Danmachi: En el agujero del conejo: Sueños Efímeros

8,1. Omake

Nada de lo que está escrito importa, pero hice este borrador para una escena, pero nunca lo pude usar, no como van las cosas. Así que solo hice retoques. Amalo, ódialo, di que es mejor que todo lo que escrito hasta ahora, pero sobre todo.

Disfrute... si es que encuentran esto grasioso.

Despedida... casi

Lo habían logrado, dejando de lado la cámara de los horrores que era ese agujero en el suelo y las hordas infinitas de monstruosidades, los minotauros y la poca moral sobre llevar un monstruo a donde habitan civiles inocentes.

Lo habían logrado.

Bell y el almiraj sin nombre se paran a pies del primer piso, la ruta era tan obviamente simple que Bell se preguntaba cómo la gente hacia para morir aquí cuando tienes la salida y la entrada a la siguiente piso a menos de 30 metros.

Pero eso no importaba.

Lo importante era que ya no tenían que soportar la existencia del otro para sobrevivir, lo que significaba que podían separarse del otro hasta llegar a la salida y olvidarse que el otro incluso existió.

Ambos estaban de pie uno al lado del otro, la tolerancia y caraderia que nacio dentro del agujero detrás de ellos se quedo allí y ninguno quería ir a buscarla.

Ambos estaban por irse y dejar al otro, pero para ello tenían que dar el primer paso para largarse.

¡

¡y fue Bell de todas las personas!

Bell movió su pie y dio un paso en dirección a la salida.

Tap

Tap

...

Cosa que también hizo el almiraj.

"..."

"..."

Ambos voltearon la cabeza lentamente hacia el otro. Estudiándose, una sonrisa plástica mas falsa que las caras que se vendían en las ferias estaba clavada en sus caras.

De alguna forma, también en la del almiraj.

"..."

Cuando no sucedió nada, Bell repitió el este con su otro pie.

Tap

Tap

Y también lo hizo el almiraj.

...

La frustración comenzaba a acumularse en ambos, antes de que Bell, lentamente moviera su brazo en dirección a la salida y girara su cabeza a mirar al almiraj.

...!

El almiraj se tensó por su movimiento y se preparó para lo peor, su mullida pata en el arma que le fue entrega por la misma persona que estaba por atacar.

No había duda en sus ojos.

"Después de ti" dijo Bell en tono cordial al almiraj, haciendo un movimiento que debía ser elegante, refinado. Cordial.

Parecía que la columna de Bell necesitaba aceite.

... .... ...

El almiraj, con su cara inexpresiva hizo su mejor cara de "¿Qué?" Hacia Bell.

Bell no estaba mejor, después de un segundo se dio cuenta de que le acaba de decir a un monstruo que fuera primero.

Eso era estúpido, ¿en que estaba pensando?, como un monstruo lo iba a enten-

El conejo de gran tamaño sorprendió a bell cuando empezó a negar con la cabeza.

'...?'

Y lo sorprendió aún más cuando imito el gesto de Bell a la perfección, incluso lo hizo sin una pisca de error, a diferencia de Bell.

'...!?' Bell... estaba anonadado el comportamiento de la criatura, era imposible.

Ese conejo era más elegante que él. Reconoció Bell con una pisca de envidia en sus ojos.

'...' Ambos se quedaron así por un tiempo antes que Bell sumara dos más dos y comprendiera el mensaje que trasmitían tan elegantemente esa cosa.

Y no le grado.

"¡no voy a ir primero, como sé que no me vas a atacar por la espalda!" dijo Bell en tono acusador, olvidando que el conejo obviamente no debería de entendería. Solo dejo que la molestia lo guiara.

La lógica y razón decidieron tomarse un descanso bien merecido, cuando el conejo hizo una expresión de haber sido insultado, seguido de unos movimientos y lindos 'yuw' que tenían que ser de una rotunda negación y muchas maldiciones.

Entre toda esa lindura, Bell vio al conejo señalando directamente a él y luego al hacha que tenía en su pierna y luego el conejo se señaló a sí mismo.

Era como decir que el conejo tenía el mismo problema con Bell.

Bell, se le quedo viendo al conejo, sin negar o afirmar que lo apuñalaría por la espalda y el conejo seguido mirando a Bell sin retorcer.

Parte del contexto de la discusión se le escapó al conejo entre la conversación, pero estaba absolutamente seguro de que tenía razón.

No importa de qué estaban hablando.

La escena era tan ridícula que era no graciosa.

Bell finalmente se hartó de mirar a su gemelo y concedió la única solución lógica.

"... bien, vamos los dos, uno al lado del otro... ¿te parece bien?" dijo Bell, casi escupiendo. Preguntándole al conejo si le gustaba la idea y asiéndole saber que no le agradaba para nada su propia idea.

La mueca de consternación que apareció en su cara le hizo saber a bell cuales eran sus opiniones, pero finalmente hizo una inclinación afirmativa y empezó a caminar, hasta que Bell se le unió.

Había dos metro de distancia entre ambos y nada que los detuviera de hacer aún más incómodo este su despedida.

¿Cómo iban a saber que ambos usarían la misma salida?

No esperen secuela. Mata escribir lo que normalmente hago pero esto salió porque era un borrador que no use y me dio ganas de modificarlo un poco.