chicos mayores, eso si hay que traerle ensaimada.
- Ya contaba con eso. Es igual de goloso que su madre -me hace burla Marco- ¿Y mi hermano sabe que vamos?
- Si sabe que vamos, nos viene a buscar al aeropuerto como siempre.
- Asi que estabais todos compinchados ya os vale.
- Anda no frunzas el ceño que te pones muy feo -le doy un beso-
- Si me das besos hasta que nos subamos al avión igual se me pasa.
- Anda que no sabes tú ni nada Asensio.

Marco | 18:00 | Mallorca

Tras el vuelo nos vino a buscar mi hermano y ahora estamos en casa. Sara nada más llegar se ha acostado porque no se encontraba bien y necesitaba descansar que ahora son dos. Ahora estoy convenciendo a mi padre y a mi hermano de ir a nuestra cala y así dar un paseo. Así que primero subo a despertar a Sara para ponernos en marcha. Estoy muy nervioso. Pero cuando llego ya está despierta.

- Hola cariño -dice cuando me ve entrar - ¿vamos a ir a la cala?
- ¿Como lo sabes?
- Porque te conozco y puede que haya escuchado algo de salir - dice riendo
- ¿Te apetece? si no te apetece nos podemos quedar en casa.. -lo último que quiero es que esté incómoda.
- Cómo no me va a apetecer ir ese lugar tan bonito y especial para vosotros.

Asi que en cuanto Sara esta lista nos vamos dando un paseo hasta allí. Un camino que se me hace eterno.

- ¡Por fin! -se me escapa cuando llegamos
- Madre Mía hijo, no puedes estar más nervioso de verdad -dice mi padre riendo
- Si bro, menudo cabezon con venir aquí nada más llegar a casa.
- Venga vamos a sentarnos en la arena y a disfrutar del paisaje- dice Sara intentado calmarme

Una vez en nuestra cala, me es imposible no acordarme de mi madre María. Necesito tenerla aquí conmigo ahora más que nunca. Nos sentamos en la arena, Sara ente mis piernas y apoyada en mi pecho, no dudo en abrazarla, bueno abrazarlos.

- ¿Que os pasa hijo? -dice mi padre- yo encantado de que vengáis, pero así de golpe entre semana...
- Es que tenemos algo que contaros, lo íbamos a hacer por teléfono, pero Sara ha organizado esto...
- Os lo teníamos que decir en persona
- ¡Queréis dejar de haceros los interesantes! -dice mi hermano atacado entre risas
- Lo que tenemos que deciros es que Sara está embarazada -digo emocionado- ¡Que vamos a ser papás!
-¿Qué? -dicen ambos a coro- ¡Enhorabuena!
- Hijo que noticia, que ilusión -dice mi padre emocionado- ¡Que vamos a ser abuelos María! - grita mi padre

Por este momento quería venir aquí

- Ay Sara la mejor noticia que me podías dar -se abraza a mi chica que tiene alguna lágrima por su cara- qué ilusión de ver como crece

- Veis como no podíamos deciros esto por teléfono -se limpia las lágrimas y se abraza a mi
- Nos lo llegáis a decir por teléfono y por la noche estamos ahí -dice mi hermano- ¿Sabes que va a ser? ¿Habéis pensado nombres?
- No y si -dice Sara
- ¿Si? ¿Cuáles? -pregunto yo sorprendido
- A ver yo algo he pensado, de chicos tengo dudas... -pero la corto
- Si es niño Marco -suelto como un niño pequeño
- En ese había pensado yo también tonto -dice Sara dándome un beso
- ¿Y si es niña?- pregunta mi hermano
- Si es niña, no tengo ninguna duda que no habrá un nombre mejor que el de su abuela. Si es niña se llamará María. -acaba de explicar Sara y yo la abrazo tan fuerte como si quisiera meterla dentro de mi.
- Mi vida, me haría mucha ilusión, bueno nos haría mucha ilusión a los tres.
- Y a ella seguro que también le hace ilusión -dice mi padre y tras esto nos abrazamos los cuatro.

Y nos quedamos disfrutando del atardecer en nuestro sitio especial. Ay mamá cuídanos mucho por favor.

Y de la nada aparece alguien especial | Marco AsensioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora