Haikyuu!!xreader

Los campeones de Miyagi

Al llegar al estadio dos personas me tomaron de los hombros y me asustó mucho. Quiero decir, Rokuro me acecha. Estoy muy tensa de tan solo salir a la calle sola.

—¡¡(T/n)!! ¿Cómo has estado? ¿O deberíamos llamarte Ma-mo-ru?—habló risueño a mis espaldas.

—Déjate de tonterías, Kouji. ¡Me asustaron! ¿No sabían que estoy en peligro?

—¿Por qué, (T/n)-chan?—cuestionó Izumi.

—Ehm... ahm—balbuceé.

—(T/n) tiene un acosador.

Maldita sea, Nanami.

—¿¡Estás bien!?—dijeron alterados ambos.

—Lo estoy, lo estoy. Si están conmigo no habrá problema, ¿cierto?—dije tranquilizando a ambos.

Hablamos todo el camino. Me sorprendía que ellos fueran de mi estatura todavía. Lo que me alivió más fue el hecho de que nunca tocaron el tema de mi mamá. No me sentía con las energías suficientes como para tolerar otro golpe emocional más. Y luego de aquél sueño menos. Ya que solo recuerdo fragmentos muy pequeños que aún así taladraban en mi mente.

—Ahí está Sho-kun, ¿por qué no van a saludarlo?—indiqué señalando a mi amigo a lo lejos.

—¡Entonces vamos!—dijo Kouji tomándome para ir.

—¡Sho-chan!—gritó Izumi.

—¡Ah! ¡Izumin! ¡Kouji! ¡Nanami! ¿(T/n)?—respondió Shoyou.

—¿Eh?—pronunció Tanaka.

—Son amigos que nos ayudaron el año pasado—contestó Nanami en lugar de Shoyou.

—Yo era del club de básquet—respondió Izumi. Estaba sonriendo el muy maldito.

—Yo estaba en fútbol—siguió Kouji. ¡También sonrió! Finalmente, ambos me bajaron.

—¡Oh! Ya me parecía que alguien era muy bueno con las piernas—agregó Tanaka.

—¡E-ese chico...

—¿Kouji?—dije recuperando mi compostura.

—¿¡Por qué está aquí!?—terminó señalando a Kageyama.

—Eso dije el primer día—comentó Shoyou—Pero verán él también tuvo sus razones...

—¡Apresúrate!—gritó Kageyama a lo lejos.

—Sí—contestó Shoyou.

—¡¡Buena suerte!!—gritaron Kouji, Izumi y Nanami.

—Gracias—respondió nuevamente.

Yo sujeté a Shoyou del brazo deteniendo su andar.

—¿(T/n)?

—¡Ganen! P-powr favor—me mordí la lengua~, canté en mi mente.

—Sí—respondió acariciando mi cabeza.

—Idiota—dije al aire—Gracias.

Nos dirigimos a las gradas.

—Si nos disculpan nosotras tenemos que ir allá—dije señalando el frente donde estaban tanto Shimada-san como Takinoue-san—¿Vienen? O...

—¡Sí!—respondió Izumi.

Kouji solo asintió.

Sin embargo, tomé a Izumi del brazo para preguntarle una última cosa.

—No le has dicho a nadie sobre ESE incidente, ¿verdad, I-zu-mi?