Capítulo 7

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El sol se había ocultado en el horizonte, ahora la noche era dueña de aquella montaña, sumergiéndola en la oscuridad.

La mujer miró con una sonrisa sincera a su pequeña, paso su mano a todo lo largo de su diminuta cara y la acercó para besar su frente.

Vivía enamorada de esa niña que sólo le causaba felicidad, con ella, las ausencias de Giyuu se hacían menos largas, además ahora tenía una gran amiga.

Hikari había decidido quedarse ahí para ayudar a la demonio a cuidar de Yuuki. Consideró necesario su presencia, puesto que los primeros meses son muy complicados, y estando solas en la montaña no sería fácil.

—_________ —La llamó desde la puerta —Es hora de alimentar a la bebé.

Ese era otro problema creciente, ella era demonio, por lo tanto no secretaba leche de sus pechos, así que para eso necesitaba la ayuda de Hikari, quien pedía una leche especial para la ocasión a su patrona Shinobu. La pilar mariposa era bastante dura en este aspecto, pero hacia un tiempo atrás había ido a su casa y se había quedado prendida de Yuuki.

—Claro, ya voy —Ella, que se encontraba sentada en el suelo se puso en pié, y justo en ese momento la niña comenzó a llorar desesperadamente —¿Qué pasa mi amor? —Le dió pequeños brinquitos mientras palmeaba su trasero.

—_________ —Ahora la voz de Giyuu se hizo audible.

La chica y Hikari se giraron en la dirección que provenían para verle con una mano en su hombro, no sangraba casi, pero si se podía notar levemente el líquido rojo por en sima del haori.

—¡Giyuu! —Exclamó horrorizada para correr donde él —¿Qué ocurrió?

Segundos después la médico llegó.

—Un descuido, no es nada grabe —responde tan neutral como siempre.

—Tomioka-san por favor debe tratar eso —Alega Hikari.

—Tomioka-san por favor debe tratar eso —Alega Hikari

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________ miraba atenta como le ponían la venda a Giyuu minutos después de tratar su herida, la verdad era que él tenía razón, no fue nada del otro mundo, tan sólo un pequeño rasguño, sin embargo ella estaba realmente preocupada, era la primera vez en toda la historia que regresaba herido a casa.

Y sin que nadie lo supiera... No era sólo eso, había algo que ella estaba escondiendo.

Hikari terminó de poner el vendaje y se puso en pié. Giyuu sólo miraba a su mujer con la pequeña en sus brazos, ella estaba perdida, mirando el lugar
que habían atendido anteriormente.

—Señorita si quieres yo me encargo hoy de dar de comer a la pequeña Yukki, así tienes tiempo para hablar con Tomioka-san.

La llamada observó como su amiga le extendía los brazos pidiendo a su hija, ella miró una última vez a Yukki para entregársela.

Giyuu se encontraba sentado con su pié derecho estirado y el izquierdo levantado, en el cuál apoyaba su mano. Esperaba que ella dijera algo, pero se veía bastante afectada, tan sólo guardaba silencio, incluso cuando Hikari se fué.

—__________ —La llamó, ella negó con la cabeza para mirarlo a los ojos.

—¿Quieres ir a ver las rosas? —Preguntó con una gran sonrisa.

Tomioka no cuestionó su pregunta, tan sólo quería complacerla. Ella cuidaba ese campo de rosas con mucho empeño, las idolatraba, tal ves debido a lo aburrido que era vivir sola en la montaña, o a que no tuviera más nada que hacer, la cosa es que se había dedicado en alma a cuidarlas.

...Y cada vez que él regresaba, ella se las mostraba...

La de ojos rojos se agachó frente a los rosales para intentar tocar una, con su fino dedo acarició los pétalos de la más roja de todas

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La de ojos rojos se agachó frente a los rosales para intentar tocar una, con su fino dedo acarició los pétalos de la más roja de todas.

—Una lástima que no puedas verlas con la luz del sol —Dice por lo bajo con un toque de tristeza.

—La luz de las estrellas es más que suficiente —Contestó desde la distancia.

—Desde que Yukki llegó a mi vida las tengo desatendidas, ni siquiera se cómo han sobrevivido todo este tiempo.

Pasó sus dedos por el tallo y justo ahí encontró una espina que le hizo soltar un poco de sangre.

Miró el líquido rojo descender levemente en una pequeña gota, como si fuera una atracción.

—Estas rosas me recuerdan a ti — Se agachó a su lado para tomar su mano.

—¿A mi? —El contacto visual no se perdió ni un momento.

—Hermosas, fuertes, brillantes y el rojo me recuerda a tu mirada —Acarició suavemente con su ano descupoda la mejilla de la demonio —Pero a la vez llenas de espinas, hasta el más fuerte sangraría solo de tocarte.

—¿Incluyendote? —Alzó una ceja.

—Me he sentido más vulnerable contigo que con cualquier demonio, nunca me atacaste, pero créeme que así lo sentí. Ahora cada vez que observo una rosa no paro de pensar en ti... aunque no son sólo las rosas —Sonrió levemente —Si cielo, la tierra, los árboles, todo me hace recordarte, porque cada segundo vas conmigo.

—¿Qué me quieres decir con todo esto Giyuu? —A pesar de estar cautivada con sus palabras, ya lo conocía, estaba consciente de que él quería decirle algo.

—Lo de hoy ha sido sólo un rasguño, pero peleas mayores se aproximan y nadie puede detenerlas, pero no te preocupes, te prometo, aquí, delante de estas rosas y bajo este cielo, que pase lo que pase regresaré aquí.

Ella sonrió de medio lado y dejó que Tomioka unira sus labios.

Más que nadie ________ era consciente de lo que estaba por aproximarse, y temía, temía tanto por la vida de aquel hombre que tanto amaba, temía tanto por su pequeña muñequita hermosa, temía por perder la felicidad que tanto le había costado encontrar....

Y sabía que nada prevalecía eternamente y que aquellos momentos donde todo son sonrisas... estaban por terminar.










Palabras del autor:

Quiero un Giyuu :)

¿Quién me regala uno?

Bueno aquí está mi actualización, preparadas porque se viene el drama.

ʀᴏsᴀ ᴄᴏɴ ᴇsᴘɪɴᴀs °|ᴛᴏᴍɪᴏᴋᴀ ɢɪʏᴜᴜ|°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora