ʀᴏsᴀ ᴄᴏɴ ᴇsᴘɪɴᴀs °|ᴛᴏᴍɪᴏᴋᴀ ɢɪʏᴜᴜ|°

Capítulo 3

Aquel agradable silencio se hizo costumbre entre ellos, les daba paz, a ambos, ________ recién comenzaba a entender lo que era vivir, pasó toda su vida en aquella montaña, escondida de todos, condenada a no existir. Giyuu por otro lado era un hombre sin hogar ni calor familiar.

—¿Estás seguro de ir a enfrentar a Muzan? —Cuestiona al fin la chica mientras probaban un puerco que había cazado.

—No tengo opción, además si lo matamos a él, todo acabará —Responde seco como siempre.

—No me gusta la idea de que vayas tú —Vuelve a dar una probada y se gana la mirada de Giyuu.

—¿Por qué?

Ella suelta la comida y se lanza a abrazarlo, él casi cae hacia atrás de la sorpresa. Aquellas actitudes, lo volvían loco, a veces se comportaba como una niña, otras actuaba como una mujer adulta, madura e infantil. ¿Cómo alguien podía tener ambas cualidades en su personalidad? Si bien le fascinaba, lo aterraba lo vulnerable que era ante ella. Con tan sólo ese gesto, _______ lo había dejado desarmado.

—Porque al fin encontré algo que me gusta — Contesta mientras remueve su cabeza en el pecho de Giyuu, como un animal.

—No voy a morir —Le dice seguro.

—Eso crees —Se separa bruscamente para encararle, sus ojos rojos se encontraban llorosos, ¿Por qué serán tan hermosos e hipnotizantes? —Pero Muzan va a arrancar tu cabeza.

—¿Por qué estás tan segura? —Pregunta, ciertamente hacer perder la compostura a Tomioka no era tarea fácil pero ella lo estaba logrando.

—¡Es una misión suicida enviarte solo! —Se levantó de golpe e hizo un gesto de hostine con sus manos.

—Puede que sí —Él también se levantó, aunque un poco más despacio.

—Entonces no vayas, quédate conmigo —Sus peticiones egoístas lo tentaban, ¿Qué pasaba con él? Vivía mucho mejor sin conocerla.

—¿Y tú por que sabes que Muzan me vencerá? —Cuestiona.

—Porque lo sé —Ella corre su mirada.

—¿Cómo? —Su expresión de duda era algo que nunca antes había visto.

—Porque le conozco —Se cruzó de brazos he hizo un puchero como una niña pequeña.

—¿De dónde? —Comenzaba a extrañarle aquel comportamiento.

—Lo conozco —Repitió.

—¿Pero de dónde? —Giyuu la tomó de los hombros —¿De dónde?.

—Es mi padre —Contestó seca y con un hilo de voz, sus ojos se llenaron de pequeñas lágrimas que se mantenían en el lagrimal, sin descender, como si estuviera luchando para no verse débil.

—¿Tu padre? —Totalmente consciente de que la información era verdadera pero conmocionado por la seriedad de la situación, a Giyuu no se le ocurrió otra cosa que preguntar para corroborar aquello.

—Si, soy hija de Muzan, pero él me abandonó a los 10 años a mi suerte —Se soltó bruscamente —Voy a darme un baño.