》Extra III《

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Hay veces en las que quedo de acuerdo con Keiji y Bokuto-san en ir a casa juntos. Esas veces son los días en que yo salía temprano y ellos se retrasaban por sus actividades en el club.

Cuando sucedía eso yo iba a su escuela porque, aunque fuera un recorrido cansado para mí, podía ir a un sitio encantador. El café de gatos.

Iba ciertas veces para desestresarme acariciando a los felinos para ir por mi hermano y finalmente regresar a casa.

Hoy tuve la necesidad de grabar mi recorrido. Sentía que alguien me seguía y fingir grabar con el celular me hacía sentir segura de una u otra forma.

Llegué rápido a la Academia Fukurodani y hallé a Bokuto-san en la entrada.

—¡Bokuto-san!

—¡Bokuto-san!

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—¿Eh? ¡(T/n)!

—¿Ya han acabado sus actividades? ¿Cómo estuvieron?

—Hace poco terminamos. Estuvimos a nada de perder.

—¿Eh? ¿Y eso por qué?

—Me había olvidado de hacer cruzados.

—A-ah—ahí bajé la cámara porque los brazos se me habían cansado—Espero que ya no te descuides así. Suelen pasarla mal por eso, Bokuto-san—le reclamé. El vídeo seguía siendo registrado en el celular.

—¡Oh!

—¿Qué sucede?

—¡Olvidé algo en el gimnasio! No me tardo—dijo para irse corriendo.

Suspiré. Volví a sentirme observada. De una manera diferente... menos intimidante e incómoda que la de antes.

Regresé la cámara a donde la tenía antes, cambié la cámara trasera por la frontal y logré ver una figura. No se asomó por más de 5 segundos, mi hombro tapaba a la persona que estaba a mis espaldas. Entonces volví a la cámara trasera y grabé detrás de mí.

—¿¡Quién eres!?—le grité.

Era mi hermano.

Ambos estábamos sorprendidos y él salió corriendo. Lo que me hizo preocuparme ya que me había quedado sola y el sentimiento de ser observada era el de antes. Intimidante, incómodo y escalofriante.

Por suerte Bokuto-san había regresado a los pocos segundos

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Por suerte Bokuto-san había regresado a los pocos segundos.

Keiji llegó poco después y logré tranquilizarme.

Regresamos a casa sin ningún problema. La mirada se había ido y pude estar tranquila.

Luego que había revisado la cinta había visto que quién me seguía antes de que llegara al Fukurodani era Rokuro y me aterró.

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Créditos a los respectivos autores de esas preciosidades de arte. Sin ellos no se me habría ocurrido esto.

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