CAPITULO XII

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La multitud de alrededor de aquella pista se había convertido en un manojo de sombras que se movían rápidamente entre la conexión de aquellas miradas.

El destino volvía a jugar. Pensó uno de ellos mirando y fijando su mirada en aquella persona.

So Min fue la que rompió aquel contacto, aquella sensación amarga volvía a estar en su garganta.

Aquel nudo que iba en ascendencia en su interior no era una buena señal.

Salió presurosa de la pista dejando a su acompañante en ella algo aturdido por su reciente huída. Trato de alcanzarla pero las personas a su alrededor lo hicieron no moverse de ahí mientras veía como So Min caminaba.

Sin ningún preámbulo salió disparado  Hyun Joong al verla salir. Caminó o mejor dicho dio casi zancadas moviendo sus pies rápido para interceptarla en la entrada de ese antro.

So Min por un momento no lo diviso y supuso que era algo bueno, justo cuando le faltaban unos cuantos pasos alguien la tomo de la muñeca haciéndola voltear.

Choco con el pecho ajeno del chico, alzó su vista encontrándose así con aquellos ojos oscuros como la noche y aquel rostro un poco oscuro y a la vez iluminado por las luces del lugar y la oscuridad.

Estaba ahí él, su amor y su dolor.
Se safo de un movimiento de las manos de este. Le dedico una mirada sombría para volver a emprender su huída.

Logro conseguirlo cuando en su visión vio la avenida y los coches transitando, no quiso voltear para sersiorarse  de no ser seguida.

Unos cuantos pasos más y llegaría a la esquina pero nuevamente la tomaron de su muñeca.

Su cuerpo se tensó y de poco a poco volteó.

— So Min —llamo aquel chico castaño.

Hyun Joong no hubiera esperado aquella mirada de la preciosa niña que él amaba. Su mirada de So Min advertía, amenazaba y sobre todo era sombría.

—sueltame— musitó entre dientes aquella chica.

Hyun joong negó repetidas veces mientras So Min intentaba zafarse de aquel agarré.

Que le asqueaba,que repugnaba.

—¡Que me sueltes te digo!  — demandó severa y amenazante.

Cuando su muñeca fue liberada se dispuso a andar pero ahora unos brazos la rodearon tan delicadamente como si fuera una muñeca de porcelana.

Estaba siendo abrazada por hyun joong.

—para con esto....¡sueltame! —volvió a demandar So Min.

— So Min.... Mi So Min... ¡Eres tú!—hablo Hyun Joong antes de separse de aquella chica petrificada en su sitió.

— no...no soy esa chica me has confundido—trato de sonar segura pero sus labios temblaron y sus manos sudaron.

Volteó a encarar a aquel castaño. Mirando así su cara que lucía como lo recordaba pero,ahora sus facciónes eran más maduras haciéndolo más guapo...más alucinante.

Disipó aquellos pensamientos de su mente.

— So Min.... Estás pre...— su frase quedó al iré cuando sintió su mejilla ardiendo.

Si, So Min le había proporcionado una cachetada.

— ¡ya te dije que no soy ella y mucho menos tenías que tocarme! —gruño más por defensa y por dolor que por ser verdad.

Aquel ardor en su mejilla lo dejo aturdido llevo su mano a esta mirando así a la chica de ojos oscuros que destellan por las ganas de llorar.

— So Min... —trato de hablar Hyun Joong antes de que está volviera a su andar.

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