22. Distracciones

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Sip, aquí de nuevo. Sano y sin nada que reportar realmente, Lo que en estos tiempos es lo mejor que se puede estar, excepto que lamento la demora.

<Piso seis, misma sala>

Había pasado un tiempo que Bell no se molestó en contar desde que su compañero se había dormido y esperara a que se despertara en una condición apropiada para continuar. Afortunadamente, parecía que su compañero se había encargado de una buena porción de todos los monstruos que había en este piso mientras estaba inconsciente.

Si la pila de <piedra mágica> que había recogido hace rato era una señal, entonces no tendría que preocuparse por algún intruso rondando cerca de ellos durante un buen tiempo.

Sería una lástima para todos los aventureros que se prepararon y descendieron hasta este piso con entusiasmo en búsqueda de su sustento, solo para terminar sin encontrar nada. Pero Bell creía firmemente que podrá vivir con esa culpa.

'... estoy aburrido' se dijo a sí mismo para recalcárselo y motivarse a hacer algo mientras esperaba, aunque no había mucho hacer desde que sus opciones eran limitadas.

La pared había sido tallada hace poco por lo no tenía caso hacerlo ahora, ya había recogido todo lo que había caído en el corredor y sus cercanías, así como hacer un conteo de sus pobres recursos y seguían siendo igual de pobres... en funcionalidad por su puesto, Bell tenía decenas de miles de varis en objetos de caída. Aunque Bell casi estaba seguro de que su compañero se había comido la misma cantidad de ganancias en <piedras mágicas>.

Pero dejo de concentrarse en ello cuando su cartera empezó a doler por el pensamiento de todos los varis que estaba perdiendo al alimentar a su guardia. Literalmente.

'...!' Bell se sacudió esas ideas y trato de pensar en otra cosa para matar el tiempo, pero en su calma se percató de nuevo de una sensación agradable y cálida que había tratado de ignorar desde hace rato.

Podría empezar a pensar en qué hacer con su condición ahora que tenía tiempo, pero no quería pensar en ello en este lugar. La sensación de calor en su pecho, por más reconfortante que fuera, se sentía simplemente equivocada en estos momentos. Realmente no quería pensar en ello, nunca.

... ... ...!

'... ha, ¡cierto!' pensó Bell mientras se levantaba y recogía algo que había puesto junto a su mochila. O mejor dicho los restos de algo.

Bell miro las piezas que debían ser las armas que había hecho para su compañero, si lo pensaba bien, este en realidad era su primer trabajo de artesanía o lo que quedaba de él. Algo de lastima lo invadió por el pensamiento, pero logro detenerlo antes de que empeorara.

Era normal encariñarse de las cosas, incluso de las inanimadas cuando estas con ellas el tiempo suficiente y en especial cuando estas ayudaban a evitar tu propia muerte.

"..." Bell miro las piezas y luego lo que tenía a su disposición, soltó un suspiro al notar lo obvio en ellas.

... sip, esto era inútil, podía hacer maravillas con algunas piezas y cosas sueltas, pero no milagros.

Por lo menos lo era para una de las armas, la estaca se había roto más allá de la reparación, pero la otra arma, solo estaba floja y romo, algo que podía arreglar aunque no sabía cuándo más duraría el trozo de piedra y el palo que componía el pico antes de que se rompieran...

Definitivamente iba a usar ese <bulmor> en cuanto salieran de esta sala.

Dejando de lado el pensamiento, Bell comenzó a desmantelar el pico y comenzó a rasparlo contra una piedra cercana para devolverle tanto filo como pudo, una tarea más ardua de lo que pensó debido a que no era un trozo de metal delgado y que no estaba seguro de si la piedra aguantaría ser maltratada para obtener filo de forma rápida.

Danmachi: En el agujero del conejo: Sueños EfímerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora