Mírame | (Logan Henderson & Tú) TERMINADA.

Capítulo 41 - Un Auténtico Inmaduro

- Leo, Leo - lo sacudí un poco - ¿Estas despierto?

- ¿_______ (tn)? - balbuceó -

- Solo quería saber si suspendo la cena de hoy

- Pásala para mañana - fue lo que consigió decir antes de volver a dormir -

Llamé al restaurant para que nos dieran otro lugar mañana, me dirijí a la sala, prendí el televisor mientras buscaba mi fruta favorita en la heladera, una rica sandía. (me traume con la sandía, sorry XD)

Sentarme por mucho tiempo no era lo mío, me aburria al rato, tenía que estar haciendo algo siempre, algo que necesitara moverme.

En todo este tiempo no me había fijado en el balcón gigante con el que contaba la habitación.

Moví un poco las cortinas y desplazé la puerta corrediza, y fue magnífico lo que ví.

Se podía ver toda la ciudad desde allí. Bajé la cabeza y vi la piscina. Un chico yacía recostado por el borde, parecía usar su Iphone, mientras sonreía, se sumergió y salió en la otra punta del colchón de agua. Era realmente atractivo, un físico bien marcado, y las facciones bien definidas.

Pero cuando lo ví de espaldas, me heché a reir completamente.

No podía confundir aquel tatuaje.

Busqué mi traje de baño, tomé una toalla y un bloqueador solar, bajé rápido las escaleras, tomé el pasillo que dirijía a la piscina, dejé mis cosas a un costado de la pileta sin que se diera cuenta, este seguía de espaldas, utilizando su Iphone.

- Hola muñeco - dije burlona -

- ¿_______(tn)? - dijo sorprendido - ¿Que haces aquí?

- Pues me hospedo aquí - me senté en la orilla y él se acercó -

- No lo sabía - rió - 

- Te estaba viendo desde mi balcón, James - dije riendo -

- No hace falta que lo digas - alzó una mano - Te sentiste atraída por mi

- No... yo, ¡Que cosas dices! - terminé diciendo -

- Esta Bien, sé que soy tu amor platónico, ¿Pero vienes a acosarme hasta en la piscina? - rió más fuerte -

- La piscina es de todos - bufé antes de darme un chapuzón -

Me hundí hasta el fondo del agua, quería quedarme toda la tarde debajo, pero, lamentablemente, no era un animal acuático.

- Hasta que por fín sales - dijo James - Empezabas a asustarme

- ¿Hace cuanto te quedas aquí? - pregunté -