Akira; oneshots.

Yamakai - oneshot

No era su culpa, no era un desviado, no merecía estar allí y no quería, tampoco. Kaisuke jamás fue el alumno estrella, pero tampoco quería... Esto.

Una pelota de fútbol pasó volando cerca de su cara, y luego una bola de papel le dio en la cara; unos pibes rieron entre ellos, gritándose 'Gil, no jodás'. Kai suspiró y volvió a fijar la vista en el cuaderno, derrumbándose sobre tal y culpando al pendejo de su antiguo compañero de clase, con quien se había ido a las piñas por joderle un buen rato respecto a su hermana prostituta; 'no hablamos de ella', decía su madre cuando Kai preguntaba, pero aparentemente todos sabían de su existencia por las calles de Neo Tokyo, menos él. El chico ese la llegó a conocer, y por ello mismo se burlaba.

"Pobre de vos que tuviste que recurrir a una prostituta para coger", había contestado al enfrentarlo por primera vez, llevando al intercambio de golpes, rasguños y quejas. Pero lo echaron al pequeño, que sin contactos o dinero de por medio no pudo hacer mucho.

Sé quería ir de aquel podrido salón de cuarta, porque todo olía mal, había demasiado ruido y los monos a su alrededor venían a clase para no solo calentar banco, sino que también calentar pija.

Así estaban Kaneda y Tetsuo, midiéndose el pene a través de los pantalones, tocando el miembro del otro como si fuera algo tan natural en mitad de salón como agarrar un lápiz.

—JÁ, la tiene chica.
—Callate, es mentira. Sabés que la tengo más grande que vos pero te sentís inseguro —contestó Tetsuo, dejando de lado la estúpida práctica y cruzando los brazos, haciéndose el superado.
—¡Insegura tu vieja, trolo gil! Te digo que conozco mi pito, es más grande.
—Cómo no lo vas a conocer si te pasas haciendo la paja. Tu mano es lo único que ve esa pija.

Kaneda, detrás suyo, comenzó a golpearse contra Tetsuo, y entre medio quedó Yamagata, quien de haber estado en cuclillas sobre la mesa, gritando '¡Cagalo a palo!', pasó a caer hacia la grada de abajo y romperse la espalda contra el suelo al lado de la silla de Kai.

Mientras, sus amigos seguían a las patadas y agarre de pelo allí arriba.

—¿Y vos qué hacés acá? —preguntó el más alto.

Yamagata no era ningún genio, por eso terminó allí, 'entre la mierda de la mierda', según los directivos. Pero podía distinguir su gente y la otra gente, pero Kaisuke no entraba a ninguna clasificación de su ambiente. Ni el otro bando, ni el suyo. Parecía un extraño maso bien vestido, sin cuero encima y tampoco andando en cuero, quien definitivamente no pertenecía a ese lugar. Pero el problema realmente radicaba en que Kaisuke no pertenecía a ningun lugar.

—Lo mismo me pregunto. ¿Y vos, usualmente caes así?

A Yamagata se le escapó una risilla atónita, aun en el suelo y mirando hacia arriba para alguien que le llegaba solo hasta el hombro.

—No, casi siempre lo hago de culo.

Sé preparó para volver a su lugar, pero a mitad de camino el menor le llamó:

—¿En algún momento viene el profesor?

Yamagata volvió a reír, está vez con más fuerza y delirio:

—¿Vos pensás que el profe va a venir? —carcajeó cómo hiena—. No, la gente tiene mejores cosas que hacer que aguantarnos.

Kaisuke frunció el ceño, siguiendo con la vista el camino de Yamagata de vuelta a su lugar.

—¿Entonces ustedes a qué vinieron?

—A vender droga —dijo, sentándose en su antiguo espacio.

Kaneda le dio un golpaso en la nuca.

—¿Vos sos estúpido? Mirá si le dice a alguien, mirale la pinta y decime que no es la yuta. Tarado, si nos cachan te la bancás vos solo, te entregamos.